Todavía no logro entender como un país con una formación ideológica tan abierta, tan libre, con una disciplina fiscal y de gobierno tan compleja y al mismo tiempo tan eficiente no logre usar los mismos criterios a la hora de cobrar sus impuestos.
No se entiende que organizaciones religiosas tengan unos beneficios económicos tan generosos sin siquiera demostrar hacia donde son destinados esos dineros. Las iglesias y sus dueños no netengan ningún control cuando de mostrar sus finanzas se trata. Muchas de estas organizaciones reciben cuantiosas donaciones por medio de dadivas hechas por políticos inescrupulosos como el presidente George Bush, quien durante su gobierno permitió que se les diera importantes partidas de dinero como pago por el apoyo que recibió de algunas iglesias que lograron amasar un caudal político enorme lo que hizo que llegara a la casa Blanca.
Estamos siendo testigos del impacto que produce el poder de los religiosos quienes manipulan a sus seguidores con sus creencias a las que les mezclan el miedo y la intolerancia para manejarlos a su antojo.
Análisis hechos por estudiosos del tema en varias universidades norteamericanas arrojan como resultado el poderoso efecto de la influencia política y económica que estos lideres están logrando para su beneficio personal, una prueba reciente es el triunfo de el candidato demócrata Barack Hussein Obama hoy convertido en presidente, gracias a entre otras cosas al control político que ejercen estas organizaciones.
Ha medida que crece el poder económico y el control de los medios de comunicación que estos lideres religiosos manejan, se puede ver la enorme influencia en la vida cotidiana que logran estas instituciones religiosas quienes mantienen una encomiosa labor por medio de miles de voluntarios que se adhieren a estos preceptos, algunos espiando culpas y otros por la debilidad de su propia formación.
Los conocedores advierten sobre la influencia de estos grupos en estamentos de gobierno que controlan la economía y leyes destinadas a mantener el crecimiento de poder en ese orden...
Una muestra clara de esto, es el hecho de que no fuera aprobada la enmienda a la constitución que permitiría mantener los derechos de las parejas que vivan juntas aunque no se hallan casado y el permitir los matrimonios de personas del mismo sexo, esto se logró gracias a la enorme cantidad de dinero que estos grupos de intolerantes religiosos invirtieron para luchar contra este derecho.
Miembros del gobierno afines a estos grupos, saben que si permiten que esta ley sea aprobada derivaría en una perdida multimillonaria por concepto de ingresos que recibe el gobierno por parte de personas individuales, si el gobierno hubiera permitido la aprobación de esta ley, serian miles de millones de dólares por concepto de ingreso que dejan de quitarle al pueblo.
Para ponerlo en otras palabras, si dos personas con un ingreso de $150 mil dólares combinado declaran sus impuestos juntos, se grava una cantidad proporcional a ese ingreso, pero cuando se hace individualmente afecta económicamente a ambos grabándolos de forma diferente, multiplicando la cantidad casi dos veces.
Esto es injusto y además inhumano, la comunidad gay que no tiene hijos lo cual es una mayoría nunca ha reclamado el hecho de que le cobren impuestos por concepto de costos en las escuelas de los hijos de otros.
Es injusto e inhumano que se le prive a una pareja el derecho a decidir sobre procedimientos a seguir en un hospital en caso de que su pareja se enferme, tampoco es justo ni humano que se le prive el derecho a reclamar en heredad un bien común.
Que me digan estos líderes religiosos en que libro sagrado o divino, esta consignado avasallar un derecho humano.
Tenemos que cambiar ese patrón opresivo y ese ancestral atropello.
Para empezar deben de cobrarle impuestos a estas organizaciones religiosas que acumulan fortunas dirigidas a unos pocos que viven rodeados de privilegios, no estoy en desacuerdo en que ellos tengan esos negocios, pero si estoy en desacuerdo que mis impuestos sean utilizados para comprar dadivas de estas iglesias.
Tenemos que unir esfuerzos para que la igualdad de derechos en este país sea respetada no como un concepto ambiguo, sino como un verdadero derecho.
(Foto, pintura de J.R.M.)