martes, 31 de agosto de 2010

Al Qaida del Magreb pide que Ceuta y Melilla se recuperen por la fuerza


A los terroristas les gusta enseñar sus armas en los vídeos y en las imágenes para hacer alarde de su fuerza, como con los cooperantes españoles


Días después de cobrar un rescate, los islamistas cuestionan la soberanía española



La «recuperación por la fuerza, porque por la fuerza fueron arrebatadas» de Ceuta y Melilla, y su integración en un «Magreb islámico» figura en un escrito, insertado hace cuatro días en una página web, titulada «Red de Desafío», en la que Al Qaida para el Magreb Islámico (AQMI) publica sus comunicados y vídeos.
AQMI, cuyo brazo propagandístico es «Al Andalus» (como los musulmanes llamaban no sólo a Andalucía, sino a toda la España conquistada por ellos), dispone de un foro en la citada página web, en el que se ha felicitado del éxito obtenido con la liberación de Albert Vilalta y Roque Pascual, tras la obtención de un importante rescate y la puesta en libertad de uno de sus colaboradores.

Sin embargo, no ha tardado muchos días en publicar el referido comentario. Lo inserta uno que se hace llamar «Abu Osama Khorasani», el nombre que utilizaba el terrorista que, el pasado mes de diciembre, asesinó a siete agentes de la CIA en Afganistán, en una acción criminal similar a la perpetrada contra dos oficiales de la Guardia Civil y un intérprete españoles, en una base del mismo país. El texto está firmado por un tal «Abu Walid Ansari», el nombre de un ideólogo de Al Qaida que preconiza la «Batalla del Fin de los Tiempos», para crear un estado en esa zona del mundo.

Cruzada española
El comentario se titula «Ceuta y Melilla, tesoros perdido». Ambas ciudades están, según AQMI, «bajo el imperio de la cruzada española, sin el imperio de Dios» y, por lo tanto, deben ser recuperadas por los musulmanes.

«Después de decenas de años, Ceuta y Melilla están sentadas en las garras de los cruzados vengativos», agrega. Por ello, se exige su vuelta a la «Nación del Islam».

Asimismo, se hace referencia a «Al Andalus» y se cuenta una versión de la historia, ajustada al fanatismo del que hace gala AQMI, según la cual los musulmanes cruzaron el Estrecho de Gibraltar y, sin hacer uso de sus armas, ocuparon España para extender su religión, que fue aceptada por el 90 por 100 de la población. Frente a ello, y bajo la inspiración del Vaticano y de los Papas del momento, se estableció un plan en tres fases, que incluían la quema de libros, la apostasía y la expulsión, con el fin de acabar con la presencia musulmana en nuestro país. «La peor masacre en la historia de la humanidad», según el texto. Para AQMI, cuyos secuestros, asesinatos y atentados son conocidos, afirmar que «el islam se extendió por la espada» es una «mezquindad, una calumnia y un falso testimonio, inventados por el Vaticano y los Papas, que llevan el estandarte de la Cruz».

La publicación de este escrito coincide con la difusión de un vídeo, del que informaron ayer varias webs mauritanas, en el que AQMI hace un alarde fuerza.

Bajo el título «La lucha es una obligación», en la película, de unos diez minutos de duración, se exhibe material de guerra de reciente adquisición y se invita a los jóvenes para que ingresen en las filas de la organización terrorista.

En el vídeo, en el que aparecen unos 200 militantes de AQMI, se puede identificar a Ould Mohamed Hamada Khairou, uno de los cuatro terroristas presos en Mali que fueron puestos en libertad a cambio de la liberación del ciudadano francés Pierre Camatte, que había sido secuestrado por la banda. Como se temía, ha vuelto a las actividades criminales. Este individuo es presentado como un ejemplo de lo que se puede conseguir por la fuerza de las armas.

En la película se critica y amenaza a Mauritania y Francia, por el «raid» militar que realizaron para rescatar a otro secuestrado, Michel Germaneau, finalmente asesinado por los terroristas.
También se rinde homenaje a los siete islamistas abatidos en aquella acción y al kamikaze, Ould Zeidane Beina, que el año pasado atentó contra la embajada de Francia en Nouakchokt.