jueves, 29 de abril de 2010

1898 La Guerra Hispano Americana en Puerto Rico . Una colaboracion de Michael

José, aquì un artìculo que encontré sobre el Combate de Loma del Asomante en Aibonito, Puerto Rico donde los españoles y los boricuas le tenìan la guerra ganada a los Estados Unidos tambien aquì hay unas fotos,unas fotos del Combate de la Loma del Asomante en Puerto Rico, el primer artìculo y las fotos son cortesìa de la pàgina de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico(pàgina 1898 Sociedad de Amigos de la Historia de Puerto Rico) y el otro artìculo es cortesìa de Primerahora.com, espero que te guste un abrazo.

Por: Pàgina 1898: la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico, Pàgina de 1898 Sociedad de Amigos de la Historia de Puerto RicoEn esta fotografía, publicada por primera vez en la página 401 del segundo volumen de Our Islands and Their People (1899), se nota en la esquina superior derecha una parte de la Carretera Central. Todavía se pueden ver restos de estas trincheras aunque son de difícil acceso ya que el lugar es de propiedad privada y está cercado.

Fotografía tomada de: Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico. Lámina colorizada entre las páginas 240 y 241.
Las loma de Hernáiz (1921)
En esta loma colocó Hernaiz sus dos cañones y todavía en 1921 se podía notar la pequeña trinchera que construyó para los mismos. Desde aquí se domina casi toda la parte de la Carretera Central, que sube hacia el Asomante, hasta más allá de la Casa de los Camineros. La persona que está sentada es el capitán Angel Rivero Méndez y la que está de pie apunta hacia el área por donde llegaban los americanos.

Fotografía tomada de: Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico (Editorial Edil, San Juan, P.R.
La Carretera Central (1921)
Esta sección de la carretera está cercana a la Casa del Caminero ubicada en lo alto del Asomante.

Fotografía tomada de: Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico (Editorial Edil, San Juan, P.R.
La Casa del Caminero (1921)
En las inmediaciones de este lugar vieron acción las tropas americanas los días 9, 11 y 12 de agosto de 1898. La casa todavía existe y actualmente está en venta.

Fotografía tomada de: Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico (Editorial Edil, San Juan, P.R.)
Soldados americanos disparando sobre El Asomante

Durante todo el día 11 estuvieron disparando sobre el Asomante con gran profusión. Cuenta Hernaiz de este hecho: "...las avanzadas americanas, que ocultas en las cunetas de la carretera nos hostilizaban con fuego individual, fuego que más tarde arreció tanto que tuve la necesidad de desmontar el anteojo de la batería, porque llovían las balas que era un contento...". En la loma, arriba a la izquierda, Hernaiz instaló sus cañones. Debajo de la loma estaban las trincheras de la infantería.

Dibujo tomado del libro: El fuerte de San Jerónimo del Boquerón

Parlamentarios de ambos bandos
Nótese la diferencia de estatura entre los soldados de ambos ejércitos. Solamente el oficial español, segundo de derecha a izquierda, compara en estatura con sus contrapartes americanos. No estamos seguros, pero si esta foto fue tomada en Puerto Rico, puede haber sido en la carretera al Asomante. Otra posibilidad es que haya sido tomada en el Guamaní. Hoy día la bandera blanca se asocia más con rendición, pero entonces significaba un alto al fuego para parlamentar. Para rendirse, los soldados levantaban sus rifles con las culatas en alto.

Fotografía tomada de: Fotografías para la historia de Puerto Rico 1844-1952

1898 La Guerra Hispano Americana en Puerto Rico - 1898 The Spanish American War in Puerto Rico

El combate del Asomante

12 de agosto de 1898

Leyenda

1- Una vez los hombres del mayor general James Harrison Wilson comienzan el avance desde Ponce hacia San Juan por la Carretera Central, el Estado Mayor del ejército español en la capital de la Isla decide organizar la primera gran zona de defensa en las alturas del Asomante (zona central de Puerto Rico ver nota a). En esta área la tropas americanas no podrían recibir asistencia de los grandes cañones de los acorazados americanos. Las pocas fuerzas españolas acuerteladas en Coamo (en las faldas del Asomante) estaban destinadas la proteger, mientras pudieran, la entrada a la parte de la Carretera Central Nº 14 (D) que cruza el sistema montañoso del cual es parte el Asomante. Estas fuerzas fueron derrotadas el 9 de agosto de 1898, siendo un grupo de los soldados hechos prisoneros y otro escapó hacia el Asomante. -Ver Combate de Coamo-

Las tropas españolas presentes en el Asomante son las siguientes:

3 compañías del batallón Cazadores de la Patria, con su guerrilla montada. 2 de estas compañías se habían retirado de Ponce y la tercera había llegado de Adjuntas.

2 compañías del 6to. Provisional, con su guerrilla montada, al mando del teniente coronel Castillo con los comandantes Ancas y José Nouvilas. Las compañías estaban directamente al mando de los capitanes Lara y Laserna quienes tenían como ayudante al capitán Carlos Aguado.

1 sección de Orden Público, al mando del capitán José Adsuar Boneta, que se había retirado de Ponce.

1 compañía provisional con Guardias Civiles y policías, también retirados de Ponce.

1 compañía provisional con los integrantes del batallón Nº 9 de Voluntarios puertorriqueños y peninsulares, al mando del coronel Dimas Rameris y del comandante Montes de Oca, que no habían abandonado las armas y se habían retirado de Ponce con el resto de las tropas españolas.

1 sección de artillería, con 2 cañones Plasencia, al mando del capitán Ricardo Hernaiz con el segundo teniente Belmonte y 50 soldados aproximadamente. Los cañones tienen municiones para 40 disparos cada uno.

1 sección de ingenieros telegrafistas.

En total en el Asomante hay 1,280 soldados (ver nota b) y oficiales todos al mando del teniente coronel del Estado Mayor Francisco Larrea. Para la defensa se contruyen, en mitad de las laderas de los cerros conocidos como San Gervasio y Colón (H), trincheras tipo Carlista (ver nota c) y más tarde, en lo alto de uno de los cerros, una pequeña trinchera (I) para la batería formada por los 2 cañones de Hernaiz. También se han cavado dos profundos zanjones en la carretera cerca de la Casa del Caminero (E) y de la entrada a la carretera Nº 723 (G) que atraviesa los altos del Asomante. Próxima al pueblo, en un cerro, la sección de ingenieros instala una estación heliográfica para comunicarse con San Juan (ver nota d).

2- 9 de agosto, 8:00-9:30 am. El capitán Ricardo Hernaiz, alojado con sus artilleros en Aibonito, recibe noticias del combate de Coamo y marcha rápidamente a las alturas del Asomante.

3- 9 de agosto 10:00 -11:00 am. Finalizado el combate de Coamo, entre 50 y 100 soldados del escuadrón C de caballería al mando del capitán Clayton persiguen a la altura de la segunda Casa del Caminero Nº 10 (B), que es la que queda a medio camino entre Coamo y El Asomante, a unos 10-12 músicos y soldados del Patria, entre ellos el alférez abanderado Villot (ver nota e), que han logrado escapar. Hernaiz al ver la persecución de la caballería americana consulta con Nouvilas y éste le ordena hacer algunos disparos de cañón. Se hacen 9 disparos obligando al enemigo a retirarse, salvando así a los perseguidos. El teniente coronel Larrea, que estaba en Aibonito durante el cañoneo, al enterarse del incidente manifiesta que no fue conveniente ya que informaba a los americanos de las posiciones españolas y de la presencia de artillería.

4- 9 de agosto, pm. Wilson mueve el campamento de su división, situado cerca del Río Descalabrado, al noreste de Coamo a un lugar conocido como Madrid, cerca del Río Cuyón y al lado de la Carretera Central.

5- 9 de agosto, pm. Durante toda la tarde y noche van llegando a las posiciones españolas soldados y Guardias Civiles que han logrado escapar de Coamo a través de distintos caminos que conducen al Asomante.

6- 10-11 de agosto. El teniente coronel de ingenieros Biddle, al igual que lo hizo para el ataque a Coamo, reconoce junto a los guías puertorriqueños, los caminos que flanquean las alturas del Asomante preparando croquis del área. El plan que Biddle aconseja a Wilson para tomar el lugar es el de simular un ataque por la Carretera Central (D) con una batería de cañones y una compañía de infantería mientras el grueso de la brigada del general Ernst partiendo de Coamo y marchando por caminos secundarios llegaría hasta Barranquitas para después bajar al Asomante y atacarlo por la retaguardia. Este plan es parecido al utilizado para el ataque a Coamo (ver nota f).

7- 10-11 de agosto. Las tropas de ingenieros se dedican a reparar el puente de hierro de las Calabazas, sobre el Río Cuyón, que había sido dañado por los españoles tras la retirada.

8- 11 de agosto. Tropas americanas resguardadas en las cunetas de la Carretera Central (D), cerca de la segunda Casa del Caminero (B), llevan a cabo durante todo el día un intercambio de disparos con los soldados del Patria atrincherados en el Asomante. No hay reporte de bajas.

9- 12 de agosto, 5:00 am. Sale el grueso de la brigada de Ernst desde Coamo por los caminos del norte que llevan a Barranquitas. Esta brigada está compuesta ahora de unos 2,000 hombres (aprox.) entre soldados y oficiales.

10- 12 de agosto, am. Ernst recibe la noticia de la firma del cese al fuego entre España y Estados Unidos, por lo que hace retroceder su brigada a Coamo (ver nota g).

11- 12 de agosto, 10:30 am. Salen del campamento de Coamo, por la Carretera Central (D) hacia Aibonito, las siguientes tropas de la brigada de Ernst:

Batería ligera F del 3er Regimiento de Artillería al mando del capitán R. D. Potts con los tenientes J. P. Hains, Blass y Edwards P. O´Hern encargados de sus 6 cañones (100 hombres aprox.). La batería está bajo la inspección del comandante J. M. Lancaster del 4to Regimiento de Artillería.

1 compañía del 3er Regimiento de Infantería de Wisconsin con unos 150 hombres (aprox.) que escoltan a la artillería.

12- 12 de agosto, 1:15 pm. Después de marchar por unas 3 horas cubriendo 8 km (5 millas) la artillería y la infantería americana formadas en columna se aproximan a la Casa del Caminero (B).

13- 12 de agosto, 1:15-1:30 pm. Hernaiz es notificado por sus vigías del avance enemigo y que éste se acerca a la Casa del Caminero (B). Tras solicitar permiso a Nouvilas (Larrea estaba en Aibonito) para disparar y así adelantarse a los americanos antes de que tomen posiciones, abre fuego con sus 2 cañones.

14- 12 de agosto, 1:30-2:00 pm. Al explotar cerca las granadas españolas, Potts ordena a sus tenientes que formen la batería de cañones. Hains con 3 cañones se instala un poco más adelante de la Casa del Caminero, Blass con 2 cañones a unos 50 mts adelante de dicha casa y O´Hern con 1 cañón, a unos 100 metros (en azul zona (C) ocupada por las baterías). Emplazados todos los cañones a la derecha del camino rompen el fuego dirigiéndolo contra lo alto del Asomante (I) en un intento de destruir la batería de Hernaiz. El Comandante Lancaster, que está en la vanguardia, pide a Hains que emplace uno de sus cañones 100 metros al frente del de O´Hern. Durante 30 minutos sigue el cañoneo, intenso por parte de los americanos y más bien lento por el lado español, ante el temor de quedarse sin municiones. La infantería americana se protege en las cunetas de la carretera, la Casa del Caminero (B) y en los accidentes del terreno, pero al igual que la española, no interviene por ahora en el combate siendo sólo un duelo de cañones.

15- 12 de agosto, 2:00-2:45 pm. Uno de los cañones de Hernaiz sufre una avería y el otro se recalienta por lo que durante 45 minutos, en lo que se repara uno y se enfría el otro, cesa el fuego por parte de los españoles. Potts cree que ha silenciado los cañones enemigos y continúa con sus disparos para tratar de desalojarlos del área.

16- 12 de agosto, 2:45- 5:00 pm. Con sus cañones en servicio nuevamente Hernaiz reanuda los disparos. Los infantes españoles, que están tras las trincheras (H) sin participar en el combate, cada vez que una granada explota sobre las posiciones americanas (C) aplauden y victorean. Hernaiz, medio en broma y medio en serio, le indica a Nouvilas que algunas descargas de los fusiles Mauser le serían de más beneficio que los aplausos de sus hombres. Nouvilas, que estima que la distancia es demasiado grande para fuego de fusil, ordena unos disparos de prueba y al comprobar de que la distancia es buena, ordena fuego por descarga de secciones. Todas las compañías presentes hacen fuego. Aquella súbita lluvia de balas que se une ahora a los cañonazos de Hernaiz toma por sorpresa a los artilleros americanos, creando gran confusión. Durante algunos minutos todos buscan refugio donde pueden, abandonando los cañones. Lancaster cree ver alguna infantería española moviéndose entre unos platanales en las faldas de las lomas cercanas (ver nota h) y temiendo perder sus cañones ordena a sus hombres que los enganchen a los caballos y se retiren del lugar. Bajo las descargas de fusil y los cañonazos, los artilleros americanos tratan de recuperar sus cañones. Hains es gravemente herido de un balazo de Mauser y es puesto a cubierto valientemente por el sargento John Long, mientras 4 de los cañones son enganchados a los caballos y a todo galope puestos a salvo en un recodo del camino muy por detrás de la Casa del Caminero (B). O´Hern trata de retirar los 2 cañones que quedan pero una granada explota entre los caballos matando a uno e hiriendo a otro. Esta granada también deja sin vida al cabo Oscar Swanson. Soldados de infantería también acuden a ayudar a los artilleros y algunos son heridos y otro muerto (ver nota i). Al final, los 2 últimos cañones tiene que ser arrastrados por los propios hombres para ponerlos a cubierto. Durante el fuego de fusilería por descargas se distingue el capitán Pedro Lara quien parado sobre las trincheras, con los gemelos en una mano dirige el fuego con los movimientos de su bastón.

17- 12 de agosto, 5:00 pm. Los defensores del Asomante suspenden el fuego cuando los americanos despliegan una bandera de la Cruz Roja. Estos últimos recogen sus heridos y muertos y con sus cañones se retiran a Coamo.

18- 12 de agosto, 6:00-7:00 pm. El teniente coronel Bliss, del Estado Mayor de Wilson, con bandera blanca de parlamento se acerca a las posiciones españolas y dirigiéndose a Larrea le notifica que los gobiernos de los 2 países han decretado un cese al fuego por lo que le solicita la rendición (ver nota j) o por lo menos la suspensión de las hostilidades para evitar más derramamiento de sangre. Larrea le indica que no tiene noticias del cese al fuego y que por carecer de órdenes tendrá que esperar hasta el próximo día para dar una respuesta.

19- 13 de agosto, 6:00 am. Regresa el parlamentario americano al Asomante y recibe un comunicado del gobernador Macías donde notifica al alto mando americano que no ha recibido de España ninguna aviso sobre la suspensión de las hostilidades y que si quieren evitar el derramamiento de sangre que no se muevan de sus posiciones. También les notifica que no aceptará más parlamentarios americanos.

20- 13 de agosto, pm. Hernaiz es comisionado para bajar con 8 soldados al campamento americano en Coamo para entregar un pliego de Macías dirigido a Miles. En el campamento de Coamo, Hernaiz recibe a su vez un pliego de Miles para Macías. En estos comunicados los 2 jefes constataban el alto al fuego y establecían las posiciones que mantendrían ambos bandos hasta que se decidiera la suerte de Puerto Rico. Las tropas españolas mantendrían sus posiciones en el Asomante y las americanas en Coamo hasta la entrega paulatina de los diferentes municipios de Puerto Rico. Aibonito pasó a manos americanas el 24 de septiembre de 1898.

Notas

a- Las tierras del Asomante, donde establecieron sus posiciones las tropas españolas, pertenecían a José María González, según nos lo informa su bisnieto, Héctor R. González, en comunicación que nos enviara: ".....también parece confirmar que fue mi bisabuelo, José María González, el propietario de las fincas donde se libró ese combate y que la finca en cuestión no debió ser pequeña, pues según la familia parece constar que era bastante grande - por lo menos en exceso de unas 1,000 cuerdas: evidentemente extensa para el acantonamiento de las tropas con sus trincheras y su línea de artillería. La zona según relataban y por los nombres que recuerdo, se extendía por un lado hasta "La Plata" -área de Cayey- y por el este, al barrio de "Caonillas", que colinda con Aibonito y hacia abajo hasta áreas de Coamo. La familia ha comentado siempre también que el bisabuelo participó en alguna forma en ese combate, pero no debió ser como miembro del ejército español puesto que era un hacendado, aunque descendiente de españoles, y presumimos por lo tanto que formó parte de algún grupo de "voluntarios" criollos o aliados del ejército español. Como quiera que sea, la tradición de la familia también nos indica que el bisabuelo tuvo que tener algún papel de relativa importancia en ese combate pues relatan como "en la hacienda del bisabuelo se alojó primeramente el comandante español y luego, al firmarse un cese al fuego, vino también a alojarse en ella el comandante americano.....".

b- Desconocemos si entre los 1,280 soldados españoles presentes en el Asomante están incluidos los que lograron escapar después del combate de Coamo o hay que añadirlos a este número. En este último caso el total podría variar entre 1,345 y 1,440.

c- Las trinchera "Carlista" es un tipo de trinchera de montaña en la que la tierra extraida no se apila al frente de la misma si no que se oculta tratando de que el terreno quede lo más natural posible. De esta manera y según la posición del observador, es muy difícil distinguirla.

d- El heliógrafo es un aparato telegráfico óptico de campaña, el cual mediante espejos que reflejan los rayos de sol, transmiten mensajes en morse. Durante la guerra se utilizó en varias ocasiones, sobre todo para enviar mensajes desde distintos puntos de la isla, que no contaban con el telégrafo normal, a San Juan. Por supuesto, estos puntos, sin importar la distancia, deberían ser visibles desde la capital (también se usaban estaciones de relevo).

e- El alférez abanderado Villot al huir, después del combate de Coamo, abandonó la bandera del batallón la que fue recogida por el soldado Ramón Suárez Picó y llevada hasta el Asomante. Este y otro soldado de nombre Francisco Moreno Lorón, que había recogido la caja que contenía los fondos del batallón al morir de un balazo la mula que la transportaba y también la transportó a hombros hasta el Asomante, recibieron 200 y 100 pesos de recompensa y una citación en la Orden del Día.

f- En su libro, el capitán Rivero informa que, de haber completado el flanqueo, el grueso de la brigada de Ernst, ésta hubiera tenido éxito en atacar la retaguardia española ya que Larrea no tenía hombres vigilando los distintos caminos que llegan al Asomante. No creemos que esto último sea totalmente cierto, porque después de la reciente experiencia de Coamo de la cual Larrea tenía buenas noticias, habría tomado las previsiones del caso para evitar caer en la misma trampa. Este plan de batalla, ataque directo y flanqueo al mismo tiempo, fue utilizado por los americanos en casi todos los combates terrestres en Puerto Rico. En el único que aparentemente no se utilizó fue en el de Yauco, aunque hay algunas versiones de que sí se intentó en algún momento. Hay que recordar que lo de Yauco no fue un ataque planificado, si no un encuentro entre tropas de reconocimiento y los defensores españoles. sobre las fuerzas españolas del área.

g- Si es cierto que la brigada de Ernst recibió la orden de detener la marcha casi al comenzar la misma (5:00 am) por haberse decretado un alto al fuego, entonces o hubo una mala comunicación entre el campamento de Coamo y las tropas de Lancaster y Potts, o estos, a sabiendas del alto al fuego, hicieron un intento de cubrirse de gloria al tratar de tomar sólos el Asomante y así aumentar el territorio americano conquistado antes del cese efectivo de hostilidades. Si fue así, entonces las tropas americanas no contaban con buena información.

h- No hay constancia de que hubiera tropas españolas presentes en las faldas del Asomante durante el cañoneo. De haberlas, posiblemente serían voluntarios puertorriqueños.

i- En total, las fuerzas americanas tuvieron 2 muertos y 5 heridos; las españolas, 1 artillero levemente herido lo cual resulta sorprendente dada la cantidad de disparos que hicieron los cañones americanos (ver nota m). -Ver Lista de Bajas-

j- Exigir la rendición del lugar fue considerado improcedente, ya que se había decretado un alto al fuego y según las leyes de guerra de entonces, cada bando debería mantener las posiciones que tenían en ese momento.

k- La distancia en linea recta entre las posiciones españolas (I) y las americanas, cerca de la Casa del Caminero (C), es de unos 2 km (1.25 millas).

l- Los soldados insulares y puertorriqueños, durante el tiempo que permanecieron en el Asomante estuvieron mal alimentados y peor equipados (la mayoría dormía a la intemperie). Ni siquiera tenían médico.

m- Cuando terminó el combate, a Hernaiz sólo le quedaban 8 proyectiles (botes de metralla) por lo que aproximadamente consumió ese día 63 proyectiles. Si consideramos que el tiempo real del cañoneo fue de 2 horas 45 minutos, cada cañón se disparaba en intervalos de 5 minutos. No sabemos cuantos disparos hicieron los americanos, pero calculando que cada cañon tenía el mismo número de proyectiles que los de Hernaiz (40 c/u) y según el capitán Rivero consumieron casi toda la existencia, entonces habrían disparado unos 210 cañonazos con intervalos, para cada cañon, parecidos a los de los españoles. Hernaiz telegrafió esa misma noche (12 agosto) al teniente coronel Arnaz en San Juan para que le proveyera de más municiones. Con la ayuda del capitán Rivero, se llenaron 2 coches con proyectiles y saquetes de pólvora, los cuales partieron antes del amanecer del día 13 llegando a Aibonito ese mismo día por la noche. Aunque se hicieron varios relevos de caballos durante el camino, 4 de ellos murieron por el esfuerzo.

n- Después de decretado el alto al fuego y durante el tiempo en que ambas tropas mantuvieron sus posiciones, muchos soldados americanos subieron hasta el Asomante donde intercambiaron con los españoles diferentes artículos. Los americanos estaban interesados particularmente en los botones de los uniformes españoles y los españoles en alimentos.

o- En el informe a Miles, Wilson le indica que tras el cañoneo de ese día había desalojado a las tropas españolas de sus posiciones, hecho completamente falso.

p- Tras el combate del Asomante constatamos por primera vez la presencia de enfermeras americanas en Puerto Rico. Aunque el capitán Rivero hace referencia a las "nurses" en el desembarco de Guánica, no se vuelven a mencionar en ninguna otra parte de su libro. Juan B. López, director del periódico La Correspondencia, en un relato sobre el viaje, que como periodista realiza a la zona americana entre el 15 y el 20 de agosto, dice conocer en el campamento de Coamo a la Sra. Varansalaez y a la Srta. Tell, "...que han venido con las tropas para prestar auxilio a los heridos".

q- Las casas de los camineros y parte de las trincheras del tipo Carlista todavía se pueden ver en el lugar.

r- La distancia entre el punto (A) y Coamo es de unos 7.25 km (4.5 millas) y entre el punto (J) y Abonito, unos 4 km (2.5 millas).

s- La mayoría de los habitantes de Aibonito habían abandonado el pueblo desde días antes del combate dejando sus casas cerradas.

1898 Pàgina de amigos de la guerra hispanoamericana

Primerahora.com

La marcha hacia el interior.

Desde Ponce, las tropas estadounidenses marcharon hacia Utuado y Adjuntas para alcanzar la costa norte por el pueblo de Arecibo. Otro grupo de compañías estadounidenses tomó la Carretera Central desde Coamo, participando en una ardiente lucha contra los españoles en la cuesta de Asomante de Aibonito. Los cañones estadounidenses dispararon hacia la altura, mientras los españoles les correspondían disparando hacia el sur, causando la retirada temporal de los estadounidenses.

El Protocolo de Paz

El día 12 de agosto de 1898, mientras los españoles libraban exitosamente la Batalla de Asomante, los jefes militares de ambos bandos se habían reunido en Washington D.C. para firmar un acuerdo, conocido como el Protocolo de Paz, que les puso fin a las hostilidades en el frente de guerra. Como consecuencia, las autoridades españolas ubicadas en los pueblos de Adjuntas, Utuado y Lares abandonaron sus puestos, permitiendo la libre entrada de los estadounidenses.

Inmigración ilegal en Cuba a principios del Siglo XX

(foto de APE, de Internet, no tienen nada que ver con la época, pero es de una inmigracion ilegal desde Haiti)
Qué intereses dictaban la política de inmigración cubana al principio de ser colonia y semi-colonia de EEUU?


-Los intereses norteamericanos. Desde la Primera Intervención militar en Cuba, se prohibió la inmigración no blanca, en consecuencia con una política de “blanqueamiento” de la población. Pero, cuando sobrevino la expansión azucarera y con ella la carencia de mano de obra para la zafra se hizo sentir, esta política cambió radicalmente.

La brecha se abrió en 1912 con la autorización a la Nipe Bay Company, propiedad de la United Fruit, para importar 1,400 braceros haitianos para trabajar en los cañaverales adyacentes al central Chaparra. A través de la siguiente década entrarían en Cuba 200,000 haitianos y 80,000 jamaiquinos. Se reinició también la inmigración asiática, pero en gran parte, esta vez, de chinos provenientes de California. Muchos de sus descendientes viven hoy en esa zona oriental, pero esa inmigración tan pobre y que le quitaba oportunidades de trabajo al cubano, fue producto de la ambición de los empresarios norteamericanos de la época y el gobierno se hacia de la vista gorda ante esa inmigracion ilegal.

Sépase que al negro cubano no le daban oportunidades de trabajo, pues al cubano tenían que pagarles más. A esos inmigrantes si, pues les pagaban muy poco, era casi como un tipo de esclavitud.

El negro cubano sufrió mucho con la nueva intervención norteamericana, pues las leyes racistas de EEUU no existían en la Cuba española.

(Parte de estos datos los saqué de un estudio profundo, pero fue hace tiempo y se me olvidó copiar la bibliografía, así es que créalo o no)

El Arco de Belén, antes y después. El célebre observatorio de los jesuitas en La Habana

El Arco de Belén en sus toques finales de restauración.

Patio de Belén, hoy residencia de ancianos. Este lugar estaba en ruinas y fue rescatado para bien de todos.

Iglesia de la Divina Pastora.

Conjunto de Belén en 1720

Arco de Belén en ruinas antes de ser restaurado por el Historiador de la Ciudad de La Habana con dinero de la Unesco
Foto antigua

En proceso de restauración

Situado en la calle de Compostela, desde la de Luz hasta la de Acosta, y por el fondo hasta la de Picota, el antiguo Convento de Belén comenzó a edificarse a fines del siglo XVII por el ilustre obispo Diego Evelino de Compostela, quien lo destinaba a refugio de convalecientes pobres, pero el fundador no vio terminada su obra. Ya desde 1704 se hallaba ocupado por frailes belemitas, bajo la advocación de San Diego de Alcalá; los frailes, además de atender a enfermos y heridos, distribuían alimentos a los pobres y mantenían una escuela gratuita para más de 500 niños. En 1842 fueron desalojados y el edificio fue ocupado por oficinas del Gobierno español, salvo la iglesia.

Foto actual, hoy en dia es una residencia para ancianos de la tercera edad.
En 1854, el Covento de Belén fue entregado a los padres jesuitas, quienes establecieron allí su famoso colegio y observatorio. Este último se encontraba en un inicio en el segundo nivel del edificio, y después fue situado en la torre contigua a la calle de Acosta, donde se erige el único arco supravial existente en La Habana, como puede verse en la foto superior. Debajo: sala del Observatorio a fines del siglo XIX

Conjunto de Belen en su totalidad. Foto antigua.

En proceso de restauración.

Sin dudas, la figura más prominente del Observatorio fue el padre Benito Viñes Martorell, s. j. (Cataluña, 1837-La Habana, 1893), quien redactó —el 11 de septiembre de 1875— el primer aviso de ciclón tropical documentado en la historia de la Meteorología. Asimismo, llegó a establecer regularidades en las trayectorias de los huracanes, según su posición geográfica y la época del año, las cuales publicó en 1877 y fueron conocidas entre navegantes y meteorólogos como «Leyes de Viñes». En la foto, aparece de pie junto al Meteorógrafo de Secchi, que los jesuitas radicados en Cuba importaron desde Francia en 1873. El Observatorio también incursionó en los campos del Geomagnetismo y la Astronomía, para lo cual se valió —entre otros instrumentos— de un telescopio refractor construido en los talleres ópticos Cooke and Sons, del Reino Unido (ver imagen). A la muerte de Viñes, asumió la dirección del Observatorio Lorenzo Gangoiti (Munguía, Vizcaya, 1845-La Habana, 1933). En 1924, pasa a ocupar ese cargo Mariano Gutiérrez- Lanza (Pardavé de Torío, León, 1865-La Habana, 1943), al que siguen Simón Sarasola (Guipúzcoa, 1871-San Sebastián, 1947) y Rafael Goberna (Vigo, Pontevedra, 1903-La Paz, Bolivia, 1985). Los retratos de estos eminentes sacerdotes jesuitas están dispuestos en el orden en que han sido mencionados.


Bibliografia de la Revista Opus Habana y otras fotos de Internet.