sábado, 7 de marzo de 2009

El huevo y la gallina


Hay cosas pequeñas que dan lugar a cosas mas grande, por el ejemplo el huevo dio como resultado a una gallina. Así también pasa con sucesos en la historia, donde un hecho quizás más pequeño da como resultado una reacción más grande, pero de no haber surgido lo más pequeño, pues no hubiese habido esa reacción tan grande.

Por ejemplo, cuando los japoneses atacaron la base militar de Pearl Harbor en Hawaii donde murieron muchos soldados, la respuesta de EU fue la Bomba Atómica contra Hiroshima y Nagasaki., pero la culpa fue de Japón por provocar a uno más fuerte.

Cuando el grupo terrorista Hamas comenzó a tirar misiles contra Israel, el resultado fue un bombardeo de este, destruyendo una buena parte de la ciudad y matando a inocentes, pero la culpa fue de Hamas por provocar a uno más fuerte.

Cuando a Máximo Gómez se le ocurrió llevar a cabo la Tea Incendiaria por toda Cuba, o sea que el país ardiera en llamas para que España perdiera interés en el, pues con la economía destruida, ya dejaría de ser importante, la respuesta fue la Reconcentración de Weyler, pero la culpa fue del Generalísimo por destruir a un país y la respuesta era la forma de neutralizarlos. Pero veamos que dijo Weyler.

Según Weyler explica en un discurso pronunciado en la sección del Senado el 29 de abril de 1898, los soldados españoles no incendiaban pueblos, eran los insurrectos. Las familias de los poblados tenían que pedir refugio en otra parte. Se iban a pueblos ocupados por tropas españolas, aquellos que tenían algún familiar insurrecto, se iban con los rebeldes, porque estos lo obligaban a ello.

Entonces empezó la miseria de esas mismas partidas, cuyos individuos no disponían de la ración que nuestros soldados y tenían que vivir sobre el país, así es el campo de cultivo en que caían los agotaban. Pero nuestras tropas continuaban las operaciones y al irse extendiendo en cada provincia, en la forma en que yo lo hice en Pinar del Río, llevando a cuarenta batallones que la ocuparan en su totalidad, esas familias iban huyendo, hasta que ocupados todos los puntos, tuvieron por hambre y por desnudez que venir a refugiarse en nuestros poblados, pero ya completamente extenuados y allí el que primero practicaba la caridad era el soldado español que compartía su galleta y su rancho con esas familias, cuyos individuos mostraban tal estado, que el estomago ya no podía digerir.

Esta es la gran mortalidad que ha habido, es la brutalidad de que se habla, decía Weyler ante el Senado. Muchas personas murieron por viruelas, calenturas y por hambre.

La Reconcentración, no fue “absoluta”. Palabras del Marques de Tenerife, General Valeriano Weyler.

Biografía;

http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/imagen.cmd?path=502249499&posicion=1

(Foto de Internet)