Churchill: fogueo en Cuba, ramas en el cielo y raíces en el infierno ( Fragmentos )
En 1895, recién conseguido su primer despacho de oficial y con tan sólo 21 años de edad, Churchill se las arregló para ser destinado a Cuba en calidad de observador militar y periodista,
Churchill escribiría en el Saturday Review del 7 de marzo de 1896: “Es imposible que ellos ganen una simple batalla o conquisten una ciudad. Su ejército consiste en su mayoría en mulatos indisciplinados”. Y es que lo apreciado por el británico en las fuerzas mambisas parece que no le hacía precisamente optimista respecto a que, una vez arribadas al poder, ofrecieran una alternativa mejor para la isla que la emanada de la metrópoli española. Así, el 15 de febrero de 1896 asegura en el mismo Saturday Review: “La victoria rebelde ofrecería muy poco beneficio para el mundo en general y para Cuba en particular” (...) “Aunque la administración española es mala, el gobierno cubano podría ser peor, igual de corrupto, mas caprichoso, y mucho menos estable. Por todo ello sin duda las revoluciones serían periódicas, la propiedad insegura y la igualdad desconocida”. Bueno, la verdad es que las palabras del futuro primer ministro inglés denotan una suerte de don profético; a los hechos de la historia posterior nos remitimos.
Más o menos por esa misma fecha de los artículos en el Saturday Review, escribe a su amigo Bourke Cockran: “Espero que los Estados Unidos no fuercen a España a dejar Cuba, a menos que estén preparados para aceptar la responsabilidad de los resultados de dicha acción. Si a los Estados Unidos les importa tomar Cuba, lo cual sería un golpe muy fuerte para España, debería de ser de la mejor manera posible para el mundo y para la isla. Pero mantengo que sería algo monstruoso si lo único que van a hacer es crear otra República sudamericana, que aunque degradada e irresponsable es apoyada en sus acciones por los estadounidenses, sin mantener ningún tipo de control sobre su comportamiento”. Luego, en Churchill apreciamos una dialéctica decantación en que parece apostar siempre por el mal menor, a favor de los intereses de una isla que, por extrañas sincronías, parece haber estado en el centro de muchos de sus juveniles desvelos.
¡Qué claro estaba Churchill!. J.R.M.
Bibliografía:
pues noi estaba muy equivocado el churchil
ResponderBorrar"Su ejército consiste en su mayoría en mulatos indisciplinados"
ResponderBorrarLo que yo siempre dije... los que querian la independencia eran los cubanos-nigerianos (negros), mientras que los cubanos-españoles (blancos) querian seguir siendo parte de España.
En Puerto Rico los negros descendientes de esclavos eran una infima minoria, y alli los independentistas se podian contar con los dedos de la mano. De hecho los gringos esperaron encontrarse unos mambises "version puertorriqueña", para que les ayudasen en su guerra contra España, pero lo que se encontraron es que tanto puertorriqueños como españoles lucharon unidos contra ellos. Y les ganaron. Con un par de cojones.
Si Cuba no hubiera tenido tantos negros descendientes de esclavos, hubiera ocurrido lo mismo que en Puerto Rico, es decir, que los cubanos hubieran luchado codo a codo junto a los españoles contra los estadounidenses, y al final el unico territorio que se hubiera separado de España habria sido Filipinas, que sentimentalmente no hubiera sido tan doloroso para los españoles como lo fue Cuba o Puerto Rico (que fueron españolas por casi tanto tiempo como Granada o las Islas Canarias).