Del programa "Españoles por el mundo", unos documentales sobre la vida de españoles que viven o viajan a Cuba, y logicamente de sus relaciones con la población cubana. Lástima que no está bien sincronizado el sonido con la imagen..........y el sonido por tanto vaya por delante de la imagen a veces y otras por detrás, aún así sigue siendo un documento estupendo en el que se cuentan las historias de esos españoles que salieron un dia de España para llegar a una Cuba bien de turismo, bien para quedarse definitivamente, una Cuba en la que muchos hicieron sus vidas. Espero que los disfrutéis tanto como yo. Un salu2 y un fuerte abrazo para todos. MAXI
miércoles, 6 de enero de 2010
Una de documentales sobre Cuba. Por Max Gralo
Del programa "Españoles por el mundo", unos documentales sobre la vida de españoles que viven o viajan a Cuba, y logicamente de sus relaciones con la población cubana. Lástima que no está bien sincronizado el sonido con la imagen..........y el sonido por tanto vaya por delante de la imagen a veces y otras por detrás, aún así sigue siendo un documento estupendo en el que se cuentan las historias de esos españoles que salieron un dia de España para llegar a una Cuba bien de turismo, bien para quedarse definitivamente, una Cuba en la que muchos hicieron sus vidas. Espero que los disfrutéis tanto como yo. Un salu2 y un fuerte abrazo para todos. MAXI
¿Un mito francés?. Por Ignacio T. Granados Herrera
Un comentario en este blog afirma que “eso de que Europa termina en los Pirineos fue inventado por Francia, en un tiempo en que en España mandaba Franco. Eso no es nada más que mitología anti-franquista, en donde se quería enfrentar a la Europa super liberal, super democrática, super atea, con una España tradicional, firme y ultra religiosa”. No es la primera vez que los antecedentes históricos de un problema son manipulados ideológicamente, con un fin político. La realidad es que Francia puede haber enarbolado el slogan anti-franquista, políticamente manipulador de la cultura; pero se basa en una realidad histórica, que sí tiene que ver con la formación de Europa como una entidad política a pesar de sus múltiples fracturas internas.
Los Pirineos son una frontera natural, que propició la evolución singular de la cultura de los godos; lo que no sería relevante, si no fuera porque a un lado [la península] se asentaron los visigodos, y al otro los ostrogodos. La conversión paulatina de los godos al cristianismo, marcaría un desfase de sincronía en ese desarrollo de la cultura; pues mientras los ostrogodos, inmersos en sus propios problemas políticos, derivaron relativamente rápido al catolicismo, los visigodos permanecieron en la escuela arriana. Todos fueron primeramente arrianos, pero los ostrogodos desarrollaron intereses políticos directos con Roma; que sería lo que los empujaría hacia el catolicismo, mayormente por vía de enlace matrimonial y acuerdos de protección con vistas a la expansión imperial.
Hacia la ocupación árabe, el catolicismo era minoritario en la futura España, mayormente arriana; sólo que de esos enclaves fue que salió la ofensiva de reconquista, terminando con una España más unida y católica, pero por carambola. De ahí la diferencia del catolicismo a ambos lados de los Pirineos, ahondando el desfase con la reacción a la Reforma protestante; que afectaría más a una Europa de tendencia progresista, minando la primacía política de la Iglesia, mientras España desarrollaba un espíritu más conservador. Eso tampoco fue gratuito, sino que se debió al debilitamiento de Roma ante Europa; propiciando los acuerdos de asistencia política y militar entre España y Roma, con fenómenos como la Contrarreforma; a lo que todavía hay que añadir los efectos políticos y económicos del Concordato respecto al Nuevo Mundo, que ayudó a la solidificación del imperio español.
Curioso que los paladines del catolicismo militante los irradió España sobre Europa, desde el Santo Domingo de Guzmán a San Ignacio de Loyola; cuando, si Santo Domingo partió de los primeros enclaves firmes del catolicismo en España, ya San Ignacio era el representante de una cultura oficial. No es casual que fueran los Jesuitas los que sustituyeran a los Dominicos en el ascendiente político sobre el trono de Pedro, en Roma; eso, cuando fue la religión la que proveyó las bases estructurales de toda la cultura moderna, y hasta su carácter ilustrado, con todo y su beligerancia y su virulencia. Al final, concordaremos en que el desfase se mantuvo hasta después de la II Guerra Mundial; cuando España quedó fuera de la CEE y el Plan Marshall, y con un perfil más latinoamericano que europeo, y gracias precisamente al Generalísimo. Por eso no es tan descabellada la idea de una Cuba española, que en definitiva parece ser el leit motiv de la política exterior de España; al menos en esta Europa unificada del post-franquismo, y también al menos de facto si no de jure.
Los Pirineos son una frontera natural, que propició la evolución singular de la cultura de los godos; lo que no sería relevante, si no fuera porque a un lado [la península] se asentaron los visigodos, y al otro los ostrogodos. La conversión paulatina de los godos al cristianismo, marcaría un desfase de sincronía en ese desarrollo de la cultura; pues mientras los ostrogodos, inmersos en sus propios problemas políticos, derivaron relativamente rápido al catolicismo, los visigodos permanecieron en la escuela arriana. Todos fueron primeramente arrianos, pero los ostrogodos desarrollaron intereses políticos directos con Roma; que sería lo que los empujaría hacia el catolicismo, mayormente por vía de enlace matrimonial y acuerdos de protección con vistas a la expansión imperial.
Hacia la ocupación árabe, el catolicismo era minoritario en la futura España, mayormente arriana; sólo que de esos enclaves fue que salió la ofensiva de reconquista, terminando con una España más unida y católica, pero por carambola. De ahí la diferencia del catolicismo a ambos lados de los Pirineos, ahondando el desfase con la reacción a la Reforma protestante; que afectaría más a una Europa de tendencia progresista, minando la primacía política de la Iglesia, mientras España desarrollaba un espíritu más conservador. Eso tampoco fue gratuito, sino que se debió al debilitamiento de Roma ante Europa; propiciando los acuerdos de asistencia política y militar entre España y Roma, con fenómenos como la Contrarreforma; a lo que todavía hay que añadir los efectos políticos y económicos del Concordato respecto al Nuevo Mundo, que ayudó a la solidificación del imperio español.
Curioso que los paladines del catolicismo militante los irradió España sobre Europa, desde el Santo Domingo de Guzmán a San Ignacio de Loyola; cuando, si Santo Domingo partió de los primeros enclaves firmes del catolicismo en España, ya San Ignacio era el representante de una cultura oficial. No es casual que fueran los Jesuitas los que sustituyeran a los Dominicos en el ascendiente político sobre el trono de Pedro, en Roma; eso, cuando fue la religión la que proveyó las bases estructurales de toda la cultura moderna, y hasta su carácter ilustrado, con todo y su beligerancia y su virulencia. Al final, concordaremos en que el desfase se mantuvo hasta después de la II Guerra Mundial; cuando España quedó fuera de la CEE y el Plan Marshall, y con un perfil más latinoamericano que europeo, y gracias precisamente al Generalísimo. Por eso no es tan descabellada la idea de una Cuba española, que en definitiva parece ser el leit motiv de la política exterior de España; al menos en esta Europa unificada del post-franquismo, y también al menos de facto si no de jure.
Nuevo Blog de Caimito del Guayabal
Quiero invitarles a todos, a visitar el nuevo Blog de Caimito, mi pueblo en Cuba.
La Web de Caimito la cree en 1999, y lo di a conocer a nivel mundial. Ahora la converti en un Blog y la cosa esta mejor. Espero que lo disfruten y me dejen sus comentarios.
La Web de Caimito la cree en 1999, y lo di a conocer a nivel mundial. Ahora la converti en un Blog y la cosa esta mejor. Espero que lo disfruten y me dejen sus comentarios.