Es una técnica muy vieja ya, que Cuba ha venido empleando cada vez que tiene un problema interno, y es poner al pueblo a marchar, para que de esa forma, las personas dejen de pensar, se concentran en las piernas y en lo que va pasando a su alrededor y al final llegar al agotamiento. Eso hace que las gentes desistan de cualquier revuelta o inconformidad, pues el agotamiento te transforma. En 1980 cuando el éxodo del Mariel, enseguida convocaron la Marcha de los 100 Kms, cosas así de exageradas, están bien planeadas y les han dado buenos resultados. Ha creado un pueblo de borregos y hay que marchar. No podemos minimizar la astucia de la dictadura cubana.
Por otro lado, hay personas de otros países que siguen viendo al gobierno cubano como una cosa positiva, y te presentan una foto de unos niños en Latinoamérica sin zapatos trabajando en un basurero, o viviendo en una cloaca en una capital latinoamericana oliendo aerosol de pegamento (desgraciadamente esas cosas de esos países da lugar a las dictaduras de izquierda), después te presentan otra foto de los niños en Cuba con uniformes escolares, limpios y la isla llena de escuelas. De pronto lo dejan a uno casi sin argumento, pero es como un padre que cuida a su hija, le da educación, salud y alimentos y por la noche se mete en la cama a tener relaciones sexuales. Lo que hace por un lado lo destruye por el otro de una forma salvaje. Los niños en Cuba son adoctrinados y entrenados a ser profesionales para el gobierno por el resto de su vida, o sea una especie de esclavos, que por un sueldo mínimo trabajaran para el amo, pero además servirán para expandir esa doctrina de odio, resentimiento y de dictadura por todos los países de la región, haciendo que la clase dominante viva muy bien a costa de ellos que no tendrán, ni libertad, ni democracia.
Por otro lado, hay personas de otros países que siguen viendo al gobierno cubano como una cosa positiva, y te presentan una foto de unos niños en Latinoamérica sin zapatos trabajando en un basurero, o viviendo en una cloaca en una capital latinoamericana oliendo aerosol de pegamento (desgraciadamente esas cosas de esos países da lugar a las dictaduras de izquierda), después te presentan otra foto de los niños en Cuba con uniformes escolares, limpios y la isla llena de escuelas. De pronto lo dejan a uno casi sin argumento, pero es como un padre que cuida a su hija, le da educación, salud y alimentos y por la noche se mete en la cama a tener relaciones sexuales. Lo que hace por un lado lo destruye por el otro de una forma salvaje. Los niños en Cuba son adoctrinados y entrenados a ser profesionales para el gobierno por el resto de su vida, o sea una especie de esclavos, que por un sueldo mínimo trabajaran para el amo, pero además servirán para expandir esa doctrina de odio, resentimiento y de dictadura por todos los países de la región, haciendo que la clase dominante viva muy bien a costa de ellos que no tendrán, ni libertad, ni democracia.
Es lamentable el total desprecio por el individuo que toman algunos regímenes políticos. Cierto es que Cuba está avanzadísima en algunos aspectos como la sanidad, aunque no deja de ser un estado socialista. Como bien leo el estado adoctrina peones para sus propios fines.
ResponderBorrarEs como la asignatura de Educación para la Ciudadanía que se imparte en España. El caso es pervertir las mentes para que no se salgan de lo establecido desde las altas esferas del poder.
Pero eso ha sido siempre y en todos los paises del mundo y no por ello el planeta ha dejado de rotar sobre su eje. Ni ha dejado de amanecer.
Por ello mismo hay que trabajar en post de la reunificación, para poder adoctrinar en valores como la libertad, el trabjo en la construcción nacional y la dignidad como españoles.
¿Si Europa, siempre en guerra unos con otros, ha sido capaz de unirse y poner a los EE.UU. a temblar, va a ser menos nuestro espiritu por cambiar algo que nunca debio suceder?
Ni Cuba ni Puerto Rico debieron nunca dejar de ser parte de España y si ahora tenemos la oportunidad histórica de retornar a un pasado en comun para convertirlo en un futuro en que españoles de ambos lados del charco caminemos juntos es nuestra obligación hacerlo para no estar lamentándonos por el resto de nuestras vidas.