Sé que eres un gran defensor de nuestras raíces españolas y que sueñas con que Cuba sea una provincia más de España. Pero eso no implica que no tengamos identidad propia, creo yo.
Las raíces de la cultura española al llegar a Cuba se adaptaron a la nueva realidad cósmica, no solo del entorno geográfico climatológico, sino también al entorno socio politico y económico diferentes a los de España, por lo tanto esa cultura dejó de existir en su estado puro para adquirir uno nuevo en correspondencia con el nuevo medio en el cual se asentaba y manifestaba.
Este proceso duró siglos hasta que adquirió su propia forma. La rumba flamenca interpretada y bailada en Cuba es diferente a la genuina española, como también se diferencian las habaneras cubanas de las habaneras de Cádiz. En Cádiz se celebra anualmente el Festival de habaneras, en Cuba no.La cultura española a la isla llega y se establece a partir de los propios conquistadores y colonizadores, se perpetua con sus descendientes criollos quienes le dan un toque especial, sobre todo a partir de los finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, dado el afán de los criollos de sentirse y saberse diferentes, lo cual los lleva a una constante demarcación entre lo cubano y lo español, apuntando constantemente las diferencias entre peninsulares e insulares, diferencias que los llevaría a la lucha por la independencia de Cuba de la madre patria.
Es cierto que la historia ha demostrado que hemos seguido unidos, más allá de la política. Basta recordar que durante la primera mitad del siglo pasado las emigraciones de españoles a la isla se mantuvieron constantemente a pesar de que Cuba ya no era colonia de España. Creo que a los españoles no se les ha olvidado la frase "la ponderada y siempre fiel Isla de Cuba" que nos diferenció del resto de las otras colonias de ultramar. Quizás por esa gratitud también ocupemos un lugarcito en el corazón de cada español, que ve a Cuba como un puerto seguro.
En la primera mitad del siglo pasado la veían como un lugar propicio para establecerse como colonos, (no ya ya como colonizadores) fundar familias y progresar económicamente para luego regresar al terruño español. En ese sentido Cuba era vista como una fuente de posibilidades económicas, transitorias. En este último medio siglo, los primeros europeos occidentales en establecer negocios con la dictadura castrista fueron (y se mantienen como los más constantes, interesados y solidarios con el gobierno de Cuba) los españoles. No sé qué rumbos tomará la historia, pero de alguna manera seguimos vinculados al cordón umbilical que una vez nos unió a la peninsula Ibérica...
Aunque mantengamos las grandes diferencias.
Saludos, Esperanza
(Les invito a que visiten su Blog "Anhelos y esperanzas" )