martes, 2 de febrero de 2010

CASTRO, CHAVEZ...Y NOBEL A OBAMA‏


Carta abierta a un cubano-isleño
Miguel Leal Cruz
Canarias-España

Estimado José Ramón, Cuba Española (Miami)

Para comentarios en tu blog http://cubaespanola.blogspot.com/ apuntar que era de sospechar que los procedimientos policiacos del régimen cubano abocaran en persecuciones personales contra aquellos que no siguen las pautas "legislativas", blogistas, contestararios... Fuimos testigos en nuestro País del tránsito de una dictadura a la democracia, desde posiciones oficiales próximas, y esa es la metodología y forma de proceder (en los estertores finales) de todo régimen "anormal".
Te envío comentario de la situación cubana (y con otros régimenes) que producen desestabilización mundial en perjuicio de factores económicos que conforman "lo occidental".
Ítem más, y ya se ha dicho en otro debate que la Unión Europea, a través de su representante en La Habana (quien en conversación con Raúl Castro, mostraba una plena incredulidad a cualquier gesto de color democrático por parte del dictador cubano, que ni le miraba), redunda en lo mismo que predicó Moratinos, y otros bienintencionados, para estrellarse ante “el rostro impenetrable” (caraduras se les llama en España) de R. Castro y acólitos... El recién nominado premio Nobel de la Paz, Presidente de los EE.UU, podría levantar el embargo a que se alude, en beneficio de ambos países, antes que el nefasto régimen “tropical-cubano” produzca una contestación social interna con resultados imprevisibles… El general Franco fue derrocado por "la constestación de los disconformes", dentro y fuera.

Porque, es claro que se aprecia desde la misma Cuba poca colaboración en este buen deseo, cuando afirman, en medios públicos internacionales, “que no acumula méritos para el citado galardón…”, pero que sí que los tiene Evo Morales ¿ya…?. Por tanto, desde perspectiva analítica personal, apuntar que la situación socio-económica actual (y política), poco esperanzadora y con alcance político universal, debe subsanarse en breve plazo con beneficio de todo el Planeta (y de su viabilidad física futura).

Por tanto, encomiar todos los indicios que coadyuven a esta pronta solución. Buen deseo que se aprecia, e incide claramente, en la conducta del presidente USA Barack Obama (desde la propia campaña electoral) en sincero deseo de reconducir la problemática creada; como ya hizo su predecesor (demócrata) Mr Roosevelt desde la década de los años 30 pasados, tras el crack bursátil de 1929 en N.Y. que dio lugar a funesta depresión en todo el mundo (incluso en la rica Alemania fascista de la época…, con las consecuencias conocidas, 2ª Guerra Mundial).

Lo otro es buscar mayor enconamiento (y no sólo económico) para re-embaucarnos masivamente en otra “depresión social” con sus nefastas consecuencias humanas; a veces auxiliada por “posturas políticas” determinadas próximas al neo marxismo revolucionario, que, evidentemente, no logrará la solución como ya se conoce en otros hitos históricos. Ahora más preocupante por la conformación en multi-potencias determinadas, que disponen de poder económico con fórmulas propias que defenderán, incluso con otro conflicto bélico internacional, haciendo uso, tal vez, de la energía atómica… (suficiente para destruir el mundo con sus habitantes en pocas horas) Quizá por esta otra circunstancia se le ha concedido el Premio Nobel de la Paz a un presidente Usa de color, con buena voluntad y decisión altruista, jamás imaginado en los casi 250 años de historia desde la creación y ascenso problemático de su gran país…, que aún no tiene los “pies de barro”.

Y que, además, es parte interesada en este “maremágnum universal”… Buen deseo vs. “bastón duro”.

El palo lo tienen ahora otros “emergentes” peligrosos, se sospecha.

¡Viva el rey! ¡Abajo el imperio!

¿Libertadores épicos o estereotipados? - Una oleada de libros indaga en el proceso de las independencias latinoamericanas en su bicentenario
JOSÉ MIGUEL LARRAYA - Madrid - 02/02/2010

"La desaparición del imperio español, si se parece a algo, es al fin del imperio soviético en 1989", afirma Manuel Lucena Giraldo, autor de Naciones rebeldes (Taurus). "Se deshizo desde el centro a la periferia". Doctor en Historia, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y profesor visitante en Harvard, Lucena Giraldo es uno de los muchos especialistas que fijan en estos tiempos su interés en el proceso libertador de Latinoamérica. La ocasión editorial lo merece.
Lucena Giraldo: "El proceso se parece al fin del imperio soviético"

Simón Bolívar es protagonista de 'Los libertadores', de Robert Harvey
La revolución cumple 200 años. Concretamente, el 19 de abril, aniversario de la creación de la Junta Suprema de Caracas, fecha señalada por la mayoría de los historiadores como el arranque de un proceso que culminaría 14 años después en el campo de batalla de Ayacucho, Perú, y que puso fin a la presencia de la monarquía española en el continente americano. Naciones rebeldes es una de las aportaciones más lúcidas de cuantas inundan las librerías. Una lista que incluye un clásico de la literatura histórica británica, Los libertadores, de Robert Harvey (RBA).

El libro de Harvey se centra en las biografías de siete personajes que tuvieron papeles importantes en las luchas por la independencia: Simón Bolívar, que soñó con una América unida; el precursor, conspirador y revolucionario Francisco de Miranda; el héroe argentino José San Martín; el prócer chileno Bernardo O'Higgins; el emperador mexicano Agustín de Iturbide; el rey de Brasil Pedro I; y Thomas Cochrane, almirante, aventurero y héroe en Chile y Brasil. Son más de 500 páginas de prosa brillante y amena.

Una estructura que recuerda a la obra del cubano Rafael Rojas Repúblicas de aire (Taurus), que se alzó con el I Premio de Ensayo Isabel Polanco con un inspirado retrato de los primeros republicanos del continente. Una mirada más en profundidad sobre el proceso es lo que ofrece Las independencias de América (Catarata), de Manuel Chust e Ivana Frasquet. O el libro de Lucena Giraldo, que se refiere al derrumbe del Antiguo Régimen por la invasión napoleónica y al surgimiento del liberalismo que nació en las Cortes de Cádiz y se extendió por buena parte de América.

Manuel Chust, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Jaume I de Castellón, abunda en esa corriente de la historiografía que ha abierto un debate sobre la supuesta inevitabilidad de las independencias, que valora los aportes de la historia económica y social y procura el "desmonte del culto a los héroes".

Y culto a esas heroicidades es lo que inspira Los libertadores, de Harvey, autor de un buen número de biografías y ensayos de historia militar y política. Su espléndida narración de la lucha por la independencia desde 1810 a 1830 tiene como protagonista indiscutible a Simón Bolívar. Su audacia militar, pese a su falta de experiencia previa, su visión estratégica y su brillante pluma quedan bien reflejadas en el libro. Tres personajes le acompañan en esta gran aventura: Francisco de Miranda, venezolano como él, militar español, agente inglés, revolucionario en Francia, y el gran animador de la lucha por la independencia. El argentino José de San Martín, oficial español que combatió a los franceses en Bailén y que después creó el ejército de los Andes, clave en la independencia de Argentina, Chile y Perú. Y Bernardo O'Higgins, hijo de un militar irlandés que sirvió al servicio de la Corona española, fue virrey de Perú y padre de la patria en Chile.

Artículo completo aquí.

Una colaboración de José Juan .