martes, 15 de diciembre de 2009

El fracaso de esas consultillas soberanistas. Por Pedro Ramón Sánchez Peinado

Ésta mañana, por fin, me he podido desayunar con una sonrisa en la jeta. Hoy, después de varias semanas me he tomado, gustoso, el café con leche. La razón es que lo que no han hecho los políticos, lo ha hecho el pueblo catalán al que tanto admiro, estimo y respeto. Y es que el total fracaso de las consultas soberanistas impulsadas por los grupúsculos nazionalistas en la Comunidad Autónoma de Cataluña me han demostrado que es posible creer en el catalán de bien que trabaja, come, caga y duerme cómo cualquier ciudadano de nuestra Piel de Toro. Es posible ver, a través de las tonterías que nos sueltan los políticos ,al verdadero hombre de a pie. que reside en Barcelona, Martorell o Tarragona. Ésto, al que haya leido la prensa, puede sonar algo incongruente, pues dichos grupúsculos lo han enarbolado cómo un éxito en favor de la autodeterminación. En cierta manera es así, pero sólo en cierta manera., pues hay que saber leer entre líneas y ver que lo dicen con la boca pequeña, cómo creyéndose que han triunfado pero sin tenerlas todas consigo. Lo que esperaban que fuera una base suficiente para una declaración de intenciones unilateral se ha convertido en una victoria pírrica. Todo el prestigio , si se puede llamar así, que la causa nazionalista había conseguido desde la muerte de Franki Franco se ha ido al garete. Se ha volatilizado cómo un castillo de naipes ante un huracán. Eso sí, para ellos ha sido una victoria total y absoluta, pues el noventa y cinco por ciento de los votantes ha votado "Si" a la independencia.

¿Dónde está entonces el fracaso de la consultilla? Es fácil. Por un lado de setecientos mil catalanes llamados a esas urnas ilegales en esa votación de juguete sólo acudieron unos doscientos mil. Un treinta por ciento. Si tenemos en cuenta que esas consultas se han llevado a cabo en pueblos, y digo bien, pueblos sin demasiado poder específico en la decisión total de la Comunidad, o lo que es lo mismo, seleccionados por su amplia afiliación independentista, que no catalanista, nos vamos dando cuenta de la pifia que se ha gestado. Obviamente los nazionalistas han movido a todos sus partidarios, pero debemos tener en cuenta la amplia panoplia de personas en Cataluña que se consideran nazionalistas: Anarquistas, repúblicanos, comunistas, okupas y otros muchos más sin oficio ni beneficio que acuden a todo lo que sea quemar banderas españolas o que huela al humo que éstas desprenden. Es decir, los votantes en ese plesbicito no son, ni de lejos, un grupo representativo de la sociedad Catalana, sino puros exaltados. Ésto habría sido estrapolable en cualquier otro lugar de España donde surgiera éste problema. Si las consultas se llevaran a cabo en pueblos de raigambre andalucista, ahora podríamos decir que Andalucía votó "Si" a la escisión con España. Los que han votado en esa estupidez son un montón de nazionalistas de boquilla que no saben nada de lo que comporta la independencia y que sólo saben de resistencia al franquismo, que acabó hace cuarenta años pero aún no se han enterado, quemar banderas porque es un acto de mucha resistencia o algo así o de fastidiar a la policía con luchas estilo kale borroka.

El resultado pues, ha sido tan patético que Artur Más, a la sazón presidente del nazionalista partido Convergencia y Unión se ha apresurado a decir que ellos no contemplan la posibilidad de la independencia ni en ésta ni en la próxima legislatura, con lo que el plan urdido por Carodito Rovira se difumina poco a poco mientras las elecciones van llegando al mismo ritmo. Además los grupúsculos independentistas han mostrado su verdadera jeta al no presentar un bloque compacto, sino con múltiples fisuras y distintas direcciones. Todos se quieren llevar el mérito y para ello no dudan en echar tierra sobre el otro grupo nazionalista del barrio de más abajo, lo cual sólo nos puede provocar una risa contenida ante la suficiencia que quieren demostrar y la estupidez de la que hacen gala. Esto, al fin, nos lleva a pensar que tal y cómo dice la leyenda urbana, el objetivo de los nazionalismos en Cataluña sólo persigue el dinero. Conseguir más dinero para ellos, no para la Comunidad que, supuestamente representan y ésto no se puede conseguir con la independencia. El dinero viene de España y para que España suelte la mosca tiene que verse presionada, en este caso por consultillas estúpidas que sólo crean confrontación y, en consecuencia, les hacen el juego a esos nazionalistas buenos para nada.

El domingo fue un día grande para España y debemos sentirnos orgullosos de nuestros hermanos catalanes. Con sus faltas y virtudes han demostrado una actitud cívica para con el conjunto de la Nación. Primero, no acudiendo a las urnas y segundo dejando que los nazionalistas se quiten esa careta de buena gente que lucha por su tierra mostrando las fauces del lobo que sólo pretende conseguir más dinero a base de dar dentelladas con el manido recurso de la Independencia . Estado político éste que, ni ha llegado ni va a llegar jamás, no porque los españoles no queramos que Cataluña se independice, sino porque los propios catalanes no desean dejar de ser españoles. Esas consultillas han causado más daño que beneficio a sus impulsores y, en consecuencia ha asentado un poco más la causa españolista en los territorios nororientales. Hoy, de este modo, debemos dejar de lado los reproches y las suceptibilidades y mirar a los catalanes cómo españoles dignos de ese título que, con su ausencia a tal desmán que supone una consulta ilegal, han demostrado ser gente de bien que no tiene más culpa que la de residir en el mismo territorio que los cuatro muertos de hambre que, en lugar de trabajar y levantar su tierra, prefieren vivir del cuento y del bolsillo de sus compatriotas.

Del Blog C.S. Peinado

6 comentarios:

  1. Hay un detalle muy importante que hay que mencionar, pues en algunos pueblos, la mitad de los que votaron son immigrantes que NO tendrán derecho de voto en las elecciones del 2012, ya que desde todos los "casales de inmigrantes" fueron animados a votar por la independencia de Cataluña, para asi demostrar lo bien integrados que estan... en fin, y eso ocurre cuando los catalanes de pura cepa no quieren la independencia ni hartos de vino. Pero que puta pena

    ResponderBorrar
  2. Saludos a todos.

    Sólo queria añadir un par de puntos:

    Decir que no hay que olvidar que votaron niños desde 16 años. Exaltados ignorantes. Esta rebaja de edad esta hecha porque saben que en esa franja de edad la mayoría de individuos son afínes a esta traición, al igual que yo era republicano convencido entonces y renegaba de la Hispanidad.

    De todas formas hay que decir que la pregunta que hicieron en la consulta es una pregunta ficticia. Si la Comunidad Autónoma de Cataluña se independizara -obviando todos los problemas sociales de persecución y caos como ya pasó en Hispanoamérica- nunca podría entrar en la UE, porque España, al menos, siempre se opondría. Como España probablemente Reino Unido, Italia y Bélgica también.
    Por lo tanto perderían el euro, tendrían que desarrollar moneda propia. Las inversiones españolas se irían y las internacionales también ante la situación de inestabilidad típica tras un cambio. Se calcula que la caida del PIB catalán sería del 70%. Y en el caso de obviar todo lo anterior, el rechazo del mercado del resto de España y los impuestos de aduanas -con cualquier país de la UE-,compondrían un gran problema, pues, ¿dónde introducirían sus productos en caso de poder seguir produciéndolos?

    No olvidemos que todo esto sin considerar que el territorio de Cataluña es España, si sus habitantes no quieren ser españoles que se vayan. Según nuestra Carta Magna, esa que juran para llegar al cargo pero que luego menosprecian, traicionan y vilipendian -en un acto de perjuro y alta traición que debería ser juzgado- en este asunto nuestro Ejército y S.M. El Rey tienen mucho que decir dentro de la legalidad.

    Todo esto hace que la independencia sea algo imposible que no desea la clase política catalana. Pero desde que la traición a España en modo de separatismos se ha convertido en una forma de aumentar autonomismo -recordemos que autonomía no es soberanía aunque hayamos convertido España en un pais de reinos de Taifas insostenible-, los políticos usan de ella a modo de chantage.

    Al hilo de lo anterior no hemos de olvidar que los traidores de ERC no tienen más de 185.000 votos (en Cataluña hay 6 millones de habitantes), prácticamente los que votaron el otro día.

    Por último dejaré una reflexión. ¿El sistema democrático actual que tanta sangre nos ha costado consegir, que permite la libertad, no debería blindarse contra traidores internos al propio sistema para que no se mine sus reglas básicas, como es, por ejemplo, la Constitución?

    Yo también desayuné agusto aquel día. Espero que llegue el día en que en España la alta traición a la Nación y a la Constitución, con perjuro -para llegar al poder- sea delito, como en cualquier País que se respeta a sí mismo.

    Un saludo a todos, en especial a José Ramón y que viva la Hispanidad.

    ResponderBorrar
  3. Sea cómo fuere, quien verdaderamente ha ganado con éste pretendido pulso nazionalista ha sido el pueblo español. Las máscaras han caido y por fin podemos vislumbrar un camino hacia la resolución de los acostumbrados conflictos territoriales.

    Sólo quiero añadir que ahora, el resto de España debe intentar comprender que los catalanes no son los enemigos, que los enemigos son esos enérgumenos que ahora se han descubierto con un patético intento de sacar rédito político de una consulta estúpida y que han quedado a la altura del betún.

    ResponderBorrar
  4. Esta consulta sobre la independencia de Cataluña ha demostrado claramente que los independentistas son muy pocos pero hacen mucho ruido.

    Es muy llamativo que a pesar de que la consulta sólo se ha realizado en las regiones más independentistas de Cataluña la participación ha sido bajísima, algo menos del 30%.

    ResponderBorrar
  5. Sin duda nos damos cuenta de una cosa:
    Ha sido correcto permitirles celebrar una consulta sin sin valor aunque para ellos tiene mucho valor, hay que agradecer al gobierno que no lo prohibiera y la permitierna ya que se ha demostrado que no irian a ninguna parte de ser una consulta legal pues:
    la consulta se ha realizado en sus feudos independentistas.
    De 700 mil fueron a votar 200 mil.
    De 200 mil votaron por la secesión el 95%, es decir 190.000 votos a favor.
    Resumiendo de 700.000, pedían la secesión 190.000 que también es mentira pues votaron menores de edad y votaron personas emigrantes sin derecho a voto.
    En definitiva de sus 700 mil votantes fueron favorables a su postura menos del 30% (con las irregularidades que conocemos).
    Todo eso sucedio en su feudo, "si yo hubiera convocado este referendum me pondria a llorar", el resultado ha sido patético y ellos lo saben.

    ResponderBorrar
  6. Es triste leer 'nazionalista' con Z cuando quienes impulsaron la consulta son ciudadanos que defienden el instrumento más democrático que hay: un referendum, la voz directa del pueblo.

    Yo soy un catalán no independentista, y me entristece leer insultos varios injustificados contra esos otros catalanes.

    ResponderBorrar