sábado, 24 de julio de 2010

COMIENZO DE LA INSURRECCIÓN EN CUBA. ANEXIONISMO. POR ENRIQUE MONDOZA Y VISCAINO (PARTE II)

(Continuación)

 López a su vez recibía fondos de los patriotas cubanos y organizaba una segunda expedición en 1849, que había de mandar él en persona. Reclutó al afecto sus partidarios entre las gentes de peores costumbres en la isla Redonda, que debía ser el punto de partida.

 El Gobierno americano, ante las enérgicas protestas de España, y no pudiendo pasar desapercibida aquella expedición, compuesta en su mayor parte de corsarios y piratas, la mandó a disolver.

 No desalentado López y queriendo evitar a toda costa la desmoralización de sus posesivos, logró colocar un empréstito en los Estados Unidos de dos millones de pesos al 88 por ciento garantizado con la propiedad de Cuba, e hizo renacer el entusiasmo en aquellos aventureros, dándoles luego algunas pagas de marcha.

 Les recogió enseguida juramento de cumplir su palabra y les proveyó de cartas de naturaleza americana, cualquiera que fuese su nacionalidad, como una salvaguardia para el caso de caer en manos de los españoles.

 Con el objeto de aumentar López el número de sus adeptos, se valió del ardid de hacer creer al público que la expedición se dirigía a los placeres del oro de California, con lo cual pudo llegar hasta unos seiscientos seis  nombres de enganchados.

 Atravezó la expedición el seno mexicano y tras una breve estancia en Cabo Catoche, Yucatan, emprendió el camino hacia Cuba, haciéndoles a la vela los dias 15 y 16 de Mayo de 1850.

 El vapor español "Pizarro" tenía órdenes del Capitán General de Cuba de salir al encuentro de la expedición, de la cual ya se tenía noticias. Así lo verificó y el mismo día pudo apresar en Contoy a una barca y un bergantín-goleta con la correspondencia y algunos expedicionarios armados. La mayor parte de ellos no pudo ser capturada porque había salido de Yucatán un día antes, en el vapor Creole donde iban López y quinientos de los suyos, que desembarcaron en Cárdenas, después de varias tentativas, el 19 de Mayo. El Gobernador D. Francisco Cerruti se puso inmediatamente a la cabeza de diecisiete hombres, única fuerza de que por el momento pudo disponer y tras una corta refriega fue hecho prisionero. Los invasores se apoderaron de los fondos de aduana y cometieron depredaciones en la ciudad.

 En la tarde fue atacado López por otra pequeña  fuerza española que había llegado a Cárdenas con el objetivo de auxiliar a Cerruti, y la cual fue también vencida, por su pequeño número. No obstante, se reembarcó violentamente López rumbo a Cayo Hueso, por haber notado pocas simpatías del vecindario hacia su causa.

 Los Cinsules españoles en Estados Unidos informaron al Gobierno de la Isla que, según los datos recogidos se sabía que si la expedición de López hubiese sido secundado por los habitantes de Cuba, habrían salido de Nueva York, Boston, Nueva Orleans y otros puertos, cerca de diez mil hombres a apoyar la revolución, tan luego como se hubiera recibido esta nueva.

 Las protestas y quejas se dirigieron al Gobierno de la Unión por parte del de España con ese motivo, fueron tales y tan justificadas, que se logró  por el cónsul de Nueva Orleans que López fuese detenido y procesado. Mas como de las averiguaciones  practicadas en la institución de ese proceso, resultó que en la expedición de López estaban complicados muchos altos funcionarios americanos, tuvo que sobreerse la causa, no sin el escandalo consiguiente.

 Este resultado estimuló a López, como era natural, a la continuación de sus empresas.

 Por aquel tiempo permanecía abierto en Texas un público alistamiento para Cuba. Figuraba como director de aquel centro revolucionario Mr. Walker, el mismo Gobernador del Estado; con el pretexto de invadir Haití se hacen en realidad los preparativos para la nueva expedición a la gran Antilla.

 En uno de los vapores que hacían la travesía de Nueva York a Chagres, navegaba a principios de Diciembre del mismo año (1850) el ya famoso Garibaldi, a quien se propuso de parte de la Junta americana el mando de la proyectada expedición; mas él se excusó por estar aún pendiente, según dijo, de los sucesos de su país.

 Al llegar el año 1851 no había sido posible a los empresarios obtener dinero para la realización de sus proyectos. Poco después, que en parte fue vencido este obstáculo, no pudo superarse el que representaba la actitud del Gobierno de Washington (En los periódicos de Nueva Orleans aparecieron en ese año las listas de los personajes  de los Estados Unidos que estaban implicados en los proyectos anexionistas de López, entre ellos Mr. Quittma Gobernador de Luisiana. Lo afirma así el historiador Justo Zaragoza en su obra "Las insurrecciones en Cuba"), que por entonces amenazó a los filibusteros con privarlos de sus derechos de ciudadanos americanos, siento este el motivo para que los invasores escogieran como punto de reunión y partida, las costas de Yucatán. Esta vez el ministro mexicano D. Mariano Yañez, cumpliendo las promesas de imparcialidad de su gobierno a España, impidió que se llevase a termino la expedición.

 Esta serie de dificultades hizo que fueran suspendidas las tentativas de invadir a Cuba por entonces.

(Continuará)

COMIENZO DE LA INSURRECCIÓN EN CUBA. ANEXIONISMO. POR ENRIQUE MENDOZA Y VISCAÍNO. (PARTE I)

El primer movimiento formal en favor de la independencia de Cuba debió tener lugar el 17 de Agosto de 1823.

 Agentes norte y sudamericanos habían emigrados a la Isla y trabajaban secretamente para atraer a sus doctrinas a todas las clases sociales.

 Eran en su mayoría partidarios de Simón Bolívar, por lo cuál aquél movimiento fue designado mas tarde con el nombre de Conspiración de los Soles de Bolívar.

 Contaban con algunas armas y municiones y sobre todo con el apoyo moral de Norte América, que sea por la prensa o por medio de sus agentes los excitaba a seguir
el ejemplo de los demás reinos americanos ya emancipados en aquella fecha.

 Esta conspiración fue descubierta casualmente por un esclavo que era el prensista de la imprenta donde se hacían las hojas de propaganda. Éste, sin calcular las consecuencias de su acción, extrajo furtivamente una prueba de la proclama y la llevó a mostrar a su prometida; la cual prueba, pasando por distintas manos, no tardó en ir a dar a las General Vives, actual gobernante de la Isla.

 Se descubrió que estaban de acuerdo en la conspiración mas de setenta personas; se les recogieron varios impresos, armas, banderas, etc. y todos los promotores fueron puestos en prisión y castigados severamente. Según las declaraciones de los acusados, la conspiración tenía por objeto la independencia de Cuba.

 Con el escarmiento producido por los castigos del General Vives se calmó por entonces la excitación, y cesaron los esfuerzos para difundir la idea de la rebelión durante algunos años, no ocurriendo entre tanto sino ligeras tentativas de muy poca importancia.

 No pasaba lo mismo en EEUU, donde con franqueza se formaban juntas de simpatizadores con la insurrección y se contribuía publicamente para ayudar en aquella causa.

 En 1843 trajo no pocas dificultades y complicaciones al gobierno de la Isla la difusion de las doctrinas abolicionistas de la esclavitud, que contaba con muchos prosélitos entre los mismos cubanos.

 Tres años mas tarde se propuso desembosadamente la idea de la anexión de Cuba a EEUU, cuando en 1846 el senador Mr Yule, de la Florida, propuso a la Cámara la compra de la Isla. Tan arraigada estaba en la opinión pública la anexión, que fue preciso que los periódicos de Cuba desvanecieran las falsedades publicadas por la prensa americana  al afirmar que las negociaciones en este sentido, prosperaban en España.

 En aquella época el ex-general español Narciso Lopez, acérrimo enemigo de los intereses coloniales y fiel ejecutor de sus propias ambiciones, había emprendido, de acuerdo a algunas sociedades secretas cubana y americanas, extensos trabajos en favor de la insurrección.

 En 1848, siendo Gobernante de Cuba el Conde Alcoy, observó que en poco tiempo desembarcaron una multitud de individuos sospechosos, que no eran otros que los emisarios norteamericanos e ingleses que llevaban el encargo de sublevar los habitantes de Cuba y proclamar la anexión a los Estados Unidos.

 Se había puesto a la cabeza de los alborotadores el expresado Narciso López que intentó con mal éxito un levantamiento en Trinidad y Cienfuegos; fue descubierto por Alcoy con mucha oportunidad y sofocado completamente.

 Huyó López al extranjero para continuar su empresa ayudado por la propaganda que hacían los apóstoles americanos y por las sociedades secretas de que hemos hablado.

 Trató de organizar una nueva expedición en la isla del Gato (Cat Island) del grupo de las Bahamas, hoy propiedad de Inglaterra, donde varios aventureros americanos y descontentos españoles se reunieron para invadir a Cuba, de acuerdo con el partido  exaltado de la Isla. Pero no fue tampoco llevada a efecto esta expedición.

 Los agentes del Conde Alcoy tuvieron noticias oportunas de los preparativos, y mediante enérgicas protestas al Gobierno americano, se consiguió que fuera disuelta la reunión y aun que ofreciera el mismo Gobierno impedir  la formación y salida de nuevas expediciones del territorio.

 Sin embargo de estas promesas, poco creídas, se pidió a España el argumento del ejercito de la Isla y algunos vapores mas, para resguardar las costas, temiendo que el Gobierno de Cuba fuera a necesitar muy pronto de esos refuerzos, como así sucedió.

(Continuará)