domingo, 8 de febrero de 2009
Padre Felix Varela. El primer culpable.
El Padre Félix Varela y Morales nació el 20 de Noviembre de 1788 en la casa de sus padres en la calle Obispo numero 91, entre Villegas y Aguacate en la Ciudad de la Habana.
Sus padres fueron Don Francisco Varela, español, teniente de infantería quien se casó con Doña Josefa Morales, santiaguera y ama de casa, hija del teniente coronel del regimiento de la Habana Don Bartolomé Morales. Su abuelo Bartolomé fue ascendido a Coronel y asignado a la Florida Oriental. La Florida española, recién recuperada de Inglaterra, comprendía entonces parte de lo que hoy es el estado de Alabama que era la Florida Occidental. Don Bartolomé fue destinado a San Agustín, cabecera del viejo asentamiento español tanto así que su fuerte constituye el asentamiento militar más viejo de Norteamérica.
Cuando tenía 14 años, su abuelo le propuso comenzar la carrera de cadete, a lo que él respondió: "Yo quiero ser soldado de Jesucristo. Mi designio no es matar hombres, sino salvar almas".
En 1821, el Padre Varela fue elegido para representar a Cuba en las Cortes de España. Cuando Cuba fue proclamada una Semi-provincia Española de Ultramar. Llegó al puerto de Cádiz el 7 de junio de 1821 y a la ciudad de Madrid el día 12 del mismo mes. No pudo tomar posesión de su cargo, pues en Cuba las elecciones de mayo habían sido anuladas. Ocho meses después repitieron las elecciones y resultaron diputados el Padre Varela, Tomas Gener y Leonardo Santos Suárez.
En estos ocho meses, Varela visita museos, bibliotecas y escuelas, participa en tertulias, siendo reconocido su talento en los más exclusivos círculos de intelectuales. Presentó a la Dirección de Estudios de Madrid sus libros de texto, que fueron aprobados para ser utilizados en todos los dominios de España. Los tres asuntos de mayor trascendencia que planteó como diputado fueron el proyecto de abolición de la esclavitud, el proyecto de autonomía y el dictamen sobre el reconocimiento de la independencia de América.
Pienso que hablar de abolir la esclavitud era muy importante, pues eso era algo abominable, también del proyecto de autonomía, pero la independencia en el caso cubano cuya población era mayormente española o descendientes, no habían nativos y la otra parte eran africanos traídos por España como esclavos, pero a territorio español. No era necesaria. Tenia que hablar de igualdad y cambios pero una independencia traía división de la familia española y los sacerdotes deben estar por la unión.
Sólo un año está el P. Varela representando a Cuba en el Parlamento español. Los franceses invaden España, el Rey se entrega y el P. Varela vota en contra de un Rey vendido al poder extranjero y por ello es condenado a la pena de muerte junto a otros diputados que mantuvieron la misma actitud. Logra huir hasta Gibraltar.
Convencido de que el camino de la libertad no estaba en aquellas reformas ni en la autonomía, el P. Varela sale de España con el firme e inconmovible propósito de luchar por la liberación de Cuba en el único camino cierto: La independencia.
Se exilia en los Estados Unidos y desde allí comienza su labor separatista. Se reúne con antiguos alumnos del Seminario y acepta presidir un movimiento independentista.
En mi opinión, esto fue desastroso, pues comenzó a inocularles un veneno a los criollos de que ellos eran diferentes a sus padres peninsulares. Comenzó una división familiar.
Pienso que la iglesia esta para unir familias, no para dividirlas.
Hasta ese momento nadie había pensado en esa diferencia ni en la separación. Creo que el fue el precursor del izquierdismo eclesiástico latinoamericano.
Para mi el ser cubano es un regionalismo como el ser andaluz, gallego o vasco. Todos somos diferentes con idiosincrasias distintas, pero todos españoles.
El como sacerdote su papel era de unión, no de separación. Así hay muchos curas izquierdistas por America Latina, instigando a la revolución.
Un hombre que decía que el nació para servir a Dios y no para matar, no debió haber dicho frases como “Cuba no debe esperar ya nada de España... ni de nadie, debe liberarse por sí sola...". Esa frase te deja saber que para liberarse hay que usar la violencia que era el único camino.
Varela quería formar una unión de países latinoamericanos. Solavaya!, estuviésemos hoy en día con un gran país del tercer mundo con mas problemas que los actuales, pues la A. Latina ha demostrado ser un desastre de gobiernos corruptos, dictadores, y una mentalidad autóctona de diferentes regiones que viven todavía echándole la culpa de sus problemas a la colonización hace mas de 500 años y nunca avanzaran porque no tienen visión. Solo nadan en el fango.
Se exilia en los Estados Unidos y desde allí comienza su labor separatista. Se reúne con antiguos alumnos del Seminario y acepta presidir un movimiento independentista.
Comienza a los 35 años un nuevo camino de liberación: primero fue liberar las mentes en las aulas, después fue probar la liberación por las leyes, y ahora comprende que aquellos sólo eran pasos para avanzar hacia una liberación más profunda e integral.
Comienza a escribir el primer periódico independentista cubano, llamado "El Habanero". En él escribe aquella frase que hoy mantiene su vigencia para cualquier país en los mares del mundo:
"Desearía ver a Cuba tan isla en lo político como lo es en la naturaleza".
En Nueva York hace una gran labor ayudando a los pobres y mas necesitados. Se puede decir que toda una carrera al sacerdocio y es considerado un santo.
El viernes 25 de febrero de 1853, casi a los 65 años de edad y casi un mes después que naciera en Las Habana un niño llamado José Julián Martí y Pérez, allá en San Agustín de la Florida, se agravaba el P. Félix Varela. Muere pobre en San Agustín, Florida y dejo un legado de triunfos y buenas acciones.
José Marti. De padres españoles, fue uno de los que recibió el veneno Vareliano del independentismo y la diferencia entre ser cubano y ser español. O sea la separación familiar. Algo así como decir que un hijo de cubanos nacido aquí en EU es diferente a sus padres, y eso trae división familiar. Ese no es trabajo para un sacerdote desde mi más modesta opinión.
En la vigilia del aniversario de su nacimiento, el 19 de noviembre de 1911, los restos del fundador de nuestra nacionalidad regresan a la Patria. Son honrados en la Catedral de La Habana y son depositados, para gloria de la Iglesia y de la nación que ayudó a forjar, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.