(Foto de Internet, Teatro Amadeu Roldan, La Habana 1920’s. Ese teatro lo quemaron y fue restaurado)
Por Dr. Rowland Bosch
En 1928 se inauguró el teatro Auditorium, que fue la sede de Pro-Arte Musical, institución ejemplar en la cual muchos artistas de fama mundial hicieron presentaciones en Cuba.
Entre los años 1920 y 1930 proliferan los conservatorios de música como el Hubert de Blank, el de Benjamín Orbón, el Peyrellade, el conservatorio municipal de La Habana "Félix Alpízar", y surgen academias de canto como la de Lalo, la de Mariano Meléndez, la de Rafael Jardines, (donde estudió este autor), la de la yugoslava Mariana de Gonich y la de los esposos italianos Tina Farelli y Arturo Bovi donde aprendieron la técnica del canto sopranos, barítonos y tenores de la talla de Francisco Naya, tenor lírico que cubrió un espacio de tiempo en la historia del canto clásico en la isla.
En los años finales de la década del veinte del presente siglo y en los años 30 florece el teatro lírico cubano y entran en la historia de Cuba los compositores Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, Luis Casas Romero, Eliseo Grenet y otros, quiénes compusieron bellísimas melodías de rango operístico. Al popularizarse la radio, se divulga la música de zarzuela al nuevo público.
Gonzalo Roig, autor de canciones mundialmente conocidas como Quiéreme mucho, compone la más grande de las zarzuelas cubanas, Cecilia Valdés, que, junto a María la O de Ernesto Lecuona constituyen las dos zarzuelas cubanas más populares.
Cecilia Valdés se estrenó el 26 de marzo de 1932 en el teatro Martí de La Habana. Está basada en la novela del mismo nombre de Cirilo Villaverde con libreto de Agustín Rodríguez y José Sánchez Arcilla. El papel de Cecilia correspondió a la soprano mexicana Elisa Altamirano en vez de a Caridad Suárez, como originalmente se había programado.
En este mismo año de 1932 se estrena El Clarín, también de Roig. El cafetal de Lecuona se presenta en el Payret de La Habana; esta zarzuela había sido estrenada en 1929 en el teatro Regina, también de La Habana.
Se vuelven a escenificar Rosa La China de Lecuona, Soledad de Rodrigo Prats y Niña Rita escrita en colaboración por Lecuona y Grenet.
En 1935 se estrena María Belén Chacón y Amalia Batista, ambas de Rodrigo Prats, y se vuelve a presentar Cecilia Valdés. En 1948 se graba esta zarzuela por la firma discográfica de Fernando Montilla y con un elenco cubano.
Cecilia Valdés es un ejemplo de la riqueza y de la variedad de la música cubana en la cual se entremezclan ritmos de origen africano y también tonadas con muchas reminiscencias de la madre patria. Así tenemos en ella la contradanza, el pregón, la habanera, y el tango congo representado por el Po Po Po.
En 1938 se funda la Opera Nacional con cantantes como Zoila Gálvez, Carmelina Rosell, y Carmelina Santana y se inaugura la temporada con varias óperas como La Traviata, Tosca y Caballería Rusticana.
Otro gran compositor cubano lo fue Eduardo Sánchez de Fuentes. Se dice que ha sido el más completo músico y compositor habanero. Escribió varias óperas, entre ellas Yumurí, estrenada en 1898 en el Albisu. La ópera Kabelia, la última de sus obras, fue estrenada en el teatro Nacional en 1942 (dos años antes de morir el compositor), bajo la batuta de Gonzalo Roig y cantada por el tenor español Hipólito Lázaro.
Sánchez de Fuentes escribió además tres operetas, Caballero de Plata, Por un beso y Eva y un ballet completo con el título de Dione. Toda la obra de este compositor está enmarcada dentro de un verdadero cubanismo.
Otro gran compositor lo fue Jorge Ankermann Rofart (1877-1941). Es el más prolífico de los compositores cubanos con cerca de 3,000 obras. Autor de Flor de Yumurí, canción bellísima, y de zarzuelas como Isla Feliz y Aires de otoño. Su sobrino, Rodrigo Prat y Llorens (1910-1980), el último de los grandes compositores de este ciclo, y que ya mencionamos, compuso zarzuelas de gran contenido folklórico como Soledad, María Belén Chacón estrenada en 1935, Amalia Batista, La Habana que vuelve, Guamá, Locura y El gran desfile.
Ernesto Lecuona y Casado, iniciador de la época más importante del teatro lírico en La Habana y del estilo costumbrista en sus zarzuelas, compuso las siguientes: El Cafetal, María la O, Los curros del manglar, Rosa la china (que es en realidad un sainete lírico) Lola Cruz y El Batey. Todas las anteriores con libretos del poeta cubano Gustavo Sánchez Galarraga. Este binomio Galarraga-Lecuona hizo época en la historia de la zarzuela cubana.
Otras zarzuelas de Lecuona son: Sor Inés, Cuando La Habana era inglesa, La de Jesús María, La niña Rita -con Eliseo Grenet- La Tierra de Venus -que contiene la canción internacionalmente conocida Siboney-, Por una mujer, en colaboración con Grenet, y La plaza de la catedral. Lecuona además escribió dos óperas, El sombrero de Yarey, que no llegó a terminar, y El Maizal.
Moisés Simons fue popular por ser el autor de Marta, canción cantada y grabada por el famoso Beniamino Gigli y por el tenor mexicano Alfonso Ortiz Tirado y por su El manisero, que universalizó la genial Rita Montaner. Escribió una sola zarzuela: La niña Mercé.
José Marín Varona, (1859-1950) con su zarzuela El brujo, de tema costumbrista cubano.
Eliseo Grenet (1893-1912) compuso zarzuelas como La niña Rita en colaboración con Lecuona, que contiene el famoso tango congo Mama Inés, La virgen morena (representada en España con gran éxito), El mendigo, y La camagüeyana.
Luis Casas Romero (1882-1950) escribió más de veinte zarzuelas costumbristas, entre las que destacan El teniente alegría y La moneda nacional. Dos canciones han pasado a la historia: El mambí y Si llego a besarte. Y Julio Gutiérez, más conocido por sus canciones, escribió una zarzuela El solar.
En esta época y posteriormente, descollaron cantantes valiosos que contribuyeron con sus bellas voces a popularizar las arias de las zarzuelas cubanas en boga. Citemos solamente, a manera de ejemplo, los nombres de algunos: entre las voces femeninas Rosario García Orellana, Hortensia Coalla, Zoila Gálvez, Caridad Suárez, Tomasita Núñez, Maruja González, Rita Montaner y Marta Pérez; entre las masculinas, Francisco Naya, Francisco Fernández Dominicis, (tenor cubano que cantó doce temporadas en la Scala de Milán), Mariano Meléndez, que dirigió la academia de canto de su nombre; Ramón Calzadilla, Emilio Medrano, José Lematt, y Francisco Obregón.
Hay dos compositores que, aunque no compusieron zarzuelas, debemos recordar: Amadeo Roldán (1900-1939) y Alejandro Caturla (1906-1940). Ambos llevaron la música cubana a los más altos niveles internacionales. Sus obras sobe música cubana no pueden dejarse de mencionar en ningún trabajo sobre música clásica.
En los años 50, Marcos Redondo y su compañía de zarzuelas visitan Cuba. También lo hace la compañía de zarzuelas de Moreno Torroba, con el matrimonio formado por la soprano Pepita Embil y el barítono Plácido Domingo (padre del tenor del mismo nombre).
Montílla, la compañía discográfica, se decide a grabar tres zarzuelas de Ernesto Lecuona: Rosa la china, María la O, y El Cafetal. Son las únicas versiones de estas zarzuelas que han quedado en disco. Desafortunadamente, se emplearon cantantes españoles, lo que impidió darles a las grabaciones el sabor criollo que el autor se propuso al componerlas. La misma firma Fernando Montilla grabó Cecilia Valdés con artistas del patio y logró una genuina versión de la obra.
Mencionemos nuevamente a Pro-Arte Musical en Cuba que hizo extraordinarios aportes a la cultura musical. Gracias a esta institución ejemplar los cubanos pudimos conocer y escuchar a los más grandes divos y músicos y artistas famosos.
A pesar de la situación revolucionaria, Pro Arte Musical trató de mantenerse activa, pero hubo de celebrar su última función en septiembre de 1967, con un programa de canciones cubanas, muchas de ellas selecciones de zarzuelas, en el Lyceum and Lawn Tennis Club, ya que el teatro Auditorium, su sede por muchos años, había sido confiscado por el gobierno en 1960.
En el exilio cubano son incontables los esfuerzos que se han hecho para mantener y divulgar la rica cultura musical lírica de Cuba (una de las más fértiles de América.)
En Miami mencionemos, entre otras, la sociedad Pro-Arte Gratelli, que ha contado con el entusiasmo de artistas cubanos como la mezzo-soprano Marta Pérez y otros que han mantenido, sorteando enormes dificultades, el arte lírico musical cubano e internacional en la capital del exilio. El año 1996, esta sociedad artística presentó en Miami la zarzuela de Lecuona Lola Cruz con gran éxito, bajo la dirección musical del maestro Alfredo Munar y cantada por la formidable soprano Martica Ruiz Saavedra.
En la zona noreste de los Estados Unidos se han hecho intentos loables para dar a conocer el arte lírico por grupos de amantes del género, como el fundado hace varios años: Amigos de la zarzuela.
Otros esfuerzos dignos de encomio se han realizado en el Town Hall de Nueva York; en el teatro Park de Union City; en la iglesia San Rocco de North Bergen y en la iglesia San Agustín de Union City por la compañía lírico musical.
Se presentó hace varios años Cecilia Valdés, entre otras zarzuelas, en el teatro Park, con la actuación de los artistas cubanos Ana Margarita Martínez Casado y Efren Puig.
En el teatro Repertorio Español se presentó la revista musical Habana -con selecciones de zarzuelas cubanas-; que se mantuvo durante varios años en cartelera.
Antes de trasladarse a Miami la soprano cubana América Crespo (recientemente fallecida) nos ofreció varios recitales de canciones cubanas, entre ellas muchas de zarzuelas, en el teatro de la asociación Hijos y amigos de Fomento.
El recién fundado grupo lírico Rita Montaner ha brindado varias funciones en el condado de Hudson, en New Jersey, con las actuaciones de artistas prestigiosos como Mirta Puig, Esteban Falcón, el tenor René Rodríguez y otros más, y con la dirección del pianista Gilberto Pérez Labastida.
Y esperamos que en un no lejano día la zarzuela resurja en Cuba (donde hay actualmente compositores y cantantes de calidad) y en el mundo hispánico, porque el alma artística del cubano está allí intacta, inviolada.
(En Cuba al menos hasta 1980 que yo salí, había todos los años temporada de Zarzuela en el "Teatro Mella" de La Habana, antíguo “Rodi". J.R.M.)
Bibliografía:
JR, mira los comentarios de este video, ahi tienes otra muestra de que los cubanos no tienen nada que ver con ecuatorianos, bolivianos y tantos otros "indigentistas"...
ResponderBorrarhttp://www.youtube.com/watch?v=XDeiovnCv1o
elnopalmascubano
hace 1 semana
@disneyhollywoodfamou im glad you closed your account perro! Im not full Spaniard, but they're still my cousins. so dont mess with us!!
disneyhollywoodfamou
hace 1 semana
I LOOOOOOOOOOOOOOOOOVE THIS SONG,BUT I HATE THE VOIDEO BECOUSE I HATE SPAIN ,SPANISH PEOPLE IS SO STUPID!