domingo, 24 de julio de 2011

CUALQUIER COSA. Por José Antonio Torrent-Aróstegui

( Foto de Internet )


 Cuando las acciones de un pueblo se hacen inspiradas por el odio el resultado suele ser nefasto. El odio a Batista era tanto, que en cualquier año trás el golpe militar de marzo de 1952 y hasta 1959, Cuba entera clamaba por ''cualquier cosa menos Batista.’’ 


 Sin mirar o analizar bien las soluciones que tenía a mano, se aferraron al que más odio expresaba por el régimen batistiano y aquí tenemos, amigos míos, el resultado: ''CUALQUIER COSA'' que nos ha costado 52 años bajo la peor dictadura de la historia de América. No sería lógico pensar que ese mismo odio, que movió a D. Perucho Figueredo a escribir un himno plagado de oprobios e insultos contra España - ya no contra el régimen colonial - estuviese también destinado a un final infeliz? Al resumir la guerra en 1898, muchos ''patriotas'' vieron la intervención norteamericana con aprobación y aceptaron las humillantes condiciones de la ''paz'' con resiganción. Era aceptar ''cualquier cosas, menos España.'' Bien ... Tuvimos en la República ''cualquier cosa'' menos estabilidad y buen gobierno. 


Tuvimos alzamientos, intervención e injerencia del extranjero, huelgas, revoluciones, dictadores y golpes de estado, mas revoluciones, demagogia, corrupción, corrupción y mas demagogia, y al final terminamos con este comunismo que nos ha mantenido hundidos en la desesperanza por más de medio siglo. Eso es el resultado de desear ''cualquier cosa.'' Eso es el resultado que trae actuar movidos por el odio y no por la sensatez que demanda la madurez política que debimos de haber tenido y que aún no hemos alcanzado. Recorriendo el corto y espinoso camino al fracaso que nos ha tocado vivir en los últimos cien años, no es este el momento de actuar desde la sensatez y desde el amor a la tierra que nos dió vida y a la otra tierra que nos engendró? No es este el momento, ahora que ese regimen se hunde y está condenado a morir, de pensar con lógica, con sentido común, con sensatez en el bién común de todos? No es hora de abandonar el absurdo ''patrioterismo'' que nos ha mantenido en el ojo de un huracán político, que nos ha dejado una piltrafa de país? ¡Sí! ¡Es hora!



Si Cuba vuelve a pertenecer a España


( Foto de Internet. La Habana )


 España se recuperó de la pérdida de la isla caribeña hace tiempo, pero seguimos empleando la expresión «Más se perdió en Cuba» para matizar que siempre puede haber algo peor. Lo del 98 debió cubrir todas las expectativas de los de entonces.

 Nuestro país ha cambiado mucho desde finales del siglo XIX y todavía más desde la Conquista. Ya no somos un imperio donde no se pone el sol, sino un simple Estado con dificultades para que lo tomen en serio. Tampoco enviamos a nuestro ejército a hacer la guerra, ahora se dedica a la ayuda humanitaria. Y aquel orgullo y fiereza por el que nos hicimos conocidos una vez, hoy queda reservado para los libros de Historia. Puede parecer que España esté peor ahora, pero nuestro país también vive una democracia muy decente, ha hecho los deberes en derechos sociales y pertenece a la Unión Europea, un club económico de primer nivel. España se ha transformado radicalmente en los últimos cien años, pero es probable que casi todos los cambios hayan sido para bien. Está muy lejos del país que abandonó Cuba con su independencia.

 No escribiría todo esto si no fuese por el movimiento por la reincorporación de Cuba a España que pulula por Facebook. Estoy lejos de tomármelo en serio, pero no hay nada de malo en hacer un poco de política ficción. Porque a fin de cuentas, no hace tanto que la isla perteneció a España. Y lo más importante: en el caso de una supuesta anexión, Cuba sería la primera en ganar.

 El movimiento propone que Cuba pase a ser la decimoctava comunidad autónoma española. Se trataría de una situación política inédita para la isla, que se independizó de España mucho antes de que trabajásemos en estos términos. Los cubanos, después de más de un siglo de autodeterminación, serían muy celosos de cederle la soberanía a nadie. Pero el traspaso de poderes a veces tiene sus ventajas, tal y como conocemos en la Unión: mientras España renuncia al mando en determinadas decisiones, se beneficia de las ventajas del club. Los cubanos podrían comprobar los beneficios de ser españoles y europeos en detrimento de una cesión de poderes que tampoco iban a lamentar. El crecimiento económico de la isla sería notable en cuestión de unos pocos años. No es lo mismo pertenecer a Mercosur que a la Unión Europea. En ninguno de los casos, con todos los respetos a la primera.

 Quizá la España de las autonomías no sea suficiente para los cubanos, pero quién sabe hacia dónde vamos y si un hipotético federalismo futuro pueda ser de su interés. En cualquier caso, todo esto es pura ficción. Cuba será de los cubanos, aunque hoy es sólo de un señor. Y los cubanos serán lo que ellos quieran, les convenga más o menos, se equivoquen o no. Ojalá pueda visitarla antes de que caiga la dictadura para formarme una opinión. Aunque no hace falta que me esperen, cubanos. Pueden levantarse ya mismo y hacer la auténtica y verdadera revolución. La otra se fue al garete hace mucho tiempo.