martes, 7 de diciembre de 2010

Muerte de Maceo y su hijo ilegítimo


Hoy siete de diciembre se conmemora una año mas de la muerte en combate del general Mambí Antonio Maceo un siete de Diciembre de 1896. No cabe dudas que fue un hombre valiente y con muchas huellas de heridas en su cuerpo, pero también fue un déspota. Todos los que lo conocían lo sabían, ponía a sus súbditos a lustrar sus botas antes de ir a pelear.

 Se sabe de sus encontronazos con José Martí, pues éste decía que una vez ganada la guerra había que hacer elecciones y convocar a un gobierno civil y Maceo decía que nó, que había que tener un gobierno militar y Martí respondía que entonces él no llevaba a cabo la revolución, "que a un pueblo no se gobierna como se manda a un campamento" y Gómez (que estaba de acuerdo con Maceo) tenía que mediar para calmar los ánimos. De ahí yo deduzco que con un gobierno militar encabezados por Maceo o Máximo Gómez, sería una dictadura donde muchas cabezas autónomas y españolas hubiesen rodado por el suelo. Martí hasta el final no confiaba mucho en su gente y por eso escribió el Manifiesto de Montecristi antes de comenzar la guerra y lo hizo firmar. En él recalca muchas veces que se debe respetar a los españoles y no comenzar venganzas. 

También se sabe que hubo una discusión muy grande entre Maceo y Martí por problemas de despirpafarro del dinero de la guerra que se había utilizado en parte para mantener a las familias de los mambises y Martí decía que eso era sólo para armas, etc. Maceo estuvo indiferente ante la muerte de Martí. A la caída de Antonio Maceo hubo tres días de Fiesta Nacional en Cuba donde se tiraron fuegos artificiales, las personas celebraron bebiendo y asando lechones, y gritando ¡Viva Cuba Española! se acercaba el fin de la guerra civil entre hermanos que había llevado a tantos muertos, el país devastado por la Tea Incendiaria de Gómez que había destruido la economía próspera de la Isla y al final llevó a Weyler a formar la reconcentración para parar los destrozos de Gómez y los mambises.

 El pueblo de Cuba estaba cansado. La Guerra Civil la ganaron los autonomistas y el 25 de noviembre de 1897 la Reina Madre decreta extender las Leyes de la Península para Cuba y Puerto Rico y se comienza un gobierno autónomo el 1 de Enero de 1898, se invitan a las tropas mambisas a participar de éste, algunos salen de la manígua y se únen. En poco tiempo el gobierno autónomo de la Isla progresó, hasta los negros ex-esclavos votaron y se les permitió que se agruparan en asociaciones para canalizar sus necesidades. La Isla progresó muy rápido, pero EEUU no iba a permitir una  Cuba autónoma y se lo dice al Gobierno español al cual le ofrece $300,000 por Cuba y España dice que Cuba no está en venta, para ellos era un territorio tan importante como Asturias, Galicia, etc. Máximo Gómez entregó Cuba a EEUU dándole el visto bueno para que atacaran la Isla y él con su pequeña tropa les ayudó, traicionando así la memoria de Martí y Maceo que decían que si algún día EEUU invadía a Cuba, ellos pelearían junto al ejercito español. Lo demás es bien conocido.

 También me llama mucho la atención cuando se hizo la encuesta para ver que sustituiría a la estatua de la Reina del Parque Central de La Habana, como Máximo Gómez no votara por Martí, ( Ver encuesta) en cambio lo hiciera por Jose de la Luz y Caballero, y de la larga lista, Maceo quedara en último lugar con 3 votos, cuando se sobrentiende que muchos de ellos lo conocieron. Martí solo obtuvo 16 votos de ciento cinco, ¿Por qué tan pocos?, es que acaso al no haberse endiosado su figura por parte de los historiadores, los que lo conocieron no lo veían como algo excepcional. Son sólo preguntas que me hago. J.R.M.

A continuación algo sobre el hijo ilegitimo de Maceo.

En los días de mayo de 1881 nacería el que se presume haya sido el único hijo del general Antonio, pues no faltan fuentes que especulan sobre posibles sucesores, a partir de su estancia posterior en la geografía costarricense.


Finalizando el siglo XIX, desde Nueva York, Tomás Estrada Palma aclara en una carta a su amigo, el general José Lacret Morlot, que Antonio Maceo (hijo) había nacido en Kingston, Jamaica, en 1881. Estrada Palma era de los pocos que tenía noticias de la existencia de un descendiente del Titán de Bronce. 

 La curiosidad de Lacret Morlot había sido motivada –con seguridad– a causa de un escrito que desmentía a unos individuos que, por esos días, se decían hijos de aquel gallardo de la Guerra de los Diez Años. Desde el periódico santiaguero El Cubano Libre (23 de octubre de 1899), el compañero de armas de Maceo, general Silverio Sánchez Figueras, había respondido para dilucidar el tema. 


Antonio Maceo Maryatt, el único hijo reconocido por el general Antonio Maceo Grajales, tenía para esa fecha 18 años de edad y se encontraba en los Estados Unidos. Después de ocurrido su nacimiento, fue bautizado por su padre con el mismo nombre. Había venido al mundo como resultado de una relación extramatrimonial del general Maceo con una nativa de Jamaica, donde se encontraba en su condición de exiliado. Terminada la lucha independentista, en 1878, había partido de Cuba con la esperanza de su reanudación posterior. 


En los días de mayo de 1881 nacería el que se presume haya sido el único hijo del general Antonio, pues no faltan fuentes que especulan sobre posibles sucesores, a partir de su estancia posterior en la geografía costarricense. María Cabrales, a pesar de saber de la existencia de ese hijo natural de su cónyuge, lo acompañó con amor y vehemencia hasta el fin de sus días.
Se dice que la Cabrales había quedado estéril luego de fecundar en dos ocasiones. Durante la Guerra de los Diez Años, ella marchó junto a su esposo a la manigua con una hija de meses a cuestas, llamada María de la Caridad. Para ese entonces se encontraba además en avanzado estado de gestación del que posteriormente se llamaría Antonio. Ambas criaturas murieron poco después.


Un año antes del nacimiento de su hijo jamaicano, el Titán de Bronce estaba pasando por una peculiar situación, la cual fue descrita así por el historiador José Luciano Franco: «Otras preocupaciones de índole sentimental, plenamente llenaban sus horas de incertidumbres dolorosas. Por un lado, su María, la compañera abnegada y valiente de los años más duros y crueles, estaba muy enferma. Las inquietantes emociones de los últimos meses habían minado fuertemente su fortaleza de acero. Por otro lado, Amelia Marryatt (sic) la madamita seductora de la calle Princesa, a quien visitaba diariamente en compañía de Justo Solórzano, amigo y confidente de aquellos amores, llevaba en las entrañas un hijo suyo. Maceo, carente de dinero, tenía que empeñar sus últimas prendas para cubrir los gastos inesperados. El Dr. Hernández era el médico que asistía a las dos, y, a veces, debía fungir a su manera, de cura de almas, para llevar aliento y reposo a dos personas igualmente queridas y respetadas que se enfrentaban a la cruda realidad de un destino adverso».2 


A fines de junio de 1881, por consejo de Máximo Gómez, partió Antonio Maceo con su hermano Marcos rumbo a Honduras. Su estancia en ese país duraría hasta 1884. Allí lo esperaban los patriotas cubanos y viejos amigos Tomás Estrada Palma y José Joaquín Palma. 


Maceo, aunque lejos de su hijito, no lo olvidó. Su ejercicio de padre preocupado y responsable pesó más en su elección. Por una parte hubo de valerse de la confianza de amigos muy cercanos para recibir y enviarle noticias, así como costear sus primeros años de educación
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En respuesta a otras misivas suyas, el compatriota Eusebio Hernández le refiere el 16 de septiembre de 1881 desde Kingston: «María y la familia bien, también lo está el amiguito»; y poco después, el 19 de octubre, le informa en otra epístola: «María bien, y bien el chiquitín amigo, que hace poco tuvo un catarrito».3 

A través de un hermano del patriota Manuel de Jesús Calvar (Titá), quien se dedicaba al comercio en la región hondureña de Puntarenas, logra establecer el vínculo apropiado para enviarle sistemáticamente a Amelia Maryatt, la madre de su hijo, el importe necesario para cubrir la manutención del niño. 


De cualquier manera, este contacto no le duraría mucho, pues el referido amigo se retira de allí para residir en Kingston. En carta al general Antonio, con fecha del 31 de julio de 1882, Javier Calvar le brindaba los detalles: «La última remesa de dinero que le hice a Antoñito, fue por vía de N. York, porque no me fue posible conseguir aquí ninguna clase de oro conveniente para Jamaica».


Aun así no se cruza de brazos; el sostén de su hijo no podía esperar. Trata de encontrar a la persona apropiada para estos menesteres. Esta vez sería su viejo compañero de la Junta Revolucionaria Cubana de Kingston, José F. Pérez, propietario de una fábrica de tabacos en la capital jamaicana. A él le escribe: «Por un giro que hace nuestro amigo Don Juan Palma, recibirá V. veinte libras esterlinas que me hará el favor de entregar a Miss Amelia Marryatt (sic), madre de un chico que tengo en Kingston, a quien escribo con esta fecha. Esto es un asunto, no el más adecuado para V., pero como estoy seguro que V. mejor que otro podrá apreciar mi situación respecto de un hijo, no he dudado recomendar a V. el asunto que me ocupa, pues a la vez que forme un juicio desfavorable hará otro que disculpe en algo mi conducta».


En el período comprendido de 1884 a 1891, Maceo realiza múltiples y seguidos viajes por varios países del continente por cuestiones revolucionarias. En esos años visitó Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Haití, Cuba y Jamaica. Finalmente, fija residencia en Costa Rica, donde luego de algunas trabas, consiguió unas tierras para fundar «La Mansión».


Durante sus continuas travesías estuvo cinco veces en tierras jamaicanas. No obstante sus propósitos y deberes patrióticos, visita y está muy al tanto de su hijo. En 1891 ambos se reúnen en Costa Rica, tras la misteriosa desaparición de la madre del chico, Amelia Maryatt. 4 


Bajo sus cuidados, el padre inmediatamente lo matricula como interno en un colegio de la ciudad costarricense de Cartago. A su «lado» permanece hasta el mismo 1895.


Envuelto Maceo en labores relacionadas con el Partido Revolucionario Cubano presiente que su partida a la guerra, que estallaría en febrero de 1895, sería en cualquier momento. No se perdonaría el viaje a Cuba sin antes despedirse de su amado hijo, quien proseguía internado en la escuela: «Pide, pues, permiso al Director, para abrazarte y para que lleves la paga de las mensualidades pendientes de arreglo. Tu padre que desea verte», le había escrito en 1893.


En el oriente cubano desembarcaría por Duaba, el 1 de abril de 1895. La lucha independentista se había reiniciado nuevamente. De inmediato, el deber se imponía. Siente no poder criar él mismo a su hijo; le inquieta mucho su preparación. 


Desde La Mejorana, el 23 de agosto, le indica en una misiva a su amigo Alejandro González, conocido por Gonzalito: «Con Manuel Arango, de Santiago de Cuba, le remito ($300) trescientos pesos, con los cuales, de acuerdo con Marcos, mi hermano, ayudarán V. y él a la educación de Antonio mi hijo, poniéndolo interno en un colegio o pagando personas que se encarguen de seguir su enseñanza en la forma que la tiene preparada, es decir, español e 

inglés que aprendía en Costa Rica». Tras producirse el fatídico combate del 7 de diciembre de 1896, en el que perderían la vida Maceo y su ayudante, el capitán Francisco Gómez Toro (Panchito), la delegación en Estados Unidos del Partido Revolucionario Cubano se ocupó de continuar sufragando los gastos del joven Antonio Maceo Maryatt, quien residía entonces en su país natal.

HACIA ESTADOS UNIDOS


En septiembre de 1899, producto de una gestión personal de Tomás Estrada Palma, quien se encontraba en Nueva York, el joven se trasladó a esa ciudad para matricular en la Escuela Superior de Ithaca, que dirigía el señor F. D. Boyuton. Fue necesario que empezase en la enseñanza media (High School), pues al parecer no había recibido buena preparación en sus años anteriores. 


Materias como álgebra avanzada, geometría, trigonometría e idioma francés resultaron materias difíciles de rebasar por el muchacho; particularmente la primera, pues como él mismo reconoce, hasta ese momento «no había hecho tanto en Álgebra».5 Allí permaneció por espacio de dos años aproximadamente y, poco después, ingresó en la llamada Universidad de Cornell, en la cual cursó sus estudios como ingeniero. 


Todo el importe por concepto de vestimenta, comida y hasta de una mesada fue abonado por Tomás Estrada Palma como tutor del muchacho. Ya «Tomasito» había dado testimonio de cuál sería su actitud para con éste, en confesión al general Lacret Morlot, poco después de hacerse cargo de su tutela: «Yo he pensado como Ud., que la circunstancia de no ser Antonio hijo legítimo del General no es motivo de ningún modo, para que dejemos de prestarle toda la ayuda posible de igual manera que lo haría su padre, estando vivo».6 



(Artículo completo aquí)

XX CUMBRE DE IBEROAMERICA: ¡INTELIGENCIA O ANALFABETISMO! (Segunda Parte)

Por Miguel Leal Cruz
Periodismo Histórico
Canarias-España

Alusivo a lo expuesto, y connotado con el “incidente Chávez- Rey”, publicamos en El Mundo-La Gaceta de Canarias, España, entre otros medios, con fecha 29 julio 2008, que: en la reunión de cinco presidentes latinos, y otros representantes progresistas neo-comunistas (o integrantes del Socialismo Siglo XXI), que tuvo lugar en Managua (Nicaragua), para celebrar el 29 aniversario de la revolución “sandinista”, con fecha 11 de julio 2008, se dio a conocer públicamente a todo el mundo, en especial a través de TeleSur (Caracas), que el líder venezolano Hugo Chávez, con visto bueno de Daniel Ortega de Nicaragua en declaración conjunta, al parecer acordada previamente (y no sin un tinte irónico previo) la buena intención del presidente venezolano que, por fin, se entrevistará con el Rey de España en próximo periplo por Europa este mes para superar aquel sonado incidente en Santiago de Chile, esperado encuentro que tuvo lugar en España, Palacio de Marivent (Palma de Mallorca), el 25 de julio de 2008, con amplia difusión mediática. Por aquí se dice, desde la alta Edad Media, aquello de: “…no quito ni pongo rey, pero…”

Es más que sabido que en la reunión de la XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santiago de Chile (11-11-2007), tuvo lugar el desencuentro de Hugo Chávez con el Rey de España, y a sabiendas que el asunto, ocurrido el año anterior, retomaba actualidad periodística en el citado “29 aniversario sandinista”, se dijo al respecto: Los protagonistas, en aquella Cumbre, fueron sólo tres o cuatro: Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y Carlos Lage, este por Cuba, en aquel momento (todos “voluntariosos” revolucionarios neo marxistas) y, desde otra óptica, nuestro Rey español como protagonista de lo anecdótico, sin desvirtuar a los demás…

En dicho momento, se publica: “lo del Rey de España en la Cumbre de Chile, instado (tal vez, obligado) por la conducta anti-española de Chávez con graves alusiones a autoridades políticas españolas, a pronunciar la breve pero famosa frase…, es una anécdota que, a más de oportuna, se antoja graciosa”. Lo prueba el encuentro entre ambos con intercambio de camisetas como en los grandes eventos deportivos, y en territorio español; un éxito más de la diplomacia entre países que nos debe alegrar a todos.

No obstante, desde el ángulo informativo-periodístico, es claro que la metodología política interna (e internacional) que ha usado Chávez últimamente, con inusitados insultos a otros Jefes de Estado, no es un modelo a copiar por otros gobernantes del mundo…, en cualquier ámbito geográfico. La frase del Rey español parece un “pecado venial” si comparamos con el contenido oratorio y comportamiento diplomático de Hugo, no sólo contra lo español, léase colonización, “caso Aznar…”, sino contra todo aquello que no le guste, incluidos otros jefes de Estado o de Gobierno (y en privado aun más): ya sea Álvaro Uribe, dirigentes de la OEA, de la ONU, o George W. Bush, al que, en el foro de la democracia mundial (Naciones Unidas), llamó (a este último) Satanás… En “Aló Presidente”, VTV, este “populista revolucionario” supera lo tolerable en deontología política…

En el mes de octubre de 2004, por arengas anti-europeas, seguidores de Hugo Chávez destruyeron una estatua de Cristóbal Colón en Caracas, actitud que implica un acto anti-cultural universal, como ya definimos en otro debate…

Tal como se ha dicho, una cultura superior “conquistadora” destruía la dominada, inclusive masacrando (o esclavizando) a la población vencida. Esto lo sabe cualquiera… Los asirios, un milenio antes de nuestra Era, actual Siria con Persia, hoy Norte de Irán, asesinaban a las poblaciones en masa como fórmula política y sistemática de dominio. Empalaban a los más destacados, y al resto de población a eliminar, colocaban en largas filas en las que eran exterminados por unos especialistas que los degollaban con certero tajo en el cuello... En nuestra América hispana no se llegó a esto..., creemos. Sí lo hacían los aztecas, incas, y otros, de forma aun más horripilante: según fuentes históricas, contrastadas incluso por Colón; los “caribes” (que origina semánticamente la palabra “caníbal”) en Cuba y La Española “se comían” a los muchos prisioneros (documentado) que, como Chávez sabrá, eran originarios de las costas de Venezuela emigrados a las Antillas Mayores, a través del cinturón geográfico que conforman las llamadas Menores… Pero, ¿y antes de la llegada de conquistadores europeos al Nuevo Continente? América, de norte a sur, sufrió la dominación salvaje de etnias procedentes de la mongólica de Asia central que a través del Estrecho de Bering, arribaron y colonizaron toda Norteamérica en torno a 20 mil años AC, con la destrucción total del entorno, incluso de la flora y fauna existente. Éstos no son otros que los indios americanos que encontró Cristóbal Colón en 1492, o el velero inglés Mayflower en 1620. Por tanto, estos no sólo destruirían a Colón, sino a dicho navío con sus 100 colonos en el interior antes de que tomaran posesión de la Roca de Plymouth (Virginia, US).

Asimismo, a Erik el Rojo, vikingo que, en torno al año 1000, visitó y también se estableció en la costa este de Norteamérica, un lugar que llamaron Vinland, poblamiento este tampoco descartable para cronologías milenarias desde el norte de Europa, a través de Escandinavia, Islandia, Groenlandia, Baffin, Labrador; ¿eran éstos los hombres barbados y con ojos azules procedentes del este, muy temidos, que se encuentran citados en los Códices aztecas, mayas (e incluso incas) antes de 1492…? Además, hay que recordar la probada crueldad de aztecas, mayas, incas, chibchas, araucanos o “caribes” (citados), con sus enemigos vencidos, incluso de su misma etnia. Esto no lo dice Hugo, ni Evo, tampoco Daniel Ortega,…, ni es negado por investigadores latinos desde el rigor científico o metodológico.

No son excesivos los tratados académicos al respecto, tal vez, por su mismo contenido, cruel y controvertido… Si bien, habría que hacer llegar alguno a Hugo, para reflexión tras proceso electoral de Gobernadores y alcaldes, ahora, en el mismo 5D.

PERIODISMO HISTÓRICO S.L. u
CANARIAS-ESPAÑA