Se acabó Juanes, bueno, en realidad lo que se acabó fue el concierto de Juanes. Les daré mi opinión, el concierto me pareció muy soso, excepto al final que los Van Van le dieron un toque alegre. Yo pensé que iba a ser algo espectacular y hubiese querido que fuera así. Me imaginaba que iba a ser un espectáculo al estilo Madona, con efectos especiales, una bomba de capitalismo y desarrollo para impresionar a los cubanos. Pensé que pondrían varias pantallas gigantes, especialmente por la cantidad de público que se esperaba, que al final soltaran miles de globos blancos, etc., en fin que me defraudó el concierto. Algo positivo fue, que por primera vez en más de 50 años, (bueno quizás cuando la visita del Papa), no se mentó la palabra Revolución, ni se le dedicó a Fidel, ni se dijo Patria o Muerte, ni ninguna consigna izquierdista. Por ese lado estoy satisfecho. Se dijeron algunas palabras sueltas de forma muy sutil y con miedo. Se veía que Juanes tenia miedo, gritó “Una Sola Familia Cubana” varias veces, pero con la voz temblorosa, como si fuera para complacer a los cubanos de Miami. Mandó saludos para varios países de Latinoamérica, pero no mencionó a Miami donde vive.Por su parte, aquí en Miami, los que le hacen la labor a Castro dándonos una mala imagen al exilio, estuvieron con una aplanadora pasándole por encima a varios CD’s, pero que se sepa que no eran originales, fue todo un show, se veía que le habían puesto por fuera con un plumón de tinta negra, la palabra Juanes, Olga Tañón, etc. En la acera del frente se movilizaron también una buena cantidad de cubanos apoyando a Juanes y eso me gustó, pues así el mundo puede ver que el exilio no es monolítico, ni que para protestar por algo hay que llegar a la violencia que solo ayuda a los castristas y los izquierdistas del mundo, pues enseguida ponen los videos en la televisión cubana y le dicen al pueblo que el exilio de Miami no quiere siquiera que el pueblo de Cuba tenga un rato de diversión apolítica. Sin dudas, los espías quizás estaban en los dos bandos, pero en el bando de la aplanadora, es donde de verdad ayuda al régimen castrista.
Nunca se había visto en Miami varios canales de televisión transmitiendo un concierto en vivo desde Cuba. Es cierto que hubo disidentes que le dijeron que no podían asistir, uno de ellos fue preso, por desobedecer la orden.
Una cantante cubana americana que reside en Nueva York y es del grupo Hierbabuena, gritó que “el Mundo se abra a Cuba”, pero también debió haber dicho, “que Cuba se abra al Mundo”. Se veía que tenían miedo, eso es algo que se respira en Cuba. Hasta el más guapo, al llegar al aeropuerto de La Habana, lo siente, ese miedo circula por el aire.
En fin, que fue positivo el concierto, aunque no creo que cambie nada, solo que les llevó un poquito de tortura azucarada a los cubanos que están acostumbrados a ir a Plaza de la Revolución a sudar, desmayarse y oír esos discursos revolucionarios que son una tortura mental y emocional. Esta vez la tortura fue musical, sosa, excepto al final con un poco de ritmo y emoción, pero ya muchos se habían ido y otros se despertaban del coma veraniego.
