Los primeros siete presos políticos puestos en libertad por Cuba llegaron a Madrid el lunes, luego de ser escoltados por la policía de la cárcel al aeropuerto donde se encontraron con sus familiares, una de los cuales se puso el mismo vestido que llevó durante las protestas de las Damas de Blanco.
Según fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores consultadas por EFE, en un primer vuelo viajaron Léster González, Omar Ruiz, Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco, junto a sus familiares.
En otro avión, que tocó tierra en el aeropuerto madrileño de Barajas a las 2 de la tarde hora local, viajaba Ricardo González Alfonso. Todos han sido recibidos por Agustín Santos, director de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.
Irene Viera, esposa del disidente Julio Gález, partió llevando el mismo vestido blanco que llevó casi todos los domingos durante las marchas de las Damas de Blanco que exigían la libertad de sus parientes encarcelados desde el 2003.
"El carro para el aeropuerto la recogió a las 4 (pm) en punto, vistiendo el mismo vestido blanco'', dijo Luis Cataneo, hermano de Irene, en declaraciones por teléfono a El Nuevo Herald desde La Habana. Irene también llevaba artículos publicados por Gálvez, un periodista independiente condenado a 15 años de cárcel.
Mientras tanto, representantes de la Iglesia Católica en La Habana anunciaron que un total de 20 presos ha aceptado irse a España como parte de un acuerdo del gobierno de Raúl Castro de poner en libertad a los últimos 52 disidentes que formaban parte de los 75 opositores encarcelados durante una operación represiva del 2003 conocida como la Primavera Negra.
Al menos otros seis han rehusado la oferta de exilio, dijo Laura Pollán, portavoz de las Damas de Blanco, familiares de los 52 que han llevado a cabo protestas semanales en La Habana para exigir la libertad de sus hombres. No se sabía nada sobre las decisiones de los otros 26.
Activistas de los derechos humanos se quejaron de que el gobierno estaba manteniendo a los disidentes en la cárcel hasta el último momento para presionarlos psicológicamente a que abandonaran la isla, en lugar de quedarse y continuar su trabajo de oposición.
Los familiares de los presos reportaron que por lo menos 12 de ellos han sido trasladados al hospital de la prisión Combinado del Este en La Habana para exámenes médicos y procesamiento de inmigración, y que algunos habían recibido una nueva muda de ropa y artículos de higiene personal.
Los familiares de los presos liberados que los acompañarán a Madrid fueron procesados de manera similar en una instalación del Ministerio del Interior al este de La Habana, según varios de ellos que consiguieron telefonear a sus amigos.
"Los familiares preguntaron a las autoridades cuándo podrían ver a los presos, y les dijeron que sólo en el aeropuerto'', dijo Elizardo Sánchez Santa Cruz, jefe de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional de Cuba.
Representantes de la Iglesia han dicho que todas las partidas serán voluntarias, pero no han dado detalles del proceso. Diplomáticos españoles planeaban entrevistar a los presos en el aeropuerto para estar seguros de que su partida sería voluntaria, según reportes de prensa desde La Habana.
La Iglesia identificó a los otros 13 presos que saldrán para España como Jesús Felipe, Omar Rodríguez Saludes, Antonio Díaz Sánchez, Luis Milán, Normando Hernández, Mijail Bárzaga, Arturo Pérez de Alejo, Jorge González Tanquero, Manuel Ubals, Alfredo Manuel Pulido, Blas Giraldo Reyes, Ricardo Enrique Silva Gual y José Ubaldo Izquierdo.
Pollán dijo que la promesa de Castro de poner en libertad a los 52 --la puesta en libertad más grande en 12 años-- era bienvenida, pero agregó que su grupo quería reunirse con el cardenal Jaime Ortega para esclarecer el asunto de las partidas voluntarias. La promesa de Castro fue hecha en conversaciones con Ortega.
Pollán tiene otra preocupación y espera que "después que el último salga, que no entren más'' disidentes a las prisiones.
En declaraciones a la prensa en España, el ministro de Relaciones Exteriores Miguel Angel Moratinos no hizo referencia a las quejas de exilio forzado y dijo que lo importante era la decisión de Castro de terminar "definitivamente'' con el tema de los presos políticos en Cuba.
Luego de que los 52 sean puestos en libertad, quedarán 115 presos políticos en Cuba, según la cuenta que lleva Sánchez. Dos docenas de los 75 encarcelados en el 2003 fueron soltados anteriormente por problemas de salud.
Entretanto, las Damas de Blanco recibieron el Premio de la Fundación Miguel Angel Blanco de España, que lleva el nombre de un político español secuestrado y asesinado por terroristas vascos hace 13 años.
"Son mujeres que les reclaman a la dictadura de los hermanos Castro la libertad de sus esposos, padres, hijos, amigos'', dijo la hermana de Blanco, Marimar, durante la ceremonia en Madrid. "Con amor, dignidad y coraje le están ganando a la cobardía, a la vileza y al odio''.
En Miami, Angel de Fana, quien sirvió una condena de 21 años en Cuba y ahora dirige un grupo de exiliados que ayuda a los disidentes encarcelados, dijo que entendía la decisión de los presos de abandonar la isla.
"Esta gente está obligada a irse al exterior porque si quisieran quedarse en Cuba van a permanecer bajo un régimen totalitario y van a volver a caer presos,", dijo a la agencia de prensa AFP. "La solución sería. . . que se pueda pensar libremente, reunirse libremente''.