Parte del Blog del Dr Octavio Dilewis-Tamayo Foto de Internet.
Carta de J.C. Brenckenridge (J. M. Breackreazon) al Teniente (Mayor) General N. A. Miles
DEPARTAMENTO DE GUERRA
OFICINA DEL SECRETARIO
WASHINGTON D.C.
24 de Diciembre, 1897 (Ojo: un mes y un dia antes de que el Maine atracara, y más de un mes y medio antes de que fuera volado; ¿casualidad?)
Teniente (Mayor) General N. A. Miles
Querido señor: ( Fragmentos )
El problema antillano se presenta bajo dos aspectos: el uno relativo a la isla de Cuba y el otro a Puerto Rico, así como también son distintas nuestras aspiraciones y la política que respecto a ellas habrá de observarse.
Puerto Rico constituye una isla feracísima, estrátegicamente situada en la extremidad oriental de las Antillas, y a mano para la nación poseedora que sea dueña de la vía de comunicación más importante del Golfo de México, el día (que no tardará en lucir, gracias a nosotros) en que sea un hecho la apertura del lstmo de Darién. Esta adquisición, que debemos hacer y conservar, nos será fácil, porque al cambiar de soberanía, considera, tiene más de ganar que de perder, por ser los intereses existentes allí más cosmopolitas que peninsulares.
Para la conquista habrá que emplear medios relativamente suaves, extremando en nuestra ocupación del territorio con exquisito celo el cumplimiento de todos los preceptos de las leyes de guerra, entre naciones civilizadas y cristianas, llegando, sólo en caso muy extremo, el bombardeo de algunas de sus plazas fuertes.
Para evitar conflictos, las fuerzas de desembarque lo harán aprovechando los puntos deshabitados de la costa sur.
Los habitantes pacíficos serán rigurosamente respetados, como sus propiedades.
Recomiendo a usted muy especialmente procure ganarse, por todos los medios posibles, el afecto de la raza de color, con el doble objeto, primero, para procurarnos su apoyo para el plebiscito de anexión, y segundo, teniendo presente que el móvil principal y el objeto de la expansión de los Estados Unidos en las Antillas, es resolver de una manera eficaz y rápida nuestro conflicto de razas, conflicto que cada día aumenta, merced al crecimiento de los negros; éstos, conocidas las ventajosas circunstancias para ellos en las Indias Occidentales, una vez que estén en nuestro poder, no tardarán en ser inundadas por un desbordamiento de esta inmigración.
La isla de Cuba, con mayor territorio, tiene mayor densidad de población que Puerto Rico, y está desigualmente repartida; a pesar de ello, constituye el núcleo de población más importante de las Antillas. Su población la constituyen las razas blanca, negra, asiática y sus derivadas. Sus habitantes son por regla general, indolentes y apáticos. En ilustración se hallan colocados desde la más refinada hasta la ignorancia más grosera y abyecta. Su pueblo es indiferente en materia de religión, y por lo tanto, su mayoría es inmoral, como es a la vez de pasiones vivas, muy sensual; y como no posee sino nociones vagas de lo justo y de lo injusto, es propenso a procurarse los goces no por medio del trabajo, sino por medio de la violencia; y como resultado eficiente de esta falta de moralidad, es despreciador de la vida.
"Claro está que la anexión inmediata a nuestra federación de elementos tan perturbadores y en tan gran número, sería una locura, y antes de plantearla debemos sanear ese país, aunque sea aplicando el medio que la Divina Providencia aplicó a Sodoma y a Gomorra."
"Habrá que destruir cuanto alcancen nuestros cañones, con el hierro y con el fuego; habrá que extremar el bloqueo para que el hambre y la peste, su constante compañera, diezmen su población pacífica, y mermen su ejército; y el ejército aliado habrá de emplearse constantemente en explorociones y vanguardias, para que sufran indeclinablemente el peso de la guerra entre dos fuegos, y a ellas se encomendarán precisamente todas las empresas peligrosas y desesperadas."
La base de operaciones más conveniente será Santiago de Cuba, desde donde se podrá verificar la invasión lenta por camagüey, ocupando con la rapidez posible los puertos necesarios para refugio de nuestras escuadras en la estación de los ciclones.
Coetáneamente, o mejor dicho, cuando estos planes empiecen a tener cumplido desarrollo, se enviará un ejército numeroso a la provincia de Pinar del Río, con el objeto de completar el bloqueo marítimo de La Habana con la circunvalación por tierra; pero su verdadera misión será la de impedir que los enemigos sigan ocupando el interior, disgregando columnas de operaciones contra el ejército invasor de Oriente, pues dadas las condiciones de inexpugnabilidad de La Habana, es ocioso exponernos ante ella a pérdidas dolorosas.
El Ejército Occidental empleará los mismos procedimientos que el Oriental. Dominadas y retiradas todas las fuerzas regulares de los españoles, sobrevendrá una época, de tiempo indeterminado, de pacificación parcial durante la cual seguiremos ocupando militarmente todo el país, ayudando con nuestras bayonetas al gobierno independiente que se constituya, aunque sea informalmente, mientras resulte en minoría con el país. El terror por un lado y la propia conveniencia por otro, han de determinar que esa minoría se vaya robusteciendo y equilibrando sus fuerzas, constituyendo en minoría al elemento autonomista y a los peninsulares que se queden en el país.
Llegado este momento, son de aprovecharse, para crear conflictos al gobierno independiente, las dificultades que éste tiene que acarrear la insuficiencia de medios para atender a nuestras exigencias y los compromisos con nosotros contraídos los gastos de la guerra y la organización de un nuevo país. Estas dificultades habrán de coincidir con las reivindicaciones que los atropellos y violencias han de suscitar entre los dos elementos citados, y a los cuales debemos prestar nuestro apoyo.
Resumiendo: nuestra política se concreta a apoyar siempre al más débil contra el más fuerte, hasta la completa exterminación de ambos, para lograr anexarnos la Perla de las Antillas.
Con respecto a las posesiones asiáticas de España, en principio se ha resuelto un movimiento de división, cuya extensión y detalles oportunamente se acordarán, teniendo en cuenta que los celos de las potencias coloniales asiáticas, forzosamente nos obligan a limitar a estrecho círculo nuestra accción y, teniendo a la vez en cuenta, no excitar las susceptibilidades de Japón, ya demasiado vivas por la cuestión del Hawai.
La época probable de nuestra campaña será el próximo octubre; pero será conveniente ultimar el menor detalle para estar listos ante la eventualidad de que nos viésemos precisados a precipitar los acontecimientos para anular el desarrollo del elemento autonomista, que pudiera aniquilar el movimiento separatista.
Aunque la mayor parte de estas instrucciones están basadas en las distintas conferencias que hemos celebrado, estimaríamos nos someta usted cualquier observación que puedan la práctica y la conveniencia aconsejar como corrección, pero ateniéndose siempre, mientras tanto, a lo acordado.
Soy de usted sinceramente,
J.C. Breckenridge (J. M. Breackreazon)
Secretaría de Guerra
Fuente:
Collazo, Enrique. La guerra de Cuba. Habana, 1926, p. 186.
Carta de J.C. Brenckenridge (J. M. Breackreazon) al Teniente (Mayor) General N. A. Miles
DEPARTAMENTO DE GUERRA
OFICINA DEL SECRETARIO
WASHINGTON D.C.
24 de Diciembre, 1897 (Ojo: un mes y un dia antes de que el Maine atracara, y más de un mes y medio antes de que fuera volado; ¿casualidad?)
Teniente (Mayor) General N. A. Miles
Querido señor: ( Fragmentos )
El problema antillano se presenta bajo dos aspectos: el uno relativo a la isla de Cuba y el otro a Puerto Rico, así como también son distintas nuestras aspiraciones y la política que respecto a ellas habrá de observarse.
Puerto Rico constituye una isla feracísima, estrátegicamente situada en la extremidad oriental de las Antillas, y a mano para la nación poseedora que sea dueña de la vía de comunicación más importante del Golfo de México, el día (que no tardará en lucir, gracias a nosotros) en que sea un hecho la apertura del lstmo de Darién. Esta adquisición, que debemos hacer y conservar, nos será fácil, porque al cambiar de soberanía, considera, tiene más de ganar que de perder, por ser los intereses existentes allí más cosmopolitas que peninsulares.
Para la conquista habrá que emplear medios relativamente suaves, extremando en nuestra ocupación del territorio con exquisito celo el cumplimiento de todos los preceptos de las leyes de guerra, entre naciones civilizadas y cristianas, llegando, sólo en caso muy extremo, el bombardeo de algunas de sus plazas fuertes.
Para evitar conflictos, las fuerzas de desembarque lo harán aprovechando los puntos deshabitados de la costa sur.
Los habitantes pacíficos serán rigurosamente respetados, como sus propiedades.
Recomiendo a usted muy especialmente procure ganarse, por todos los medios posibles, el afecto de la raza de color, con el doble objeto, primero, para procurarnos su apoyo para el plebiscito de anexión, y segundo, teniendo presente que el móvil principal y el objeto de la expansión de los Estados Unidos en las Antillas, es resolver de una manera eficaz y rápida nuestro conflicto de razas, conflicto que cada día aumenta, merced al crecimiento de los negros; éstos, conocidas las ventajosas circunstancias para ellos en las Indias Occidentales, una vez que estén en nuestro poder, no tardarán en ser inundadas por un desbordamiento de esta inmigración.
La isla de Cuba, con mayor territorio, tiene mayor densidad de población que Puerto Rico, y está desigualmente repartida; a pesar de ello, constituye el núcleo de población más importante de las Antillas. Su población la constituyen las razas blanca, negra, asiática y sus derivadas. Sus habitantes son por regla general, indolentes y apáticos. En ilustración se hallan colocados desde la más refinada hasta la ignorancia más grosera y abyecta. Su pueblo es indiferente en materia de religión, y por lo tanto, su mayoría es inmoral, como es a la vez de pasiones vivas, muy sensual; y como no posee sino nociones vagas de lo justo y de lo injusto, es propenso a procurarse los goces no por medio del trabajo, sino por medio de la violencia; y como resultado eficiente de esta falta de moralidad, es despreciador de la vida.
"Claro está que la anexión inmediata a nuestra federación de elementos tan perturbadores y en tan gran número, sería una locura, y antes de plantearla debemos sanear ese país, aunque sea aplicando el medio que la Divina Providencia aplicó a Sodoma y a Gomorra."
"Habrá que destruir cuanto alcancen nuestros cañones, con el hierro y con el fuego; habrá que extremar el bloqueo para que el hambre y la peste, su constante compañera, diezmen su población pacífica, y mermen su ejército; y el ejército aliado habrá de emplearse constantemente en explorociones y vanguardias, para que sufran indeclinablemente el peso de la guerra entre dos fuegos, y a ellas se encomendarán precisamente todas las empresas peligrosas y desesperadas."
La base de operaciones más conveniente será Santiago de Cuba, desde donde se podrá verificar la invasión lenta por camagüey, ocupando con la rapidez posible los puertos necesarios para refugio de nuestras escuadras en la estación de los ciclones.
Coetáneamente, o mejor dicho, cuando estos planes empiecen a tener cumplido desarrollo, se enviará un ejército numeroso a la provincia de Pinar del Río, con el objeto de completar el bloqueo marítimo de La Habana con la circunvalación por tierra; pero su verdadera misión será la de impedir que los enemigos sigan ocupando el interior, disgregando columnas de operaciones contra el ejército invasor de Oriente, pues dadas las condiciones de inexpugnabilidad de La Habana, es ocioso exponernos ante ella a pérdidas dolorosas.
El Ejército Occidental empleará los mismos procedimientos que el Oriental. Dominadas y retiradas todas las fuerzas regulares de los españoles, sobrevendrá una época, de tiempo indeterminado, de pacificación parcial durante la cual seguiremos ocupando militarmente todo el país, ayudando con nuestras bayonetas al gobierno independiente que se constituya, aunque sea informalmente, mientras resulte en minoría con el país. El terror por un lado y la propia conveniencia por otro, han de determinar que esa minoría se vaya robusteciendo y equilibrando sus fuerzas, constituyendo en minoría al elemento autonomista y a los peninsulares que se queden en el país.
Llegado este momento, son de aprovecharse, para crear conflictos al gobierno independiente, las dificultades que éste tiene que acarrear la insuficiencia de medios para atender a nuestras exigencias y los compromisos con nosotros contraídos los gastos de la guerra y la organización de un nuevo país. Estas dificultades habrán de coincidir con las reivindicaciones que los atropellos y violencias han de suscitar entre los dos elementos citados, y a los cuales debemos prestar nuestro apoyo.
Resumiendo: nuestra política se concreta a apoyar siempre al más débil contra el más fuerte, hasta la completa exterminación de ambos, para lograr anexarnos la Perla de las Antillas.
Con respecto a las posesiones asiáticas de España, en principio se ha resuelto un movimiento de división, cuya extensión y detalles oportunamente se acordarán, teniendo en cuenta que los celos de las potencias coloniales asiáticas, forzosamente nos obligan a limitar a estrecho círculo nuestra accción y, teniendo a la vez en cuenta, no excitar las susceptibilidades de Japón, ya demasiado vivas por la cuestión del Hawai.
La época probable de nuestra campaña será el próximo octubre; pero será conveniente ultimar el menor detalle para estar listos ante la eventualidad de que nos viésemos precisados a precipitar los acontecimientos para anular el desarrollo del elemento autonomista, que pudiera aniquilar el movimiento separatista.
Aunque la mayor parte de estas instrucciones están basadas en las distintas conferencias que hemos celebrado, estimaríamos nos someta usted cualquier observación que puedan la práctica y la conveniencia aconsejar como corrección, pero ateniéndose siempre, mientras tanto, a lo acordado.
Soy de usted sinceramente,
J.C. Breckenridge (J. M. Breackreazon)
Secretaría de Guerra
Fuente:
Collazo, Enrique. La guerra de Cuba. Habana, 1926, p. 186.
16 comentarios:
Ostras Jose Ramón... !!! es verídico este documento, está autentificado ? si es así , hay que inundar la red con el, es una bomba, es el punto en boca de tanto debate contra aquellos que rumian la inexacta y tendenciosa historia suministrada por los histomanipuladores a lo largo de tantas décadas, a ver si ahora pueden seguir negando que la leche es blanca...
Interesante, pero se tendría que conseguir una imagen escaneada del original, por los motivos que dijeron encima mío.
Saludos
La carta origininar esta publicada en el Blog del Dr Octvio Dilewis-Tamayo http://www.octaviodilewis.com/2009/08/el-maine-brenckenridge-la-infamia-y-la.html
Muy buen información que he incluido en http://cspeinado.blogspot.com para irle dando difusión a esa politiquilla exterior norteamericana de quitate tu pa ponerme yo. Muy bueno, cómo siempre Jose, sigue así y a ver si te cuentas algo pronto. Un saludo desde la Ribera Oriental del Reino.
MUY INTERESANTE
Es bien sabido que los americanos habian hecho "viajes de reconocimiento" alrededor de la isla (observando puntos debiles) desde mucho antes de la explosion del Maine. Estaban bastante obcecados en llevarse las islas desde hace tiempo.
Aunque gran parte de la culpa de ello la tuvieron los mismos anexionistas cubanos, que fueron los que hicieron que los EEUU empezasen a plantearse esa posibilidad como algo real.
No digo que los anexionistas cubanos tuvieran la culpa de la explosion del Maine, pero si que tuvieran la culpa de poner en la cabeza de los americanos la idea de anexionarse Cuba.
Putos Yankis, por culpa de ellos está Cuba y Puerto Rico como estan.
Sino fuera por ellos ahora serian dos comunidades autonomas dentro de la Unión Europea.
Yo creo que estos hechos ni siquiera se conocen en españa.
Un saludo
No sé de dónde has sacado esta carta, pero te puedo decir que en diciembre de 1897 el Secretario de Guerra de los EEUU era Russell Alexander Alger. Los EEUU nunca han tenido un Secretario de Guerra llamado J. C. Breckenridge o Brenckenridge. Hubo un Joseph C. Breckenridge que fue Inspector General del Ejército desde 1889 hasta 1903, pero no era el Secretario de Guerra.
El memorandun de J.C. Breckenridge, un documento espurio que la tiranía Castrista desea seguir usando en su manipulación .
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http://baracuteycubano.blogspot.com/2010/11/el-memorandun-de-jc-breckenridge-un.html
¿Entonces este documento no existe?¿Es mentira?
El Maine fue hundido por los mismos estadounidenses como pretexto para intervenir en Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam etc. y quitarle a España su territorio. Las investigaciones del Almirante Rickover USN en el fin del siglo pasado probó que la explosión fue interna y no externa. Obviamente fue un plan (False Flag) cual ellos son expertos y lo han hecho en múltiples ocasiones. El lenguaje despectivo e insolente que usa el Secretario al General cuando compara a Cuba a Sodomía y Gomorra y que debe ser castigada de forma igual claramente demuestra su mentalidad de hereje protestante. Solo Dios juzgo y castigo a esa maldita ciudad al igual que hizo con estos malditos herejes cuando murieron si no se convirtieron y se confesaron ante un ministro de Dios (entiéndanse Cura Católico). Esta es un buen documento para restregarles en las caras de los anexionistas cipayos que tanto abundan en este Miami.
Eduardo Acosta Blanco
El Maine fue hundido por los mismos estadounidenses como pretexto para intervenir en Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam etc. y quitarle a España su territorio. Las investigaciones del Almirante Rickover USN en el fin del siglo pasado probó que la explosión fue interna y no externa. Obviamente fue un plan (False Flag) cual ellos son expertos y lo han hecho en múltiples ocasiones. El lenguaje despectivo e insolente que usa el Secretario al General cuando compara a Cuba a Sodoma y Gomorra y que debe ser castigada de forma igual claramente demuestra su mentalidad hereje protestante. Solo Dios juzgo y castigo a esa maldita ciudad al igual que hizo con estos malditos herejes cuando murieron si no se convirtieron y se confesaron ante un ministro de Dios (entiéndanse Cura Católico). Esta es un buen documento para restregarles en las caras de los anexionistas cipayos que tanto abundan en este Miami.
Eduardo Acosta Blanco
eduardo te regalo a tu dios y a tus curas,mas perversion que la religion cristiana y la iglesia catolica, ni sodoma ni gomorra fijate.lo que hay que castigar son las creaciones demonicas creada por tu dios donde toda clase de perversion desde bestialidad,infanticidio y vampirismo se ven en cada especie biologica.si te quieres convencer de esto solo tienes que ver el bistec de animal muerto que te comistes en la cena y las asquerosidades que tu y tu mujer hacen en la cama cuando ni siquieran tienen los mismos orificios y partes del cuerpo,si eso no te revuelve el estomago entonces es que eres todo un verdadero cristiano.
Una respuesta al anónimo impío que reniega de Dios y de sus ministros. Que Nuestro Señor te tenga misericordia en la hora de tu muerte, tu blasfemia te condenara. Eres un perfecto ejemplar de la desinformación Protestanate-Anglo-Masónica, cotorreando consignas de la leyenda negra. Dios perdónalo que no sabe lo que dice.
Viva la libertad de expresión y credo. Viva Cuba!
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