CONFERENCIA LEIDA EN LA RESP. LOGIA "AMERICA" EL DIA 3 DE JUNIO DE 1939
De todas las actividades en la fecunda vida de José Martí, nuestro glorioso apóstol, es la masónica la que ha sido menos estudiada, y no porque no se haya querido hacerlo, sino porque, sólo perteneció a la masonería, en forma activa, durante su estancia en Madrid, España, en los primeros años de su juventud, cuando llevaba consigo el sello de la genialidad y el sacrificio. Él, como otras grandes figuras de la humanidad, desde la cuna fue ungido para su obra imperecedera.
La mayoridad los biógrafos del prócer, entre ellos, Félix Lizaso, Nestor Carbonell, Jorge Mañiach y Alfonso Hernández Catá, se han referido a un hecho exfluyente de toda duda: fue iniciado en la Logia "Armonía", perteneciendo a la misma y llegando a figurar entre sus funcionarios, con el cargo de Orador.
La fecha de la iniciación y el tiempo que permanecio en dicha Logia Masónica, no se ha podido fijar con toda exactitud; pero de acuerdo con la época de sus principales actividades en dicha Capital, fue en los años de 1871 a 1873.
En la referida Logia, no sólo alcanzó el grado de Maestro Masón, sino que, por tratarse de un Gran Oriente, el Lucitano Unido, obtuvo también el de Soberano Príncipe Rosa Cruz, que es el grado 18 de la Masonería Filosófica .
Las insignias del mencionado grado, fueron donadas a la Logia "Fé Masónica" de La Habana, en forma que garantiza la autenticidad de las mismas.
Martí había regalado dichas joyas a su fraternal amigo, Fermín Valdés Dominguez, figura destacada en la masonería, y al morir éste, quedaron en poder de su esposa, la señora Asunción del Castillo, digna representación de la mujer cubana, que en los días de trajines conspirativos, no fueron remisas al llamamiento del deber. Y fué ella, la que entregó las referidas insignias a dos entusiastas miembros de la antes dicha Logia, los hermanos Solano y Domingo Ramos, hijos de un ejemplar cubano y excelente masón, cuyo nombre ostenta una de las Logias que laboran en la capital de la provincia de Pinar del Rio. Ambos, estimando que esas preciadas joyas debían quedar en poder de su Logia "Fé Masónica", las donaron, efectuándose el acto de entrega, al pie del monumento del Apóstol, en el Parque Central, el 19 de mayo de 1924, levantándose el acta correspondiente, que firmaron el Venerable Maestro, Dr. Federico Torralbas y otros miembros de la institución, así como por su Secretario el hermano Ángel E. Rosende, uno de los más jóvenes oficiales del Estado Mayor del Generalísimo Máximo Gómez, en la gloriosa contienda del 95.
Al partir José Martí, en unión de Valdés Domínguez, para la ciudad de Zaragoza, donde finalizó sus estudios de Derecho y Filosofía y Letras, en 1874, visitando después a París y otras ciudades de Europa, para establecerse en México, donde ya le esperaba su familia, quedó rota la cadena de sus actividades masónicas a tal extremo que, puede asegurarse, que si bien es verdad que pronunció discursos en distintos Templos Masónicos, pero en actos públicos, "escribiendo crónicas sobre los mismos, no volvió a trabajar activamente como miembro de determinada Logia, ni en los EE. UU. de America, ni en ninguna de las repúblicas en que viviera por algún tlempo, ya que no le permitían sus continuados traslados de unos a otros paises, así como sus labores conspirativas encaminaclas al supremo ideal de su vida: la independencia de Cuba, la patria entonces irredenta.
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Mi opinión:
En esa fecha de 1874 cuando Martí terminó sus estudios de Derecho y Filosofía y Letras, visitó Paris, y otras ciudades Europeas, para establecerse en México donde ya le esperaba su familia". En esa época en Cuba estaban peleando los mambises en la Guerra de los Diez Años, de 1868 a 1878, y Martí andaba viajando en vez de estar peleando en Cuba, por eso muchos mambises no lo tomaron en serio. Ellos arriesgando la vida por la Independencia y Martí viajando y con su familia. Secretitos de la historia de Cuba….. J.R.M.