Universidad de Santiago de Compostela. Galicia
Situémonos en una Habana aún en manos de los españoles y tomada ya por el ejército yanqui. En las calles se respira un aire amargo. El futuro es incierto para la isla... Pero ustedes no se preocupen, ni los yanquis han conquistado Cuba, ni los españoles son dueños y amos del gobierno antillano. Retrocedamos un siglo.
Hace ahora cerca de cien años que el conflicto que enfrentaba al estado español, Cuba y Estados Unidos llegaba a su fin. El 10 de diciembre se cumplirá exactamente un siglo desde que el diputado gallego Montero Ríos estampaba su firma en el Tratado de París.
España abandonaba Cuba después de cuatro cientos años de colonización y tras dos largas y agónicas guerras libradas contra los revolucionarios de la isla. La independencia de la "perla antillana", como era considerada la colonia por la prensa y los políticos españoles, constituyó el mayor desastre político, económico y, sobre todo, militar de todo el siglo XIX. No es de extrañar, que desde entonces, el "Desastre del 98" simbolice el fin de una etapa y el comienzo de otra.
Cuba se consideraba una herencia sagrada que España no podía perder sin menoscabo de su identidad nacional. El presidente del Consejo, Antonio Cánovas, decía en vísperas de la guerra con EE UU que "Cuba es la Alsacia-Lorena de España; el honor de España está en juego". Otro insigne político, Emilio Castelar, ex presidente de la primera república española, iba más lejos y declaraba que "España hizo América, como Dios hizo el mundo... América será española eternamente".
Cuba se consideraba una herencia sagrada que España no podía perder sin menoscabo de su identidad nacional. El presidente del Consejo, Antonio Cánovas, decía en vísperas de la guerra con EE UU que "Cuba es la Alsacia-Lorena de España; el honor de España está en juego". Otro insigne político, Emilio Castelar, ex presidente de la primera república española, iba más lejos y declaraba que "España hizo América, como Dios hizo el mundo... América será española eternamente".
Con la derrota en la isla, España perdía no sólo la propia Cuba, sino Puerto Rico y Filipinas. Pero el 98 significó mucho más que la independencia de estas colonias. Supuso el fin del agónico poderío español en ultramar; la muerte de España como imperio y como antigua potencia europea. España era víctima del darwinismo político de la época por el cual "el pez más grande se come al pez más pequeño".
El 98 marcó a toda la sociedad española. Las consecuencias del "Desastre" se dejaron notar durante años, décadas, incluso. Y estos sufrimientos no pasaron inadvertidos para el pueblo gallego, quizás, el más afectado por estas guerras.
1. GALICIA Y CUBA EN 1898
Cuba fue el destino de cientos de miles de emigrantes gallegos durante todo el siglo XIX. En las estadísticas oficiales correspondientes al período finisecular (1885-95), se registran 167.575 salidas de gallegos con destino a América, lo que representa casi el 40% de toda la emigración peninsular durante esa etapa. De esos emigrantes, el 51% eligió Cuba como lugar de destino. Un refrán de la época decía que "sin gallego no hay mulato", lo que ya indica la importancia y el número de gallegos en la isla. Allí desempeñaron oficios urbanos en el artesanado y la construcción y, sobre todo, actividades de servicios en el pequeño comercio; pero muchos de ellos se integraron también en la zafra, en las labores tabaqueras o en los ingenios de azúcar.
Durante la segunda guerra cubana, unos 240.000 jóvenes peninsulares y 50.000 voluntarios cubanos formarían parte del mayor ejército colonial organizado por una metrópoli europea en las últimas décadas del siglo XIX. Galicia aportó miles de hombres a esta dura e incomprensible contienda. La participación de los gallegos (más del 10% del total), considerada por algunos como la mayor del estado en términos relativos, supuso que cada pueblo proporcionara un promedio de una decena de hombres nacidos entre 1870 y 1875. González López en su "Historia de Galicia" afirma que esto supuso una auténtica hemorragia para nuestro país:
"Ninguna otra región aportó tantos hombres como Galicia a las armas españolas, sobre todo a la Marina, que trataban de dominar la insurrección cubana y que luego tuvieron que enfrentarse con la armada y el ejército norteamericanos".
Pero los jóvenes gallegos también mostrarían su descontento con esta guerra a través de la emigración, y por consiguiente, la deserción. Pretendían con ello librarse de ser llamados a filas y combatir en una guerra, a todas luces, injusta. El informe de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago en 1881 cifra la emigración en "unos 20.000 gallegos van anualmente a América y al Brasil", cuyas cuatro quintas partes serían emigración clandestina de mozos sujetos por edad a quintas. En plena guerra, en 1897, una real orden mandaba perseguir a los armadores y agentes intermediarios que facilitaban a los mozos de quintas documentación falsa para embarcar.
Muchos soldados desertaban en el propio frente por las pésimas condiciones que debían soportar en campaña. La mayoría se acababa uniendo al ejército rebelde. Xosé Neira Vilas recoge el relato de Caetano Vázquez, un mambí (guerrillero) gallego:
"En mi unidad de combate éramos unos diez paisanos de diferentes provincias. unos desertaran del ejército español y otros, como yo, eran emigrantes que se presentaron sin más. En una ocasión pude hablar y con unos soldados coloniales y me dijeron que estaban hartos de sus jefes y que de buena gana se unirían a nosotros si pudiesen hacerlo".
Esta cita denota que también fueron numerosos los peninsulares que luchaban contra sus propios compatriotas enrolados, éstos, en la guerrilla mambí. Los gallegos tampoco estuvieron ausentes en esta lucha por la independencia de Cuba. Neria Vilas consiguió reunir documentación a cerca de ciento nueve gallegos mambises, aunque la cifra real era muy superior. Los hay solteros y casados, de oficios diversos, de variada procedencia, y de edades que van desde los 14 a los 58 años. Algunos de ellos cayeron en combate y dieron la vida por un pueblo del que ya formaban parte. Algunos llegaron a generales como Francisco Villamil y otros como José Martínez o Pablo Insua fueron amigos personales del propio Martí, que escribía sobre la muerte del último en el diario Patria:
"Sería injusticia suma, y suma ingratitud, al hablar de los gallegos en Cuba, no poner una flor de las que no se secan sobre la sepultura cubierta de nieve de Pablo Insua. Él fue el héroe modesto y eficaz de la tentativa de los cubanos por la independencia, después del Zanjón: el héroe en New York. Quien no conozca la larga lucha de Galicia por sus derechos ofendidos, la emigración voluntaria de sus mejores hijos en busca de justicia y dignidad, la levadura sorda y creciente de emancipación del terruño arruinado en torno al pazo feudal, el partido formal de independencia creado en Galicia con lo mejor del país, hubiera extrañado aquella pasión de hijo, aquella abundancia de la bolsa, aquella república viva y ardiente, con que defendía Pablo Insua la libertad cubana".
Galicia lloraría finalizada la guerra los muertos en la contienda. Unos hablan de 3.000 y otros de 8.000 perecidos de un total de 50.000 que se llevó la guerra en más de tres años de lucha. La mayoría víctimas de las terribles enfermedades a las que no estaban acostumbrados y para las que no tenían defensas, como la disentería, paludismo, fiebre tifoidea o tuberculosis pulmonar. Otros, como los marineros del "Vizcaya", todos gallegos, morirían en la batalla de Santiago. Pero lo más duro para gallegos y españoles fue recibir a esa gran cantidad de repatriados, muchos de ellos enfermos y moribundos. La prensa se haría profundo eco de esta situación, que analizaremos más adelante. (Continuará)
Un texto muy interesante, sólo se echa en falta incluir un enlace al artículo original. En general, sería muy positivo que se incluyeran los enlaces en todos los artículos externos.
ResponderBorrarHola Anonimo;
ResponderBorrarGracias por participar. Yo pensé poner el enlace en la última parte, lo voy a poner completo, pero bueno, lo puedo poner en la próxima parte. Ahora estoy apurado pues tengo que salir.
Un abrazo
Y con el Desastre del 98 vino, también, "la Generación del 98". Escritores que veian que el fin de España como nación estaba a la vuelta de la esquina, pues si España podía perder la españolísima Cuba, por que no iba a perder también Galicia, Murcia, las Islas Canarias, Cataluña, Asturias o el Pais Vasco?
ResponderBorrarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_del_98
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ResponderBorrarHablando de gallegos....
ResponderBorrarLa Fortuna de Fidel Castro, $1.200 Millones,
según ex Ministro Cubano de Industrias
El capital personal del líder cubano Fidel Castro está muy cercano a lo informado últimamente por la revista norteamericana Forbes. El cálculo es de mil 200 millones de dólares, de acuerdo con un ex alto funcionario de la esfera económica cubana que desertó en Estados Unidos, recientemente.
En entrevista con María Elvira Salazar, conductora del programa María Elvira Live de la cadena de televisión Mega TV de Miami, Arturo Guzmán Pascual, ex ministro de Industrias y de otras dos carteras relacionadas con actividades económicas, aseguró que esa cantidad constituye aproximadamente el capital de la llamada "caja del comandante en jefe", es decir, del actual primer secretario del Partido Comunista de Cuba y ex presidente de los consejos de Estado y de Ministros, Fidel Castro Ruz.
Según Guzmán Pascual hay otras dos cajas de capital en Cuba, de este tipo, una corresponde al general Raúl Castro Ruz, actual presidente de los consejos de Estado y de Ministros, y la otra está destinada a cubrir las necesidades de la sociedad a través del Ministerio de Economía. Esta última "es la que menos recursos recibe", dijo el ex funcionario.
Guzmán Pascual, quien también fue presidente del equipo económico del Consejo de Ministros de Cuba, desertó recientemente luego de haber trabajado, además, en Suiza y México. En el primero de estos dos países, encontró la cifra de mil 200 millones de dólares que presuntamente están bajo el control de Fidel Castro en bancos suizos.
El ex alto funcionario cubano dijo que "algunos ministros a veces debían pedir dinero a la caja del comandante" para financiar las operaciones de su ministerio, y "en algunos casos deben pagar el préstamo con intereses". No siempre reciben el préstamo, agregó.
Si es un ministro de alto nivel puede pedir el dinero directamente a Castro, si no lo es "debe hacer su solicitud ante el Ministerio de Economía".
Castro ha aparecido últimamente en el apartado de Monarcas y Dictadores de la lista de personas más ricas del mundo, que publica anualmente la revista Forbes, con una fortuna personal que oscila precisamente entre los mil 200 y mil 500 millones de dólares. El gobierno cubano ha amenazado con demandar a la revista.
Salazar anunció que Guzmán Pascual aparecerá en próximos programas de Maria Elvira Live, en el que han hecho declaraciones varios desertores cubanos recientemente, entre ellos el también ex funcionario de la esfera económica Jesús Marzo Fernández, y los ex agentes de los servicios de inteligencia cubanos Delfín Fernández y Roberto Hernández del Llano, así como Carlos Calvo, ex escolta de Fidel Castro.
Fortunas y Secretos de Fidel Castro
Y hablando de gallegos, tenemos a nuestro mas Ilustre Gallego:
ResponderBorrarDon Angel Maria Castro Arguiz, nacido el 4 de Diciembre de 1975 en la aldea de Armea, en Lancara, Galicia.
En 1985 se enrolo en el ejercito, con recompensa de 1,000 pesetas, para ir a combatir en Cuba.
En Septiembre de 1898 fue repatriado, junto con otros soldados, pero regreso a la Habana al año siguiente, en Diciembre 3 de 1899.
Tomado de: The Moncada Attack, Birth of the Cuban Revolution, by Antonio Rafael de la Coba, Ph.D.
Eon Flux me da que te han bailado los años enhhhhh???.... jejejejeje. Un salu2.MAX
ResponderBorrarMax, gracias por la correccion.
ResponderBorrarNuestro ilustre nacio en el 1875 y enrolo en el ejercito en el 1895!
Gracias.
Saludos