La revolución llena completamente la vida del revolucionario profesional. Los autores que han estudiado la vida íntima y secreta de José Martí y el testimonio de su íntimo amigo Fermín Valdés, que en Junio de 1872 se reunió con Martí en el exilio español, tras ser indultado de la pena de muerte en La Habana, apuntan a que Martí mantuvo en Madrid, relaciones amorosas con dos mujeres a la vez. Conservamos las cartas (1) firmadas por una misteriosa M (La madrileña) en las que podemos leer: Pepe querido. Inolvidable Pepe mío. Déjame que te llame mío, por favor. En vano tu empeño y tu silencio, en vano todo lo que intentas para arrancarme de ti.(....) no has querido contestar ninguna de mis cartas,.., ¿Por qué ingrato, me has olvidado tan pronto? (...) te ruego que no empapes tus tempranos laureles con lágrimas de mujer. Haz que no se empañe tu gloria con el reflejo de tu ingratitud. Adiós. Por favor, aunque no me escribas, mándame los periódicos que se ocupan de ti. Soy Tuya. M.
Si aceptamos que la misteriosa M era Doña Barbarita, hemos de pensar en una mujer madura con hijos, sin duda fascinada por su joven protegido que trataba de distanciarse de ella. La realidad es que Martí mantenía relaciones con otra mujer, una jovencita de Zaragoza llamada Blanca de Montalvo. En mayo Martí solicitó su traslado a la Universidad de Zaragoza y admisión de examen en las asignaturas que no había aprobado en Madrid.
De Blanca de Montalvo se han conservado también varias cartas. Son la voz de una novia enamorada, que poco a poco va perdiendo sus esperanzas hasta verse totalmente abandonada y olvidada.
Zaragoza (Diciembre 1874). El día 25 recibí tus dos cariñosas y tristes cartas, pero, a pesar de lo tristes que son, y lo que lloro cuando las recibo, me parece que me dan vida y que respiro cuando veo carta tuya. Mira tú si me vigilan que no las pude leer hasta las cinco de la tarde...
Zaragoza.( Enero 1875). Pepe, más de dos meses que no recibo carta tuya. Esto sin poderlo remediar me hace dudar de aquel cariño que decías me tenías y que yo creí. Pero ahora veo que con la ausencia se ha ido apagando. Nunca creí que fuera digna del olvido la inocencia, yo te quería más que a mi vida y este cariño ha merecido el olvido. Nunca lo hubiera creído de ti...
Zaragoza (Marzo 1876). Pepe estoy pasando por ello y me parece mentira. Me ofreciste escribirme y no lo has hecho ni siquiera una vez. Lo veo y no lo creo...
El propio Fermín Valdés, su más íntimo amigo, en su Ofrenda de hermano consideró a Martí un hombre vulgar por mantener relaciones amorosas con dos mujeres al mismo tiempo, sin ellas tener conocimiento una de la otra. Incluso llegó a dedicarles un mismo poema a las dos que, para más INRI, llevaba como título Sin amores.
Por las cartas de sus amantes es posible deducir que Martí gozaba de éxitos literarios en la prensa y que estaba realmente labrándose en España una carrera de literato. En Diciembre de 1873 versos suyos acompañaron las dos coronas de plata con que el Teatro principal de Zaragoza obsequió al actor y director Leopoldo Burón, para el que estaba escribiendo además un nuevo drama: La Adúltera. Es posible imaginar el entusiasmo con que Blanca aplaudiría la lectura de poemas de José Martí en el Teatro de su ciudad y la amargura y la desesperación con que vió como su novio se desentendía de ella.
Nota:
Se puede apreciar su egoísmo y discriminación con las mujeres, pues no fue transparente y jugó con sus sentimientos. Tal parece que íba a lo que íba sin importarle nada y las usaba. J.R.M.
Bibliografía:
JOSÉ MARTÍ EN ESPAÑA, 1871-75 Y 1879
Bibliografía:
JOSÉ MARTÍ EN ESPAÑA, 1871-75 Y 1879