Bueno, bueno bueno, por fin llego el 17 de Mayo del 2010, una fecha muy importante para mi, pues cumplo mis 30 años en el exilio.
Haciendo un recuento, en abril de 1980, un grupo de cubanos irrumpió en la Embajada del Perú con un autobús (guagua), lograron penetrar en ella, después el gobierno cubano retiró la guardia de la embajada y en poco tiempo más de 10.800 personas logran entrar en ella. Mas tarde Fidel habló al pueblo y dijo que el que quisiera abandonar la isla, que se vaya, que no los quieren en Cuba. El presidente de los EEUU dijo que va a recibir cubanos, España recibe algunos al igual que Perú, pero se les da permiso a los cubanos que residen en EEUU para que vayan en lanchas a recoger a sus familiares y así comenzó el puente marítimo Mariel-Cayo Hueso.
Recuerdo que en abril estaba en los exámenes finales de mi carrera de medicina veterinaria, el 5to y último año para ser mas especifico. Cada vez que alguien iba a pedir la baja porque se iba para los EEUU y ese era un requisito, entonces nos sacaban de las aulas y nos reunían en una plaza donde antes de entregársela, se le daba un mitin de repudio y se le ofendía con todo lo mas hiriente que se le puede decir a un ser humano, después que se le entregaba ese permiso de baja universitaria, la persona salía y se le iba empujando y gritando, aplastándole huevos en la cabeza, etc. así como en lo mas salvaje de la Edad Media, o del mundo musulmán contra las mujeres, sin dudas Cuba ha sido un pueblo salvaje bajo el comunismo. Teníamos que gritarle pues todos teníamos miedo ya que nos estaban chequeando. Terminó abril, comenzó mayo, terminaron mis exámenes y Cuba estaba convulsionada. Era un país salvaje, cada vez que se enteraban que alguien se iba, le tiraban huevos a su casa, le escribían groserías en las paredes, le hacían actos de repudio. No puedo pensar hasta donde ha bajado el cubano, lo peor de un pueblo salió a flote y eso es lo que trajo la dictadura castrista.
Cuando hice mi ultimo examen y ya tenia mi tesis de grado terminada y revisada, estando con unos días libres, no recuerdo si vacaciones o era por haber terminado los exámenes, consulté con mi madre y le dije que yo me quería ir, pero dependía de ella, lo que ella dijera. Mi madre fue una Madre Coraje y me dijo que ella lo que quería era que yo fuera feliz y si yo creía que esa decision era lo mejor para mi, pues ella me apoyaba 100%. Que Madre tuve!
No lo pensé dos veces, fui a la estación de policía y como mi carnet de identidad cuando tu eres estudiante no dice nada, pues yo dije que ni trabajaba, ni estudiaba, o sea que era una escoria. Como escoria te podías ir fácilmente, y una de las formas era decir que eras homosexual, no lo pensé dos veces. En la estación de policía de mi pueblo me humillaron muchísimo, inclusive el jefe de policía estaba casado con una prima mía. Estas son cosas que no me gusta recordar. Eso fue un martes 13 de mayo de 1980. El miércoles 14 fui a ver a una siquiatra, pues si no podía salir del país, me iba a hacer pasar por loco y quizás ir a un hospital psiquiátrico, pues así justificaba el haber querido salir del “paraíso” que era Cuba. El miércoles 15 me fueron a buscar a mi casa, me llevaron para la policía donde había más caimitenses que se iban. Nos llevaron en una guagua para la Habana. Las personas de tu mismo pueblo te gritaban y tiraban huevos. En La Habana estuve en un lugar llamado Cuatro Ruedas, y allí estaban todos los que venían de otras provincias. Allí nos humillaron todo el tiempo. El jueves 16 me llevaron para el Mosquito, un lugar cerca del pueblo del Mariel y su bahía. Estaba lleno de mosquitos y arrecifes. Aquello era como un campo de concentración, donde la policía le tiraba los perros a las personas. Para comer, nos dieron una cajita con una torta de arroz y un medallón de carne rusa, sin cubiertos, a comer con las manos, y para eso tenias que bajar a una piscina sin agua y comer allá adentro. Con el calor y el sol de Cuba, solo había una pipa de agua con una gran cola y sin suficientes vasos. Yo me encontré uno en el piso lleno de hormigas y no me dió tiempo de limpiarlo, lo llené de agua caliente y me la tomé con ellas dentro, era época de supervivencia. Lo que mas me impactó de allí, fue cuando llegó una guagua llena de locos de Mazorra (hospital psiquiátrico), todos con la cabeza rapada y bien despistados, sin saber donde estaban. Me dolió mucho ver a una señora que podía ser mi abuela, como la mandaban para EEUU siendo una enferma mental y sola sin familia. El gobierno de Cuba abrió las cárceles y mandó para EEUU delincuentes comunes, asesinos, todo para mostrarle al mundo que clase de personas eran los que querían abandonar Cuba.
Era como las 6 de la tarde cuando a un grupo nos montaron en una embarcación pequeña llamada San Antonio. La sobrecargaron, nos dijeron que partiéramos sin ser en flotilla como era lo acordado, dijeron que había buen tiempo y hubo mal tiempo, los guardacostas cubanos no nos acompañaron hasta alta mar como decían en Cuba.
Recuerdo que al llegar a aguas internacionales y en el punto donde ya dejaríamos de ver las costas cubanas supuestamente para siempre, pues los papeles que nos dieron decían que nunca mas podíamos visitar la isla, el capitán nos dijo que nos despidiéramos de Cuba y todos sin conocernos nos cogimos de las manos y entre llantos cantamos el Himno Nacional. Fue muy emotivo y triste….
Se hace de noche, y el tiempo se empieza a poner muy malo. La lancha sobrecargada llega un momento que se rompe, se apagan las luces, las olas son muy grandes, entra mucha agua y todos estamos en cubierta, mujeres, incluso una embarazada de muchos meses, niños, ancianos, la gente grita, los niños lloran, yo perdí mis zapatos, me senté agarrado a las paredes de la lancha para no caer, mojado completamente. En eso vemos unas luces que nos encandilan, y gracias a Dios eran los guardacostas americanos, enseguida nos remolcaron y pudimos llegar sanos y salvos a Cayo Hueso al amanecer. De esto no me gusta hablar, siempre termino llorando. He tratado de resumirlo todo pues son muchas anécdotas, muchas experiencias vividas, pero soy solo uno, el exilio cubano esta plagado de casos peores. Yo llegue vivo, y estuve pocas horas en el Mariel, fui un privilegiado.
Llegamos 125.000 cubanos por el puente Mariel-Cayo Hueso, hicimos historia. Una pagina muy triste para Cuba y el exilio cubano. Mucho dolor y sufrimiento, y todavía hay personas que defienden la dictadura castrista.
En EEUU me ha ido muy bien, he conocido lo que es democracia, estado de bienestar, la libertad que se me negó en mi patria, etc.
A continuación un video de aquella odisea.