Carta de Cuba
Habana 25 Enero 1895.
Sr. Director de EL CORREO MILITAR.
Mi querido amigo:
La noticia de hallarse casi aprobado el plan de reformas político- administrativas, causa general alegría; á los unos, porque son sus ideales, y á los otros, porque, aunque no sean partidarios de todas ellas, las modificaciones que se dice se hacen en el proyecto del Sr. Maura, las hacen aceptables para los más intransigentes; yo creo causarán un positivo beneficio al país y á España, porque satisfacen las aspiraciones de unos y otros, y porque concedidos, se habrá quitado todo pretexto de descontento, desligándoslo por completo el cubano español y el separatista.
Y á propósito de éste, que no llamaré partido, aunque asi parece que lo reconoce el Gobierno, según la tolerancia que con él se tiene, ¿es partido legal, ó no lo es? La pregunta tal vez parezca á usted sobrado candida, y creo saber de antemano su contestación, negativa desde luego; sería absurdo suponer que se reconocía legalidad en un partido cuyo fin es el desmembramiento del suelo patrio; indudablemente debe estar fuera de la ley, y ni ahora ni nunca podrá ser reconocido por nadie que se llame español; pero no obstante esto,que está en el pensamiento y en el corazón de todos los españoles, hay que preguntar entonces: ¿por qué á esa agrupación de traidores se les permite la escandalosa propaganda de sus ideas, no sólo en la prensa, donde se publican á diario insultos contra la Patria, sino en reuniones, en sociedades, en la calle, en todas partes, en fin?
Esto cualquiera diría que es un reconocimiento implícito de legalidad, cuando no se les priva de esa prensa separatista que no debe existir en absoluto; mejor dicho, que debe suprimirse; la libertad de la prensa está consignada en nuestra Constitución como una gloriosa conquista de la libertad, pero se consignó en ella para la exposición libre del pensamiento libre también de la Nación, pero nunca para que se la insultara, para que se la escarneciera y, mucho menos, para propagar ideas contrarias á la Patria; en ella se consigna los derechos de todos los españoles, pero de los españoles nada más; el que voluntariamente se separa de ellos, está fuera de la Constitución, fuera de las leyes; pierde todo derecho á sus beneficios.
Esto, que es de lógica y de instinto de conservación, aquí no rige; se alardea con el mayor descaro, sin que las autoridades parezca que se preocupan poco ni mucho de ello.
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Me maravilla como en esa Cuba española en la que me hicieron ver que éramos casi como esclavos de España, había democracia, lo que no tenemos en la Cuba INDEPENDIENTE. CUANTA MENTIRA NOS HAN DICHO, SOMOS PRODUCTO DE UNA GRAN ESTAFA. J.R.M.