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domingo, 6 de febrero de 2011

La Mejorana y la independencia cubana: un choque de ideas y liderazgo entre José Martí y Antonio Maceo. ( Parte II )


(Foto de Internet)

Por ALINE HELO 
Universidad de Texas en Austin

Continuación

 Después de un breve resumen de la lucha por la independencia cubana hasta mayo de 1895, este artículo reconstruye el encuentro en La Mejorana desde la perspectiva de sus participantes, usando principalmente los diarios de Martí y de Gómez y la correspondencia de los tres protagonistas. Infelizmente, estas fuentes no son uniformes, pues solamente Martí da detalles de la reunión. La mención de Gómez es demasiado breve, y Maceo no dejó informe personal sino unas reflexiones en cartas escritas algunas semanas antes y después del encuentro. Como resultado, el punto de vista de Martí es sobre-representado en la documentación existente. En seguida, el articulo examina la relación entre Martí y Maceo, basándose en la correspondencia de los dos hombres, y analiza las ideas principales en las cuales ellos concordaron y discordaron, aprovechando esta oportunidad para subrayar las ideas revolucionarias de Maceo. Finalmente, el articulo estudia brevemente ciertos acontecimientos ocurridos en Cuba Libre entre La Mejorana y la muerte de Maceo en diciembre de 1896 y su impacto en la naciente república cubana.

 La Guerra de los Diez Años, la primera guerra de independencia cubana, empezó en 1868, medio siglo después que la mayor parte de Hispano-América, con la excepción de Puerto Rico, había ganado su independencia de España. Dos razones principales explican este retraso: en los años 1810, la economía azucarera de Cuba, basada en la esclavitud, disfrutaba de gran prosperidad; y la élite blanca cubana temía que cualquier desafío al colonialismo español pudiese incitar una revolución parecida a la haitiana, y a que la población libre de color sumada a la de los esclavos, excedía en número a la población blanca. En 1868, las condiciones habían cambiado: la economía azucarera pasaba por una crísis, y los blancos ahora eran más numerosos que los libres y los esclavos de ascendencia africana. La Guerra de los Diez Años fue llevada a cabo en la parte oriental de la isla por hacendados blancos cuya sobrevivencia económica estaba en verdadero peligro. Bajo presión popular, ellos declararon la emancipación de todos los esclavos en el territorio rebelde en 1869. No obstante, los hacendados cubanos de la región oeste y central se oponían a la abolición y limitaron la insurrección a Oriente y Camagüey. Además, la participación de la gente libre de color en el Ejército Libertador —no solamente en las tropas sino, de forma creciente, como jefes militares— preocupó continuamente a los líderes separatistas blancos, y fue ésta una de las razones principales por la cual estos últimos negociaron con España el Pacto de Zanjón que terminó la guerra en 1878.
 Aparecieron en plena luz las tensiones entre el sector popular multiracial y los conservadores blancos, dentro del movimiento de independencia, en marzo de 1878 cuando Antonio Maceo y otros rechazaron el pacto y emitieron la Protesta de Baraguá, llamando a los orientales a continuar la guerra contra la esclavitud y contra España7. Maceo y sus compañeros fracasaron en reunir las
fuerzas separatistas dentro y fuera de Cuba, y en 1880 muchos fueron forzados al exilio. El racismo, una vez mas, tuvo un papel principal en la derrota de la Guerra Chiquita, la cual se desató prematuramente en agosto de 1879 y terminó nueve meses después con la caída de las fuerzas rebeldes. El general blanco Calixto García impidió que Maceo encabezase su expedición y tomase el mando de Oriente a partir de la opinión de que el movimiento pudiese ser confundido con una «guerra de razas»8. Desorganizados todavía más por el servicio de espionaje español y por la represión, y careciendo del apoyo de los exiliados cubanos, los insurgentes orientales se rindieron al ejército español.

 En la década de 1880, España promulgó algunas reformas en Cuba para prevenir un nuevo levantamiento. La esclavitud fue completamente abolida en 1886, y fueron otorgados los derechos de igualdad a los negros y mulatos en 1893. No obstante, España continuó negándole la autonomía a Cuba.

 Mientras tanto, los lazos económicos entre Cuba y Estados Unidos aumentaron dramáticamente.

 Durante esos años, los separatistas cubanos se reorganizaron, dentro del país y también desde el exilio. En esta fase, el papel de Jose Martí fue central. Desde los Estados Unidos él creó el Partido Revolucionario Cubano que unió a todos los cubanos a favor de la independencia, sin distinción de clase o raza. El mobilizó a los tabaqueros en la florida, los cuales se convirtieron en un sector de gran apoyo al Ejército Libertador. Martí también hizo extensa labor de propaganda para asegurar a los blancos de la clase alta que Cuba independiente no se convertida en otro Haiti ~. Por su parte, Antonio Maceo y el general Máximo Gómez mobilizaron activamente, desde el exilio, a los veteranos de las guerras pasadas hacia una nueva insurrección. Uno de sus planes, que incluía expediciones simultáneamente lanzadas desde ultramar, fracasó en 1884. En 1890 Maceo fue autorizado por el gobernador español de regresar por algunos meses a Cuba, donde él revivió el espíritu de la revolución.

 Finalmente, un plan viable de insurrección fue organizado por Martí a principios de 1895. Con el consentimiento de los veteranos principales, el comando militar supremo del Ejército Libertador fue entregado al general Máximo Gómez. A finales de enero de 1895, Martí firmó una orden para un levantamiento general en Cuba. El periodista mulato Juan Gualberto Gómez, representante del PRC en La Habana y jefe de la federación cubana de sociedades de la raza de color, estaba a cargo de coordinar el movimiento en la isla. La última Guerra de Independencia empezó el 24 de febrero de 1895, pero la rebelión fue plenamente exitosa sólo en Oriente, la región con una significativa población de ascendencia africana y una tradición de lucha contra España y en la cual la influencia de Maceo era dominante‘~. Mientras tanto,José Martí se juntó con Máximo Gómez en Montecristi, en la República Dominicana, con el propósito de invadir a Cuba. La tarea de Maceo era de hacer lo mismo con otro grupo de exiliados desde Costa Rica. No obstante, ya que Maceo solicitó más fondos de los que Martí distribuyó, Martí pasó por alto la autoridad de Maceo y le encargó la expedición de Costa Rica al general Flor Crombet, también un mulato pero de menor calibre, lo cual lastimó profundamente a Maceo ‘~. Simultáneamente, Martí escribió el Manifesto de Montecristi, o el mensaje del PRC anunciándo al pueblo cubano una guerra justa contra el colonialismo español, que él y Máximo Gómez firmaron el 25 de marzo.

 El documento planteó la necesidad de un gobierno civil a principios de la guerra, a fin de asegurar el apoyo de la élite blanca cubana y de las naciones etranjeras a la causa de la independencia y prevenir una dominación negra y una dictadura militar ~. Después del desembarco el 10 de abril de 1895 de Antonio Maceo, su hermano José, Flor Crombet, y otros exiliados, la insurrección entró en una nueva fase. Mientras el grupo de Maceo procedía hacia el interior de la provincia de Oriente, jefes veteranos, grupos rebeldes, y reclutas nuevos se ponían bajo el mando de Maceo. En cuestión de un mes, lo que había comenzado por ser un movimiento disparejo se convirtió en un ejército insurgente de varios miles de hombres que carecían de armas y uniformes pero no de entusiasmo. José Martí y Máximo Gómez desembarcaron en La Playita en Oriente diez días después de Maceo. Su pequeño grupo labró poco a poco su camino hacia las tropas de Maceo. A fines de abril de 1895, Martí dio un paso más hacia la formación de un gobierno civil al llamar a los «representativos de todas las masas cubanas alzadas» aformar una asamblea para elegir el gobierno de la nueva república. Para su sorpresa, Gómez concordó con esa decisión 15 No obstante, Martí anticipó la resistencia de Maceo, y dos días antes de encontrarse con él en LaMejorana,le mandó una carta, firme pero afectuosa, que enfatizaba el menester de establecer una «propia autoridad» en Cuba Libre trabajando «con una sola mente» con el ejército militar contra el enemigo. Martí no fue muy explicito sobre la forma de este gobierno, a excepción de que debía ser «simple y eficaz, útil, amado, uno, respetable, viable... sín peligro de choque» con el ejército ~. Finalmente, el 5 de mayo, Martí y Gómez se encontraron con Maceo en su cuartel general en La Mejorana para discutir sobre estrategia militar. Martí murió el 19 de mayo de 1895 en una escararnuza contra tropas españolas, cuatro meses antes de que los delegados de Cuba Libre eligieran un gobierno civil.

 Bajo la anotación de «5 de mayo,» el encuentro en La Mejorana es relatado en el diario de Martí de una manera intensa pero incompleta. Algunos vacíos son voluntarios,ya que Martí evitó escribir cualquier información que pudiese beneficiar al enemigo‘~. Además, las páginas que corresponden al 6 de mayo, las cuales pudiesen haber contenido más información sobre el evento, han desaparecido del archivo de Máximo Gómez donde el documento fue encontrado 8

(Continuará)

Bibliografía:

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