martes, 24 de noviembre de 2009

Dimes y diretes. Por Pedro Ramón Sánchez Peinado

Merced a mi participación a trompicones en el blog que llevo y en el de Cuba Española, me encuentro a veces con opiniones y comentarios en verdad y en ocasiones francamente hostiles. Y es que los españoles, con demasiada frecuencia, no relativizamos que, cuando nos referimos al gobierno, hablamos de España y a la inversa.

Es lo que normalmente se confunde con "cofundir la parte con el todo". Hoy quiero hablaros de ello y aclarar algunos términos en los que sin duda veo que hay lagunas tan grandes que más parecen el Atlántico. Cuando hace unos días me refería al penúltimo (y digo penúltimo porque a posteriori han pasado más cosas) altercado entre España e Inglaterra a cuenta del Peñón, quería referirme a una cuestión política y no al sentido general de España. Con el artículo me refería a la incompetencia en esa materia de nuestro gobierno elegido democráticamente, no que los españoles seamos unos meapilas, aunque en algunos aspectos así pudiera referirlo.

Si hablamos de un país que hunde sus raices en el Imperio Romano y que por si mismo conquistó un cuarto del globo terraqueo, manteniéndolo durante mas de cuatro siglos bajo su poder, defendiendolo más de una vez con un par de redaños a falta de otras armas y gestionándolo mal que bien para lograr que la cultura hispánica calara de forma efectiva en los lugares en los que un caballo español posaba la pezuña, creanme. No somos cualquier pais. Si tras una monarquia absoluta, una república fallida, un regimen dictatorial y treinta años de transición hemos forjado una democracia sólida y de tintes liberales con amplias conquistas sociales envidia de grandes potencias, no somo cualquier país.

Lo digo porque hay quienes han aprovechado, no se si desde las altas esferas de Fidel, cosa que me agradaría en exceso pues significa que el Régimen cubano me toma en cuenta, para atacar a España merced a lo que yo publiqué en dicho artículo. No señores. España es una gran nación. Es un país envidiable, en que la libertad, cosa que no existe en la Fidelísima, nos permite elegir un gobierno cada cuatro años en las urnas. Gobiernos, que merced a si signo político hacen bien unas cosas y otras las hacen francamente mal. Hablo, sin citar, de las Azores, de Peregil, del Alakrana o de Gibraltar. España es un país con el que el cubano disidente sueña pues es una nación constitucional, democrática, parlamentaria, igualitaria y europea, cosa que no es, ni de lejos y esperemos que por mucho tiempo, El Caimán Verde.

Ahora bien. Que ahora tengamos un gobierno nefasto no quiere decir que España sea un país nefasto. De hecho, Franco apoyó la revolución, abasteció de maquinaria agrícola a la Isla y permitió manifestaciones pro-Fidel en Madrid durante los cincuenta, aún cuando la lógica y los distintos signos políticos de ambos regímenes no permitirian comprender esta asistencia. ¿Será que Cuba es algo más que un país al otro lado del Atlántico para España? ¿Será que no quedó totalmente rota la relación entre ambos estados tras el golpe de Estado del 59 e incluso desde la independencia? Yo me inclinaría a pensar que sí.

Al margen de que Cuba se reintegre a España, se anexione a Estados Unidos o se erija como una nación independiente una vez que los Castro pasen al cajón de los recuerdos, la relación hispano-cubana cómo unidad dormita en la Historia. No en vano su pérdida nos supuso una enorme depresión nacional que arrastramos de manera emocional hasta la actualidad. No en vano dió lugar a una de las mejores generaciones literarias de la Historia, la del 98. No en vano provocó una serie de cambios radicales y bruscos que transformaron la sociedad y el país desde inicios del XX hasta la actualidad.

Señores opositores a ésta idea. Yo escribo con una elevada cantidad de ironia y para comprender mis escritos ustedes tienen que mirarse dentro de sí. Tienen un españolito en su alma que les une a éste país pues en su linea de sangre, más tarde o más temprano encontraran a un nacional nacido en éste país que emigro con la maleta llena de sueños hacía la hermosa isla de la que ahora tratamos. No intente usar mis escritos contra una idea que defiendo y hago mía junto a Jose Ramón, porque sólo dejan claro que son ustedes unos pícaros malintencionados en busca de argumentos que validen su propio odio hacia Cuba y hacía España.

1 comentario:

  1. Como no tengo vocacion de hipocrita, ni de esbirro, ni de chivato, ni de lameculos, brinque el charco y me largue de una isla que a finales del siglo XIX, era mas productiva y alegre que la de ahora, segun pude oir de labios de una bisabuela maternal, criolla por cierto,mi padre era natural de Logrono, pero casi todos tenemos una buena infusion espanola.En Cuba se ha producido una etnorragia cagastrofica, casi tres mill. de emigrantes, el 98% blancos, lo que provoca un desbalance demografico nada benefico para la nacion, no por asuntos discriminatorios, sino porque entre ellos remo la vena creadora, la inteligencia, y provoco un desbalance irrecuperable a corto plazo.No pierda usted "la tabla" joven intelectual y excelente prosista. Te leemos y no se por que no hay cientos de entradas en tan fructifero blog. Quisiera darte un norte, vivi entre cubanos descendientes de espanoles, los conozco. Esa veta de resentimientos, envidias, y rechazo contra los yankis nace con la derrota de las flotillas medievales en Cuba, Filipinas y Puerto Rico o mejor dicho se acrecienta, la cosa es de mas larga data. Apoyo su idea, pero nunca pierda de vista que la mayoria de los cubanos se desviven por USA, porque aqui nos recibieron por millones, los yankis "viven y dejan vivir", infinidad de ellos ni saben del asesino, narcotraficante, carcelero y destructivo psicopata fidel castro, en eso son muy diferentes a nosotros, tan amargados por ofensas de hace cien anos. Felicidades joven, yo mismo sueno con viajar a Logrono, y me llena de orgullo que en USA aun cientos de lugares lleven nombres espanoles, como la Florida, donde vivo, Santa Monica, Santa Barbara, San Agustin, Los Angeles, Cayo hueso. etc...

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