La presencia y costumbres españoles en Gūira de Melena. Por el Profesor León Rigoberto Castañeda.
Crée usted de que Cuba estaría mejor como:
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Presencia y costumbres españolas en el pueblo de Gūira de Melena
La presencia y costumbres españoles en Gūira de Melena. Por el Profesor León Rigoberto Castañeda.
El Himno de Galicia donde primero se estrenó fue en La Habana en 1907
Extraído de Protocolo.org
(Bandera Constitucional)
El himno es conocido como la composición de "Os pinos". Es estrenado en 1907 en La Habana, fruto, como la bandera y el escudo, de la emigración. En 1908 se hará oficial. En su elaboración se conjugan las partituras de Pascual Veiga y el poema Os Pinos deEduardo Pondal. El motivo central es muy sencillo: que Galicia despierte de su sueño y emprenda el camino hacia la libertad.
El Himno gallego, compuesto por "O bardo de Bergantiños", o sea, el insigne poeta gallego Eduardo González Pondal (Ponteceso, La Coruña 8/2/1835 - La Coruña 8/3/1917). La música es del compositor gallego Pascual Veiga, natural de Mondoñedo.
La composición consta de diez estrofas más, que no fueron incorporadas al himno. Éste fue estrenado el 20 de diciembre de 1907 en el Gran Teatro del Centro Gallego de La Habana (actual Embajada de España en Cuba).
HINO GALEGO - REAL FILHARMONIA DE GALIZA
Himno Gallego interpretado por La Real Filarmónica de Galicia durante el acto de toma de posesión de Emilio Pérez Touriño como Presidente da Xunta en agosto de 2005
La letra del himno, en su versión en castellano, es:
¿Qué dicen los rumorososen la costa verdecente [verdeante],al rayo transparentede la plácida luna?
¿Qué dicen las altas copasde la oscura pinocha arpada [erizada]con su bien compasadoy monótono cimbrear?
De tu verdor ceñidoy de los benignos astros,confines de los verdes castrosy valeroso llano.
Nunca te olvidesde la injuria y del rudo encono;despierta de tu sueño,hogar de Breogán.
Los buenos y generososnuestra voz entienden,y con arrobo atiendennuestro ronco sonido,pero sólo los ignorantes,los fieros y duros,imbéciles y oscurosno nos entienden, no.
Llegado el momentode aquellos bardos de antiguo,que a vuestras ilusionescumplido fin darán:pues, donde quiere, gigante,nuestra nosa voz pregonala redención de la buenanación de Breogán.
La letra del himno, en gallego, es:
¿Qué din os rumorososna costa verdecenteao raio transparentedo prácido luar?
¿Qué din as altas copasde escuro arume arpadoco seu ben compasadomonótono fungar?
Do teu verdor cinguidoe de benignos astrosconfín dos verdes castrose valeroso chan,non des a esquecementoda inxuria o rudo encono;desperta do teu sonofogar de Breogán.
Os bos e xenerososa nosa voz entendene con arroubo atendeno noso ronco son,mais só os iñorantese féridos e duros,imbéciles e escurosnon nos entenden, non.
Os tempos son chegadosdos bardos das edadesque as vosas vaguedadescumprido fin terán;pois, donde quer, xigantea nosa voz pregoaa redenzón da boanazón de Breogán.
Frontón Jai Alai, un juego vasco en Cuba
(Un Fronton Jai Alai en La Habana en 1904)
El Frontón Jai Alai, patrimonio de la República
BOBBY SALAMANCA JR. Blog Conexión Cubana |
Uno de los deportes que creció con la República y desapareció con su muerte en 1959 fue la pelota vasca o cesta punta, popularmente conocido como Jai Alai.
El Jai Alai fue llevado a Cuba por los vascos en el año 1898, pero no fue hasta el 7 de mayo de 1901 que nació el primer templo de la pelota vasca en el Nuevo Mundo, cuando se inauguró en La Habana el Frontón Jai Alai en la famosa esquina de Concordia y Lucena.
La obra no tardó en ganarse el nombre de ''El Palacio de los Gritos'', e impulsada por el vasco Basilio Sarazqueta atrajo a numerosos pelotaris del más alto nivel.
En una época en que el transporte público era tirado por caballos, La Habana comenzó a ser el centro de un deporte cada vez más lucrativo, gracias a las crecientes apuestas.
El Ayuntamiento de la ciudad le hizo una concesión por 10 años (1902-1912) a Sarazqueta, padre de una idea que no tardó en expandirse por la isla y más allá de sus fronteras.
Aunque en la primera temporada el cuadro de jugadores que se contrató no era de calidad, para la segunda campaña la historia fue diferente.
Rufino Osorio, primer administrador del Frontón Jai Alai, se fue en plan de magnate a la Madre Patria y regresó con las manos llenas de talento profesional. Osorio era uno de los personajes más pintorescos por aquellos años en la capital cubana, recordado por las dos mulas con moñas de colores y collares de cascabeles que tiraban de su coche.
Con las primeras señales de bonanza, por el El Palacio de los Gritos comenzaron a desfilar jugadores de fama mundial. Los nombres de Macala, Trecet, Arnedillo, Altamira e Ibacota --a los pelotaris se les conocía por sus apellidos-- se repetían de boca en boca para convertirse en ídolos de un deporte que cada vez se hacía más popular.
Los fanáticos abarrotaban el Frontón Jai Alai para enloquecer con los duelos de Macala y Trecet contra Isidoro y Arnedillo. Macala fue un jugador inmenso, marcado por una alegría inigualable, un andar único y un ímpetu contagioso.
Las temporadas comenzaban el primer domingo de octubre y terminaban el 20 de junio. Después de esa fecha todos los pelotaris, corredores de apuestas y catedráticos de tan fascinante juego, regresaban a la península con los bolsillos llenos de dinero.
En 1918 las reglas del Jai Alai sufrieron cambios. El juego pasaba por un largo letargo y los apostadores buscaban otros horizontes.
En esa época, el nuevo presidente del Frontón Jai Alai, Eliseo Argüelles, encabezó la recuperación. La instalación se denominaría a partir de ese momento Compañía Sport y Fomento del Turismo, pero popularmente seguiría siendo El Palacio de los Gritos.
Con las nuevas reglas, muchos pelotaris no lograron sobrevivir y tuvieron que retirarse. Otros sí se adaptarse a las nuevas condiciones, en las que ya no se permitiría más sujetar y caminar con la pelota en la cesta, ni mirar a un lado y a otro, en busca de la posición de los rivales, antes de hacer un tiro incómodo.
En esa nueva época de la cesta punta, se recuerda el paso de otros excelentes jugadores que se ocuparon de eternizar en la República la práctica de la Pelota Vasca.
Marategui e Ituarte, los Erdoza y Cazalis, Ugartechea y Larrescaín, Larrinaga y los Irigollen fueron los pelotaris que se robaron los corazones de habaneros y visitantes, que atraídos por El Palacio de los Gritos fueron testigos de la brillantez de aquel espectáculo, matizado por electrizantes jugadas.
Mas allá de La Habana, el 13 de noviembre de 1920 fue inaugurado el Frontón Jai Alai de la ciudad de Cienfuegos, garantizando que la modalidad alcanzara su mayor esplendor en la isla durante los años 20.
Por Cienfuegos pasaron jugadores de talla mundial, entre ellos Barrenechea, Escenario, Elorza, Pistón Cubotica y Esquivel II y otros.
Desde los años 20, la cesta punta formó parte del entretenimiento cotidiano en la isla. Los pelotaris, profesionales unos, amateurs otros, contaban con su propio espacio en la prensa y en las charlas casuales.
Pero el Jai Alai, por su propia naturaleza profesional y su entorno marcado por las apuestas, fue barrido de la isla con la llegada al poder de Fidel Castro en 1959. Desapareció entonces la tradición y nunca más se volvieron a escuchar los gritos de los emocionados fanáticos en el Frontón Jai Alai.
Fue así que pelotaris, corredores de apuestas y catedráticos, en su mayoría, se trasladaron a la Florida para darle continuidad a una tradición que, sin dudas, fue patrimonio único de la República.•
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