Marcos García se educó en el Colegio El Salvador y dentro de ese contexto debe haber asumido las ideas de avanzada de su época. Precisamente esta situación debe haberlo conducido a ingresar en las huestes mambisas al iniciarse la Guerra de los Diez Años.
Durante la Guerra Marcos García asumió posiciones regionalistas y estrechas, que lo llevaron a enfrentarse con el Presidente de la República y a solicitar su renuncia. Fue un importante representante encargado, desde el campo mambí, de que se aceptara el Pacto del Zanjón. Como comisionado fue a Las Villas y llegó incluso a engañar a Serafín Sánchez para que aceptara el Pacto, que como se conoce no daba respuesta a los objetivos por los que se había luchado durante diez años.
Marcos García no tenía conformado un sentimiento completo de nacionalidad cubana, para él la misma se podía desarrollar dentro de la Madre Patria. A esta concepción parece que llegó a partir de una valoración negativa de la Guerra Grande, donde al contrario de Martí sólo vio sus errores. Él veía en el autonomismo la vía posible que podía evolucionar, a largo plazo, hacia la independencia evitando una guerra destructiva o la anexión a los Estados Unidos.
Ya como líder autonomista y Alcalde de la ciudad este hombre es un fiel servidor de España y realiza toda una labor social que gana el respeto de la población ; pero contradictoriamente no quiere ver a esos hombres libres, pues su ideal autonomista se basa en el desarrollo de Cuba pero bajo la dependencia de España. Es por ello que unido a esa preocupación por el desarrollo de Sancti Spiritus, Marcos García se opone a todo movimiento revolucionario que se pueda gestar en la localidad, para esto se apoya en sus seguidores y llega a dominar hasta los seudónimos de los revolucionarios, convirtiéndose en un enemigo de consideración para la libertad de la patria.
Este amor por la Madre Patria, su servilismo y su oposición a la lucha revolucionaria en Cuba queda demostrado también en la decisión tomada por él, como Alcalde de la ciudad, de enviar un telegrama al Capitán General felicitándolo por la muerte de Antonio Maceo. Esta actitud, de oposición al movimiento revolucionario la mantuvo, incluso hasta el año 1898 en el que ocupa el cargo de Gobernador General de la provincia de Santa Clara, en el momento en que se establece el Gobierno Autonómico en Cuba.
Otro elemento que nos permite afirmar que Marcos García fue esencialmente proespañol, es su posición ante la intervención norteamericana, por un lado se opone a esta porque lacera la soberanía de Cuba, porque implicaría una absorción política y cultural; sin embargo toda esta actitud no está basada en la defensa de Cuba como Patria independiente, sino en la defensa de Cuba bajo la bandera española, de ahí se reafirma su concepto de Patria: España y demuestra sus ideales antianexionistas aunque los móviles no hayan sido la defensa de la Revolución cubana.
La actitud asumida es correcta, sus argumentos sobre las consecuencias que traería este hecho son correctos, sin embargo el móvil que lo conllevó a adoptar esta posición no fue el más revolucionario, porque aspiraba a mantener a Cuba bajo el poder español.
Contradictoriamente a su oposición a la revolución vamos a ver en Marcos García una preocupación por el desarrollo de la patria chica, por su higiene, el mantenimiento constructivo de las obras sociales, el desarrollo cultural, fundamentalmente la educación, la salud, la atención a las diferentes asociaciones culturales existentes en el municipio, elementos que lo llevan a ganar prestigio y respeto ante el pueblo, aspecto que se engrandece cuando este se enfrenta al propio Weyler en su visita a Sancti Spiritus y le exige que cumpla con la higienización de la ciudad, prohibiéndole la matanza de reses en las calles y cuando en tiempos de la reconcentración apoya a los reconcentrados. Esta es la imagen que pasa al pueblo y queda en su memoria, pasando de generación en generación como un buen alcalde, así se convirtió en un Gran Cacique. Toda esta labor deja una huella de higienización en la ciudad y de cuidado a lo social que se ha ido transmitiendo a las nuevas generaciones.
A la hora de generalizar sobre su pensamiento se debe partir de lo contradictorio que es y además se debe dejar bien claro su ideal autonomista y su oposición por tanto a la Revolución. Es un hombre que ve que Cuba al lado de España cumpliría con todos sus sueños y por tanto esta era la vía ideal para la Isla. Su ideal proespañol se acentúa con su política evolucionista para solucionar losproblemas de Cuba.
A partir de estos análisis se puede concluir planteando que Marcos García de Castro es una personalidad histórica muy contradictoria que se mueve desde un independentismo inicial al autonomismo como posible solución para Cuba, pasando también por una posición antianexionista frente a la intervención militar norteamericana en la guerra de Cuba; sin embargo debe destacarse que a partir del fin de la Guerra Grande mantuvo una actitud consecuente con su pensamiento autonomista.
En la República Neocolonial, a diferencia de la mayoría de los individuos que formaban la cúpula autonomista y que se integraron a la politiquería, parece que permaneció distanciado y vivió modestamente de su trabajo.