( Foto de Internet )
Me complace poder participar en una discusión tan interesante. Yo no pretendo imponer mi criterio, por eso no espero precisamente que mi criterio tenga que ser respetado, pero si espero que se me respete a mí mismo y que cualquiera que tenga una idea contraria a la mía, sepa defenderla, sin desacreditaciones y con el argumento textual de sus explicaciones.
Yo no suelo escandalizarme ante ninguna idea anexionista. Desde José Antonio Saco hasta finales de la guerra de independencia hubieron muchos patriotas independentistas “de España” que a su vez eran anexionistas de “Estados Unidos”. Estados Unidos era para finales de 1850 todo un ejemplo de democracia algo que en el resto del continente no se veía porque decla independencia de España devinieron regímenes dictatoriales, disputas de poder y traiciones políticas. La constitución americana no hablaba de Nación por entonces, hablaba de pactos entre estados. Después de la guerra civil americana fue que la palabra “Nación” entró en escena, de manera que la idea de pertenecer a una constitución donde la prosperidad social sería garantizada (bajos impuestos, trabajo, libertades políticas y sociales) no escandalizaba a nadie, tan solo chocaba con las diferentes tendencias políticas de la Cuba colonial (independencia, anexionismo, reformismo y autonomismo). Para mi, desacelerar el nacionalismo cubano no es una traición al pueblo cubano siempre y cuando se piense en su benéfico. Sin embargo, hay elementos que yo diría que no se pueden pasar por alto. Primero yo señalaría la falsa globalización. ¿Por qué digo falsa? Simplemente porque no se puede esperar que exista una globalización fragmentalista porque ambos criterios se contradicen.
Globalización hoy en día representa que sea mucho más fácil consumir productos de diferentes lugares del mundo, que el capital ya no pertenezca estrictamente a una nación específica porque este puede viajar, mudarse, expandirse y contraerse sin tener en cuenta fronteras sociales o políticas, pero no representa que los chinos puedan viajar libremente y votar por un gobierno global. Es decir que globalización es una farsa económica perfectamente montada que hace que el inversionista amplié sus horizontes y sea más antinacionalista que nadie. Por esta razón ya no creo que a las grandes potencias, supongamos a España entre ellas, tengan un interés real en asumir responsabilidades políticas y sociales en las naciones empobrecidas. Para ellos es mucho más factible utilizar sus fuerzas productivas y sus recursos desentendiéndose de asuntos como salud, educación, libertades civiles y la creación de instituciones del estado que sean funcionales.
No recuerdo quién hablo de fuerza laboral, pero estuve meditando sobre ello. En el caso de Cuba entrara en el ciclo de país libre, en donde la inversión de capital tenga oportunidades reales y la libre empresa comience florecer, ¿qué nos puede hacer pensar que vamos a necesitar fuerza laboral exterior? Para mí eso es absurdo. Las plantillas laborales cubanas son infladas e ineficientes. En cuanto la empresa privada tome las riendas de la economía comenzaran los despidos. En aquel quiosquito de la esquina en donde solo se venden unas croquetas cada tres meses de pronto se venderá de todo y el administrador, el auxiliar de limpieza, los operarios de la cocina y el jefe de mantenimiento se convertirán en un mismo individuo capaz de ser más que suficiente para atender su negocio. La flácida estructura económica de la Isla de pronto comprenderá lo incompetente que es en realidad. Entonces los cubanos se reeducaran en la idea de que trabajar sí genera beneficios, solo que esta vez trabajar será mucho más difícil. Un país con una gran tasa de desempleo no es algo muy atractivo para ninguna nación poderosa, que por su parte si puede aprovecharse de la situación.
Antes de concluir quisiera exponer un par de ideas más. Esta en particular es sobre los Estados Unidos. Yo presiento al modelo administrativo de los Estados Unidos, así como el enfoque de su economía, inadoptable para una economía tan débil como la cubana. Se trata de un gigante tratando de entrar en una pequeña casita. Casi que lo puedo ver, “las paredes no aguantarán”. El sistema crediticio americano es tan eficiente como voraz y por otra parte, el concepto de seguros en Los Estados Unidos disipa la estabilidad incluso a niveles de su propio gobierno. Exponer a los cubanos a esas leyes de mercado, en mi opinión terminaría por hundirlos más. En ese punto España gana mis simpatías. La idea de estatutos constitucionales, al corte español, se me hace más tolerable dentro de la isla. Yo aprecio a las instituciones españolas en cuanto a organización y rentabilidad. Como un amigo me dijo una vez “España no es el problema, el problema son los españoles” Tal y como está organizada la sociedad española debería marchar a la perfección, pero todos sabemos que los políticos son los que cometen los errores en nombre de la sociedad, aunque esta última sea la que pague por tales errores. Claro que seguramente Cuba no estaría exenta de tales problemas asumiendo un modelo europeo, en este caso el español.
Yo no veo completamente negativo la idea de una Cuba “Comunidad autónoma de España”, pero no veo a España muy capaz de aceptar las exigencias lógicas para que Cuba acepte nuevamente su papel de hija desterrada en las Antillas. Primero tal decisión debería ser sometida ante la opinión pública cubana y por supuesto ante la española. Como yo, desde esta posición, defiendo los intereses de mi Cuba, voy a exponer únicamente cuales serían los criterios, en mi opinión, que deberían ser defendidos por la parte cubana.
Más de un ochenta por ciento debería estar de acuerdo. Ya conocemos una España fragmentada. Ya conocemos el nacionalismo vasco y secuelas dentro de la sociedad de ese país. A eso seguramente se refiere la palabra “tensión”. Cuba ya tendría que enfrentar muchos retos para tener que palearse con ese tipo de problema interno. Sería una carga muy pesada.
- A su vez, Cuba debería tener derecho a elegir “pertenecer o no pertenecer, durante un periodo cortos de al menos diez años”
- Cuba, por su situación económica, debería estar exenta de pagar impuestos a la Moncloa en los primeros diez años (algo que dudo sea aceptado). Solo debería hacer pagos de impuestos autonómicos.
- Los cubanos deberán tener voto en las elecciones españolas. O sea, participar en el gobierno junto a sus compatriotas peninsulares. De esta manera podrían velar por los intereses de su “Comunidad Autónoma”. (claro que si Cuba pelea por el punto tres y gana, el punto cuatro difícilmente sea concedido).
- Muchos otros…….
Esa es la escena que yo veo. Una escena casi imposible y complicada. No olvidar que el gobierno de la península tendría sus intereses y no va a querer asumir responsabilidades civiles a cambio de nada. Todo es complicado. Un escenario de una Cuba independiente se me hace más posible, pero no más factible. Pienso que Ignacio Agramontes, patriota anexionista, se las vería muy negras ahora mismo ante un escenario tan desbalanceado, pero estoy seguro de que no se sentiría traicionado. Hombres ilustres hicieron muestra historia. No verían nunca como aceptable, como lo harían seres simplistas, que se dejan arrastrar por nacionalismos o anexionismos, una opción que perjudique al bienestar de su pueblo. Yo espero que la mejor opción sea la que triunfe. De momento, todavía es necesario un colapso en la actual política de la Isla, algo que no parece tan probable como muchos creen.
Pues sinceramente yo no vería la reintegración cubana de manera tan pesimista. El pueblo español, como el cubano, que es el mismo pueblo, es probadamente muy solidario, tal como lo demuestran datos aparentemente marginales, pero muy evidenciadores, como el de ser el país con más donantes de órganos del mundo, o el ser el país desarrollado con mayor número y cantidad de donaciones, per capíta y renta,de todo el mundo desarrollado y me refiero a particulares y ONGs, no al Estado (que también es bastante solidario con el tercer mundo) Lo que sucede con Cataluña o el País Vasco no es otra cosa de una aberración constitucional que permite una brutal sobrerepresentación electoral de los partidos minoritarios regionales. Este hecho permite, por ejemplo, que el PNV tenga 6 diputados en las Cortes españolas con menos votos que UPyD que tiene solo 1. El cambio de la ley electoral española es un clamor que se evidencia como primera reclamación ciudadana del 15M. Si cada voto ciudadano valiera lo mismo, eso partidillos regionalistas no venderían ni una escoba y mucho menos extorsionarían al resto del país. Eso ha de cambiar y pronto. No tengo la menor duda de que en un referendum español la respuesta afirmativa superaría el 80% de la ciudadanía.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo con Jaime, felicidades porque has expresado el pensamiento de mucha gente, entre las que me encuentro :)
ResponderBorrarSaludos de un canario!
Respecto a los puntos que dices que los españoles deberíamos aceptar, te digo que los ptos 1, 3 y 4 los acepto, pero el 2 no, o sea, si entráis es con todas las consecuencias, y después no DEBERÍAS PODER SALIR porque para eso nos gastaríamos miles de millones en arreglar un pais tercermundista y no para que una vez arreglado diagais "ahí os quedáis" y os volváis a separar, por lo tanto ya deberiais saber que ese punto no lo aceptaran los españoles. Un saludo José Mª
ResponderBorrarYo tambien estoy de acuerdo con el Anónimno.
ResponderBorrarEn el punto 1 estoy de acuerdo, en el 3 a medias, y en el 4 tambien estoy de acuerdo, pero en el 2 no.
Una parte de España una vez reintegrada no puede independizarse nuevamente entre otras cosas porque eso no seria ético "los españoles son españoles para siempre" haya los problemas que haya, y por otro lado, la constitución española no acepta el separatismo de ninguna parte de España ya lo dice en el capitulo 4 u 8 creo que es no estoy seguro, y dice algo asi como: "España es indivisible" por lo tanto eso yo tampoco lo acepto, si los Cubanos deciden ser españoles de nuevo lo seran para toda la vida no para cuando nosotros queramos o no queramos eso no puede ser.
En el punto 3 estoy de acuerdo que en los primeros años de reconstrucción de la isla no se aporte mucho a la peninsula desde Cuba pero yo pienso que en vez de aportar por ejemplo el 15% de iva, pues que aporte el 5% es decir un porcentaje mas bajo que los de las demás comunidades autónomas ya que la isla esta deteriorada y la gente de la isla tambien y hay que ponerlos al día pero vamos que no tardiaría mucho eso ya que una vez que Cuba fuera española el turismo se potencia en la isla todo el daño, habria mucho trabajo, y muchas inversiones por lo que la isla pegaría un cambio muy radical y no seria la isla que vemos ahora casi abandonada ni nada de eso cambiria por completo vamos me atreveria a decir que seria la isla parte de América más envidiada de ello estoy segurisimo.
Cuba necesita a España, y España necesita a Cuba y se tienen que ayudar mutuamente y abrazarse mutuamente y estar juntas mutuamente para toda la vida en condiciones de igualdad en todos los aspectos.
Así que yo respeto al Cubano su opinión pero no acepto una posible separación nuevamente.
Saludos.
El planteamiento de una Cuba integrada en España me parece ingenuo, aunque también imagino que se debe a que Cuba es la única colonia hispanohablante que se independizó, no de España, sino de EE.UU. para conseguir su independencia.
ResponderBorrarEsta clase de sentimiento jamás lo verías en otro país latinoamericano, el desprecio que sienten por España es muy grande. En Cuba probablemente sería igual si no fuera por EE.UU.
Pero creo que los españoles no aceptarán esto dado que percibirían a Cuba como un lastre y, en efecto, durante muchos años lo sería. Cuba sería la CC.AA. más pobre de España, la más exigente en ayudas, la que menos impuestos generaría.
Además la idea toparía con la voluntad de la mayoría de los cubanos que dudo que estén por la labor.
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ResponderBorrarAntes de nada, perdón por el ladrillo de contestación.
ffuentes: los españoles no somos tan malos. De hecho, todo lo contrario, te doy dos motivos por los que Cuba sería bienvenida, el políticamente correcto y el incorrecto, es decir, el que se puede decir en público y el que no. Uno: siempre intentaremos ayudar a Latinoamérica dentro de nuestras posibilidades, que no somos Alemania y aquí la cosa está tan jodida que estamos empezando a emigrar de nuevo allí, al menos los gallegos; y dos (el que no se puede decir en alto), en ciertos sectores políticos hay una nostalgia muy soterrada del Imperio (que no de la explotación, masacres varias y tropelías por el estilo de los siglos XIX y atrás, y de las que como español siempre me avergonzaré y que por cierto me parece una vergüenza que se celebren en el mal llamado Día de la Hispanidad).
Jaime Pallejá: Echa cuentas de proporción de número de votos contra escaños de partidos nacionalistas vs. PP y PSOE en circunscripción nacional. Te garantizo una sorpresa.
Respecto al artículo original, muy interesante por cierto, estoy de acuerdo en casi todo. Así que voy a enumerar los argumentos con los que no. Lo primero es suponer (aunque sea mucha suposición) a España entre las grandes potencias. Lo segundo, y a colación, cito "ya no creo que a las grandes potencias [...]tengan un interés real en asumir responsabilidades políticas y sociales en las naciones empobrecidas". Si hubiera un referéndum sobre a dónde van los impuestos, sería el primero en dar el dinero que sobre después de infrastructuras, ciencia, educación, sanidad, servicios sociales y otros gastos básicos a programas de ayuda y mejora a otros países que lo necesiten a condición de que se garantize que el dinero realmente vaya a ello. Y como yo, me consta que muchos otros ciudadanos. En España no se puede confundir Gobierno con ciudadanía, porque al final la política oficial es como un Barça-Madrid, o poniendo un símil de béisbol que os va más por el Caribe, unas series Dodgers-Yankees, casi todo el mundo se pone de parte de una escuadra aunque en el fondo le caigan mal las dos.
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ResponderBorrarVuelvo a citar: "¿qué nos puede hacer pensar que vamos a necesitar fuerza laboral exterior?". La imagen que se tiene de Cuba en España es que es el paraíso de la sanidad pública y de la formación de profesionales de la salud, pero en el resto de ramas especializadas está muy por debajo de la media siendo generosos. Y siendo sinceros, también es la mía. Pueden ser prejuicios o desconocimiento de la situación real de Cuba, cierto es, pero sin embargo, un país sin ingenieros, sin arquitectos, sin informáticos, etc... es un país que no puede progresar.
Más. Cito: "Yo aprecio a las instituciones españolas en cuanto a organización y rentabilidad". Eso es que no vives el día a día de esas instituciones. Aquí la organización brilla por su ausencia, y el solapamiento de instituciones y competencias es lo normal. En mi ciudad existen cuatro Gobiernos antes de llegar al Estado: local, comarcal, diputación provincial, y gobierno autnómico. Y todos, incluído Estado, con una deuda bestial, y aquí es donde viene la segunda parte, la rentabilidad sólo viene para el que gobierna. La corrupción existe, y es uno de los grandes problemas de la sociedad, y no encontrarás a un español que te diga lo contrario.
Y para terminar, lo gordo, los cinco puntos. Yo acepto todos los que están explícitamente enumerados, sin rodeos ni ambages. Si Cuba acepta libre y democráticamente, con el respaldo de las instituciones nacionales y supranacionales correspondientes, integrarse en España, será más que bienvenida.
Vamos uno por uno. 1.- Vuelvo a decir, Cuba y España, primas hermanas. Si los cubanos lo aceptan libre y democráticamente, al menos el 90% de la ciudadanía española votará sí en un hipotético referéndum. 2.- Lo acepto. Pero realmente hay dos problemas, que son, ¿que pasa si durante cincuenta o sesenta años la ciudadanía cubana vota aplastantemente a favor de quedarse? ¿En ese caso tiene sentido hacer ese referéndum cada diez años? Y el segundo, pasan 10 ó 20 años, os ayudamos a levantar el país y os marcháis. Va a haber parte de la población española que se sienta estafada, porque podría parecer que os venís por el dinero y luego paz y después gloria, como se dice por aquí. Habría que acordar algún tipo de
[3/2:sorpresa]
ResponderBorrarcompensación en caso de que eso suceda.
Pero bueno, de nuevo: perdón por el ladrillo.
U por si acaso: tl,dr: Cuba sería aceptada con los brazos abiertos.
"Lo que sucede con Cataluña o el País Vasco no es otra cosa de una aberración constitucional que permite una brutal sobrerepresentación electoral de los partidos minoritarios regionales" Aquellos cubanos que no sepan de politica española deben saber que este tipo de pensamientos son de personas con ideas ultraderechistas que abogan, en primera instancia, por dejar a las Comunidades Autónomas y sus representantes legítimos sin poder para, a continuación, hacer desaparecer las Comunidades Autonomas. Por ello, sorprende que el tal Jaime Palleja pida la anexión de Cuba como Comunidad Autónoma de España. Comunidad Autónoma sin poder de decisión y, en España toda, que mande el PPSOE sin ningún tipo de problemas y sin oposición democrática. Yo creo que, sinceramente, el movimiento 15M esta más harto de lo que representa el PPSOE que del realtivo poder de los partidos nacionalistas, sin los que el PPSOE ya sería partido único por la Gracia de Dios y sin oposición ninguna. Viva Cuba libre, también libre del fascismo español. Por cierto, UPyD, usado en el ejemplo, es un partido de ultraderecha, lo cual ya lo dice todo.
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