(Foto de Internet, Teatro Payret, La Habana, original de 1877)
La zarzuela, después de las corridas de toros y el balompié, ha sido por muchos años el entretenimiento más popular en España.
Hoy en día, la zarzuela ha pasado a un plano menor, muy a pesar de los esfuerzos hechos para revivirla por muchos de sus amantes, pero nos ha dejado, no obstante, un hermoso legado histórico.
La popularidad de la zarzuela se extendió por toda España y por ende a Cuba desde los últimos 25 años del siglo XIX hasta la tercera década del presente siglo XX. Al comenzar la guerra civil española decayó, sin que jamás se haya recuperado.
En España, ya en 1929, muchos de los grandes intérpretes y músicos de zarzuela, se habían ido retirando o inclinándose a trabajos más serios, de forma tal que muy pocas obras permanecieron activas, pues muchos de sus personajes habían sido ideados para actores y cantantes bien dotados. Su ausencia hizo muy difícil para los libretistas crear nuevos trabajos de éxito asegurado. Por otro lado, la radio comunicación y la cinematografía hablada hicieron su triunfal entrada en la preferencia del público, dándole un golpe casi mortal al género. No obstante, por acción selectiva, las arias más bellas y las zarzuelas más melodiosas permanecieron activas como muestra irrefutable de un género que tuvo una vida gloriosa y duradera. Luisa Fernanda, Los Gavilanes, Doña Francisquita, La Leyenda del Beso o Las bodas de Luis Alonso son buenos ejemplos de lo que decimos.
Después de la Guerra Civil, muchos artistas españoles buscaron refugio y se establecieron en los países hispanohablantes en la otra ribera del Atlántico. Muchas compañías de teatro y de variedades españolas viajaron a los países americanos y dieron a conocer su arte y su cultura especialmente en Cuba, en el Caribe, Colombia, Venezuela y México.
Puede decirse que la influencia de la música española fue mucho mayor en Cuba que en el resto de Hispanoamérica, motivado por el fuerte vínculo cultural con la metrópoli, y la más prolongada permanencia colonial y la que se ha mantenido al través del presente siglo. Por otro lado, el africano trajo e introdujo sus ritmos y de ahí surgió una música autóctona, formada por la amalgama de los distintos orígenes. Los franceses emigrados de Haití aportaron también mucho a la cultura musical cubana, sobre todo en la región oriental de la isla.
Ya por el año de 1791 se estrenaron algunas zarzuelas en Cuba. Raro fue el año en que La Habana, durante el pasado siglo, no tuviera una temporada teatral o músico-teatral. Ni aun en los tiempos de la Guerra de los Diez Años dejaron las compañías de ópera y de zarzuela de visitar a Cuba.
A mediados del siglo XIX surgen compositores en Cuba de la magnitud de un José Mauri, quien a los 18 años de edad (1874) estrena, en el teatro Cervantes de La Habana, la zarzuela en un acto El Sombrero de Felipe Segundo.
Otros compositores de esa época, dignos de mencionar en zarzuelas, son José Marín Varona, nacido en Camagüey en 1859; Gaspar Villate y Montes (1851-1891) nacido en La Habana; Laureano Fuentes Matons (1825-1898) nacido en Santiago de Cuba; y Hubert de Blank (1856-1932) nacido en Utrech, Holanda, quien fue fundador del conservatorio de música que lleva su nombre.
El primer teatro que se inauguró en Santiago de Cuba fue el Coliseo, en 1822, después sustituido por el de la Reina, que al inaugurarse la república en 1902 optó por el nombre de Oriente. Este teatro fue sede de muchas compañías de ópera italianas.
Según Díaz Ayala el primer teatro habanero, El Coliseo, conocido más tarde como El Principal abrió sus puertas en 1776. Pero Pérez Sanjurjo dice que el primer teatro de verdadera importancia en La Habana, el Diorama, fue construido en 1837 por el pintor francés Juan Bautista Vermay, quien era además arquitecto y músico.
En 1891 La Habana ya tenía dos teatros líricos -el Tacón y el Payret-; dos de zarzuelas, -el Albisu, para los peninsulares, y el Alhambra, más frecuentado por los criollos-, y el de Irijoa (después teatro Martí).
Fue en el año de 1853 cuando se presentó la primera zarzuela cubana en La Habana El duende, por la compañía de Carlos Robreño. La zarzuela en general, fue muy exitosa. en ese año se presentaron veinte obras distintas de las cuales siete se escribieron en Cuba.
La zarzuela, por ser cantada y hablada en español, se convirtió en fuerte contrincante de las óperas italianas y francesas. Hubo zarzuelas en el Cervantes, en el Albisu, en el Irijoa, y en el Torrecilla. Albisu fue el principal teatro para zarzuelas en Cuba, aunque no el de más lujo y de mayor tamaño, como fue el teatro Tacón, después Teatro Nacional, que se inauguró en 1838. Cabían sentadas 2.787 personas, más 750 de pie. Aunque el más lujoso de todos fue el teatro Esteban, inaugurado en Matanzas en 1863; cambia el nombre a Sauto en 1902 y se mantiene abierto hasta los años 20 del pasado siglo, en que cerró sus puertas. El autor de este trabajo tuvo la oportunidad de
visitar este teatro cuando ya se había convertido en museo. Dice Pérez Sanjurjo que el teatro Sauto era uno de los mejores de Cuba y fue costeado por suscripción pública, formándose una sociedad por acciones de $100 cada una. La noche de la inauguración se escogieron para llevar a escena el proverbio de José Jacinto Milanés, gran poeta cubano, A buen hambre no hay pan duro y la comedia El hombre de mundo por Ventura de la Vega. Al señor Ambrosio C. Sauto, ilustre benefactor de Matanzas, aunque nació en Pinar del Río, se le debe el nombre del teatro.
En el teatro Tacón se estrena en 1889 la zarzuela de Ignacio Cervantes Exposición o el submarino Peral, aunque este compositor es conocido principalmente por sus danzas, de las que escribió unas cuarenta. Cervantes es un caso único de formación europea, y sin embargo, sus danzas son netamente cubanas.
En 1896 se estrenan en el Teatro Payret las zarzuelas Cuartel Maestre y Los Ríos de Perdihuelaambas de Eduardo Sánchez de Fuentes, (1874-1944) autor de bellas melodías como Corazón, la habanera Tú, Linda Cubana y La volanta. Eduardo Sánchez de Fuentes procedía de una distinguida familia de intelectuales; alumno de Hubert de Blank. Fue sin duda uno de los músicos y compositores cubanos más completos.
En los finales de la segunda década del pasado siglo se presentan en el Teatro Nacional La Doreya y El Caminante, ambas también de Sánchez de Fuentes. Quizás un obstáculo para el desarrollo de la zarzuela autóctona en Cuba lo haya sido la escasa producción de voces "líricas" especialmente masculinas. Son pocos los nombres de tenores, barítonos y bajos del patio que descollaron en Cuba.
Aunque muchas compañías de teatro lírico visitaron el país, en su mayoría italianas, sus artistas preferían cantar en su idioma vernáculo, además de traer ya su propio repertorio.
(Continuará)
Por favor, reproducir en sus blogs.
ResponderBorrarEs un mensaje de Aguaya Berlín. Aguaya, una mujer con tremenda papaya.
Me acaba de llamar por teléfono la Cónsul de Cuba en Berlín para decirme que las "autoridades migratorias cubanas" han revocado la habilitación de mi pasaporte. Me informó que debo pasar por el Consulado para que ellos allí me cancelen la habilitación que desde hace años tengo en mi documento de viaje cubano.
A mi pregunta de cuáles fueron las causas o del por qué de tal decisión la Cónsul me dijo que desconocía las razones pero que imagina "debían ser de peso" para que hayan tomado esa decisión, y que las autoridades tienen el derecho de hacerlo y de tomar tal determinación.
La Cónsul fue muy respetuosa, menos mal, y me dijo que solamente puedo entrar a Cuba en caso de existir una razón humanitaria previamente aprobada desde Cuba. Si no, no puedo viajar a mi país de origen. Me llamaba para que lo supiera antes de comprar pasaje o hacer algún otro trámite relacionado.
Le pregunté si yo recibiría constancia por escrito de lo que ella me estaba comunicando. No, no es posible, es solamente oral, y que yo puedo pasar en cualquier momento por el Consulado para ella repetirme la misma decisión.
EL GOBIERNO DE CUBA VIOLA UN DERECHO HUMANO UNIVERSAL: MI DERECHO DE ENTRAR A MI PAÍS DE ORIGEN.
Artículo 13, Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las Naciones Unidas:
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
EL GOBIERNO DE CUBA ESTÁ VIOLANDO MIS DERECHOS.
(Mi agradecimientoo sin límites a todos los que se han hecho eco en sus blogs y en las redes sociales, incluso a los pocos segundos de haber publicado yo en Facebook la noticia, en mi estado, cuando colgué el teléfono. Después fue que lo escribí aquí, con un poco más de detalle. Gracias a todos por el apoyo. ¡Denunciemos lo que nos pasa a los cubanos cuando nos expresamos libremente!)