viernes, 24 de septiembre de 2010

¡Viva la Pepa!


Las garantías procesal y penal... suponían un cambio radical, revolucionario.
El proceso constitucional iniciado tal día como hoy en el teatro de la isla de León, hoy ciudad de San Fernando, que culminó en el oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, supone el nacimiento de una constitución en la que el pueblo español asumía su soberanía. Los españoles pasaron de súbditos a ciudadanos. Ha sido un acierto que el Congreso de los Diputados haya recordado en una declaración institucional la transcendencia de aquella fecha por más que tal declaración tenga ciertas invocaciones idílicas más que reales.
España estaba invadida por tropas extranjeras pero la Constitución de Cádiz se proclama por la regencia del reino en nombre de ese “peor rey de nuestra historia” y “en su ausencia y cautividad” mientras el monarca escribía cartas de felicitación a Napoleón y a José I por sus victorias militares contra los españoles que con tanto coraje defendían su trono derramando su sangre.
José I era rey de España por la vergonzosa entrega de la corona a Napoleón, protagonizada por Carlos IV y su hijo, y el posterior estatuto de Bayona. Resultaba paradójico que Fernando VII, que vivía un exilio dorado en Valençay, en el castillo de Tayllerand, se sintiese más cerca de quienes gritaban “¡Vivan las cadenas!” que de quienes, en su nombre, gritaban “¡Viva la libertad!”.
La Constitución de Cádizla Pepa, sentó las bases de constituciones posteriores y estaba en sintonía con el movimiento constitucionalista europeo. La soberanía residenciada en la nación, libre e independiente, que no es patrimonio de ninguna familia ni persona. La división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. El derecho de representación en cortes, igual para ambos hemisferios.
La libertad de expresión y el derecho de prensa e imprenta. El derecho de integridad física de toda persona, excluyendo el tormento. La libertad personal. La inviolabilidad del domicilio. Las garantías procesal y penal... suponían un cambio radical, revolucionario.
Tras la de 1812 la historia constitucional de España ha sido amplia, con el estatuto real de 1834 y las constituciones de 1837, 1845, 1856, 1869, 1876, 1831 y la vigente de 1978, la única de consenso, sin cortar el proyecto constitucional de 1852 y el proyecto de constitución federal de 1873.
No me salen las fechas de ese corto periodo de dieciséis años de libertad que, según el presidente del Congreso, ha vivido España desde la de Cádiz a la Constitución vigente. Formalmente han sido bastantes más, aunque habría que conocer el criterio personal que ha dado lugar esa cifra.
*Juan Van-Halen es académico correspondiente de la historia y senado

No hay comentarios.:

Publicar un comentario