Entonces algo interesante ocurre. Las revistas Cuba y América y El Fígaro hicieron encuestas para determinar qué prócer debía remplazar con su estatua la de la reina Española y el resultado fue publicado el 28 de Mayo de 1899:
1- En 1er lugar el pueblo eligió a José Martí
2- En 2do lugar con un estrecho margen de apenas 4 votos se eligió a la Estatua de la Libertad
3- En 3er lugar la gente votó por una estatua de Cristóbal Colón.
Eventualmente (por una razón u otra) la estatua de Martí demoró 6 años en completarse. Incluso para 1902 aun este espacio estaba vacío y por lo tanto se decidió con motivo de la celebración de las fiestas de inauguración de la Republica comprar por $2,000 dólares en los Estados Unidos una Estatua de la Libertad de calamina que tenia el escudo americano en su brazo izquierdo y una tea en su mano derecha. Curiosamente un ciclón la destruyó en 1903 en ocasión del 135 aniversario de la Guerra de Independencia.
Foto del momento en que se baja la estatua de la Reina Isabel II el 12 de Marzo de 1899 en el Parque Central.
La Estatua de la Libertad en el Parque Central de la Habana que se colocó en 1902 y fue destruida por un ciclón en Octubre de 1903.
Estatua de Martí del escultor cubano José Vilalta, inaugurada por Máximo Gómez en el Parque Central el 24 de febrero de 1905.
J.R., en un foro que suelo frecuentar han publicado un texto sobre España que me pareció muy interesante. En la escuela no nos enseñan nada sobre la España visigoda, pero ciertamente es un periodo de lo más relevante con respecto a la formación de España
ResponderBorrarhttp://hispanismo.org/historia-y-antropologia/13499-que-es-espana.html
Me parece loable esta página, porque todo intento de que Cuba salga del infierno actual es bienvenido.
ResponderBorrarPero puesto para la cosas, sería más racional que Cuba fuera un estado más de Estados Unidos.
España ha avanzado mucho, pero aún es un país inmaduro, tiene menos experiencia republicana que Cuba. Hoy se pueden apreciar sus insuficiencias como país para gobernarse, se debate entre dos bandos que no acaban de entender lo que es una democracia, y persiste un caciquismo oculto que impide su real desarrollo. Cuba no puede, después del trauma de más de 50 años, echarse encima un problema más.
No me gustaría que fuera una Comunidad Autónoma más de España (las comunidades autónomas también están ahora en entredicho), aunque reconozco la valía del proyecto.