Mi abuela llegó de Galicia a Preston, provincia de Oriente, Cuba, en el año 1911. Viuda, con dos hijos, fue mujer dulce y trabajadora, emprendedora, persistente, inteligente, una gran madre y una gran abuela. Se abrió su propio negocio, un hotel restaurant. Luego se casó con mi abuelo, también gallego, acabado de llegar del Canal de Panamá donde estuvo trabajando como dinamitero, increíble pues había estudiado para sacerdote. La vida e historia de los gallegos es bien interesante, hay una tendencia muy marcada de discriminarlos, se les tilda de brutos, analfabetos, malditos, etc. Nada más lejos de la verdad, el pueblo gallego es un gran pueblo, de grandes gentes, un pueblo trabajador, con iniciativa, que ha dado grandes poetas, escritores, artistas, académicos y más. Basta visitar Galicia para respirar todo ese caudal de sabiduría milenaria que guardan sus muros, sus monumentos, sus calles. Mi gran respeto por ese pueblo, en donde nacieron, viven y repiran grandes amigos y las meigas más famosas de la humanidad. Saludos a Tin y Carmilla.
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5 de noviembre de 2009 8:56 a.m.