Morón es una ciudad camagüeyana famosa por su Gallo el cual va acompañado
de la expresión: “Se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y
cacareando”.
¿Que pasó en Morón?, ¿Porque el Gallo y la coletilla?
El Gallo de Morón, esta relacionado con la localidad española de Morón de la
Frontera, en Sevilla, España, donde ocurrió la historia del afamado Gallo.
Cuentan las crónicas que allá por el año 1500 el pueblo de Morón de la
Frontera, tenía unos problemas tremendos. Estaba dividido en dos bandos
de ciudadanos y cada bando tenía su propio alcalde. ¡Era un verdadero caos!,
no se podía hacer un nombramiento, ni pasar una orden, ni ejercer la
autoridad.
Por minúsculo que fuera el problema a resolver, se convertía de inmediato
en una bronca, y no había tranquilidad en el pueblo, ni forma de gobernarlo.
Con el tiempo las disputas fueron aumentando hasta tomar tintes de motín.
Por lo que la Cancillería de Granada tenía que intervenir frecuentemente
enviando representantes a los que desde luego el pueblo no tomaba en cuenta.
La Cancillería de Sevilla y de Granada, y aún la misma Corte de Madrid,
estaban sorprendidas ante el problema de Morón. El pueblo afirmaba que
el orgullo de Morón no admitía ningún dictamen de fuera de sus fronteras,
aunque éste viniese directamente de la cima magistratorial del país. Pero
aunque el pueblo no lo aceptara, a la Cancillería de Granada no le quedó otro
remedio que volver a intervenir en los asuntos de Morón.
Así, fue que en la primavera de 1597, llegó a Morón al doctor Juan
Esquivel (Audiencia Regional de Andalucía) que era medio bruto además
de resabioso y prepotente, comenzó a maltratar de palabra a todos.
¡El hombre era intratable! Provocaba a los señores de Morón diciendo entre
otras barbaridades que: “donde él estuviese no había más gallo que él”,
razón por la que los lugareños le comenzaron a llamar el “Gallo de Morón”.
Cansados del Juez y su prepotente actitud, los habitantes de Morón
– por fin tenían algo en común- se reunieron una noche para sacarlo de
allí de una vez por todas. Con engaños lo llevaron hasta la salida del
pueblo, allí lo desnudaron y le dieron tremenda paliza, en seguida le
ordenaron que se marchara y no regresara, y que si se atrevía a volver
le iba a ir aún peor.
Desde ese día, en las calles de Morón de la Frontera, se canta una coplilla
que recuerda a todo el mundo este suceso, y que dice así:
"Anda que te vas quedando, como el gallo de Morón, sin plumas y
cacareando”.
En nuestra América se fundaron pueblos con el nombre de Morón en
Argentina y en Cuba. Los sevillanos consideraron el hecho como un plagio
a la verdad histórica y construyeron un sencillo monumento a un
maltrecho Gallo. En contraste, en la localidad de Morón en Argentina
se levantó una gran columna coronándola con un hermoso y emplumado
Gallo. Mucho más tarde allá por los años cincuenta del siglo pasado se
erigió el Gallo de la localidad camagüeyana el que gallardo, fuerte, y
desplumado, cantaba dos veces al día por medio de un equipo electrónico.
Bibliografía:
Mitos y Leyendas del Mundo
Fuente: http://cjaronu.wordpress.com/category/mitos-y-leyendas-cubanas/
de la expresión: “Se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y
cacareando”.
¿Que pasó en Morón?, ¿Porque el Gallo y la coletilla?
El Gallo de Morón, esta relacionado con la localidad española de Morón de la
Frontera, en Sevilla, España, donde ocurrió la historia del afamado Gallo.
Cuentan las crónicas que allá por el año 1500 el pueblo de Morón de la
Frontera, tenía unos problemas tremendos. Estaba dividido en dos bandos
de ciudadanos y cada bando tenía su propio alcalde. ¡Era un verdadero caos!,
no se podía hacer un nombramiento, ni pasar una orden, ni ejercer la
autoridad.
Por minúsculo que fuera el problema a resolver, se convertía de inmediato
en una bronca, y no había tranquilidad en el pueblo, ni forma de gobernarlo.
Con el tiempo las disputas fueron aumentando hasta tomar tintes de motín.
Por lo que la Cancillería de Granada tenía que intervenir frecuentemente
enviando representantes a los que desde luego el pueblo no tomaba en cuenta.
La Cancillería de Sevilla y de Granada, y aún la misma Corte de Madrid,
estaban sorprendidas ante el problema de Morón. El pueblo afirmaba que
el orgullo de Morón no admitía ningún dictamen de fuera de sus fronteras,
aunque éste viniese directamente de la cima magistratorial del país. Pero
aunque el pueblo no lo aceptara, a la Cancillería de Granada no le quedó otro
remedio que volver a intervenir en los asuntos de Morón.
Así, fue que en la primavera de 1597, llegó a Morón al doctor Juan
Esquivel (Audiencia Regional de Andalucía) que era medio bruto además
de resabioso y prepotente, comenzó a maltratar de palabra a todos.
¡El hombre era intratable! Provocaba a los señores de Morón diciendo entre
otras barbaridades que: “donde él estuviese no había más gallo que él”,
razón por la que los lugareños le comenzaron a llamar el “Gallo de Morón”.
– por fin tenían algo en común- se reunieron una noche para sacarlo de
allí de una vez por todas. Con engaños lo llevaron hasta la salida del
pueblo, allí lo desnudaron y le dieron tremenda paliza, en seguida le
ordenaron que se marchara y no regresara, y que si se atrevía a volver
le iba a ir aún peor.
Desde ese día, en las calles de Morón de la Frontera, se canta una coplilla
que recuerda a todo el mundo este suceso, y que dice así:
"Anda que te vas quedando, como el gallo de Morón, sin plumas y
cacareando”.
En nuestra América se fundaron pueblos con el nombre de Morón en
Argentina y en Cuba. Los sevillanos consideraron el hecho como un plagio
a la verdad histórica y construyeron un sencillo monumento a un
maltrecho Gallo. En contraste, en la localidad de Morón en Argentina
se levantó una gran columna coronándola con un hermoso y emplumado
Gallo. Mucho más tarde allá por los años cincuenta del siglo pasado se
erigió el Gallo de la localidad camagüeyana el que gallardo, fuerte, y
desplumado, cantaba dos veces al día por medio de un equipo electrónico.
Bibliografía:
Mitos y Leyendas del Mundo
Fuente: http://cjaronu.wordpress.com/category/mitos-y-leyendas-cubanas/