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Cartas de Doña Leonor Pérez a su hijo José Martí.
Conservamos algunas cartas de Doña Leonor Pérez que si bien son de fecha posterior a la estancia en España, dan cuenta de cuales eran sus relaciones con su hijo y las ideas que tenía sobre él.
(1881)...habrás conocido que en todas partes los hombres son iguales, hay buenos y malos y que con todas formas de gobierno hay descontentos, y te acordarás de lo que desde niño te estoy diciendo, que todo el que se mete a redentor sale crucificado, y que los peores enemigos son los de la misma raza, y te lo vuelvo a decir, mientras tu no puedas alejarte de todo lo que sea política y periodismo, no tendrás un día de tranquilidad, y yo no viviré tal vez lo suficiente para tener el gusto de verte tranquilo vivir sólo del trabajo de tus asuntos nada más, pues por mucha fortaleza que tengas ha de quebrantar tu salud la vida tan agitada que llevas hace tanto tiempo.
(1882)(...) Porque si tanto te he dicho siempre que debías moderar tus ideas, por amor de los tuyos, y porque así lo creía yo y debía esperarlo, por nuestra triste situación y por las muchas penas que tan pronto empezamos a sufrir, esta protección y amparo que de ti esperaba era porque consideraba que la necesitaban tus hermanas, porque ni la situación de tu padre ni su carácter podían dársela, pero ya mi ambición se acabó. (...)
(1882) (…) Y me haré cargo que he tenido una ilusión que se ha desvanecido dejando mi alma lastimada y eres dueño de seguir el camino a tu gusto que es el que siempre has seguido sin que mis congojas y súplicas hayan logrado nada, sigue tu camino, cumple con tus compromisos supuesto que son primero que nosotros, bien seguro que no te he de molestar más con mis reflexiones. (...)
(1881)(...)Me alegra que tengas bastante trabajo, pues es el pan de los pobres, pero me entristece que todo tu afán de vida sea para echarlo al mar. ¿Hasta cuando parará esa rueda? (...)
Esta era la visión de la madre, una visión defraudada. Martí estaba arando el mar, esforzándose en compromisos que nada iban a reportarle personalmente. Metido a redentor y buscando más tarde o más temprano el ser crucificado. Anteponiendo "la causa" a cualquier otro deber humano o familiar. Era un extraño, un hombre que no soportaba el mundo existente ya que su espíritu era más amplio y profundo que lo que el mundo podía contener, ya que poseía ideales que le obligan a estar en movimiento perpetuo y ferviente hacia delante, sin mirar a nada ni a nadie.
Nota:
Esa era la visión de su madre, de su familia, que le dolía que su hijo quisiera dividir la Patria, y a la familia española. Martí no pensó en todo el daño que podría causal la guerra para Cuba y para la Patria España en general. Llevó a una guerra sangrienta a niños compatriotas todos, dejó huérfanos a otros muchos, viudas a sus mujeres, una isla destruida y le puso la mesa servida a EEUU para que nos invadieran y colonizaran. Tanto él como Gómez y Maceo, hicieron muchísimo daño en Cuba y estamos arrastrando sus errores, y lo peor de todo es que lo mitificaron y lo endiosaron, algo así como lo que han hecho con el Ché. J.R.M.
Bibliografía: