Cementerio General de la Habana.
-Oficial y solemnemente inaugurado el 2 de febrero de 1806-
Por: María Teresa Villaverde Trujilloashiningworld@cox.net
Por: María Teresa Villaverde Trujilloashiningworld@cox.net
Las tradiciones funerarias han distinguido a las distintas civilizaciones que se han visto envueltas a través de la vida y del sitio donde el ser humano queda para descansar eternamente.
Cementerio
Palabra que proviene del griego “koimetirion” que significa “dormitorio”, y es que para los griegos la muerte era un sueño hasta el momento de la resurrección. Antes del cristianismo al lugar donde enterraban a los muertos se le llamaba "necrópolis” o sea ciudad de los muertos. Pero con la esperanza cristiana en la resurrección, fue así que se le cambió el nombre por "dormitorio", de ahí que los cristianos decimos que los muertos están "descansando en paz" quiere decir a la espera de la resurrección.
Después de llamarse oficialmente Cementerio General de la Habana este seria rebautizado por el pueblo como el Cementerio de Espada en honor al Obispo de Espada y Landa cuya ayuda financiera fue decisiva para su construcción; además de proveer a los funerales con la ayuda física de unos esclavos y los carruajes para el traslado de los primeros restos -en cajas de terciopelo negro- los que partían de la capilla de la Casa de Beneficencia y Maternidad hacia el cementerio.
Los primeros fueron:
- Don Diego Manrique, ex Capitán General, exhumados de la iglesia de San Francisco de Asís.
- José González Cándamo, Obispo de Milaza, gobernador de la mitra de la Habana, exhumados de la Santa Catedral de La Habana.
Pared del mausoleo del cementerio Espada, único tramo que aun se conserva en La Habana.