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domingo, 10 de octubre de 2010

Rasgos culturales de los inmigrantes hindúes en Cuba (Cont.)

 
La inmigración indostana a Cuba y sus antecedentes en las Antillas (Parte I) (Cont.)
Rafael López Valdés


 Estos primeros hindúes en el territorio del central Ermita, excitaban la curiosidad de la población local. Los inmigrantes no vestían al estilo occidental como los naturales. Usaban

    ... turbante y taparrabos, consistente este último en una tela que se enrollaban en el cuerpo.
 Las mujeres llevaban el pelo "enrollado en forma de pelota"(12). Según la denominación popular, los indios que había eran "Calcuta", "Punjab" y "Madrás". Los "Calcuta", tenían el pelo largo, y se cubrían la cabeza con un turbante. Es posible que, atendiendo a este indicio, se tratara de sikhs(13).

Con el paso del tiempo, los braceros que se establecieron con carácter de permanencia en las comunidades rurales, no tardaron en perder el vestido nacional, adoptando consiquientemente el usado por la población local. En Trinidad, el vestido nacional se ha conservado fundamentalmente en el campo, aunque también una parte de la población de las ciudades lo usa, en primer término, las mujeres.

 Los braceros usaban su propia lengua para comunicarse entre sí. En general, no hablaban el español y el inglés lo hablaban bastante mal.

 Los hábitos alimenticios de los hindúes llamaban la atención de la población. Comían con las manos, consistiendo su dieta en tortas de harina y mantequilla. Al decir de un informante, "los indios Calcuta comían solamente casabe" aplicándole a las tortas la denominación que los aborígenes cubanos daban a la especie de "pan", hecho de yuca (mandioca). Estos grupos no comían carne. Gustaban mucho del pescado, el cual obtenían de los ríos y arroyos de Ermita. Los mangos que tanto abundan en los campos cubanos, los comían verdes, y además preparaban un plato a base de flores de este árbol(14).

 Aunque estos primeros hindúes observaban las prohibiciones alimenticias referentes a la carne, en la actualidad se ha perdido por completo esta observancia, al menos entre los del grupo estudiado y sus descendientes. Como una supervivencia dentro de la dieta alimenticia se ha mantenido la preparación del persad, que constituye el plato ritual que se reparte dentro de las ceremonias religiosas.

 Los culíes al levantarse por las mañanas, hacían sus abluciones en un arroyo cercano al batey Egipto, donde residían, sentándose en cuclillas frente al sol(15).

 Los inmigrantes no trasladaron a Cuba ninguna expresión de su arquitectura tradicional. Tampoco hemos podido apreciar en los interiores de la vivienda actual, ningún rasgo que nos señale este origen. En ellos se manifestó una marcada tendencia por asimilar rápidamente las formas de vida vigentes en Cuba. Inclusive la mayoría de ellos, tan pronto como les fue posible, abandonaron los campos de caña en busca de mejores trabajos en los bateyes y núcleos urbanos. La única forma de construcción que recuerda las pautas originales, se contrae al colgadizo o enramada hecha de bambú, que sirve a los fines de la celebración de ceremonias religiosas (puja)(16).

 El batey Egipto, centro de la colonia del mismo nombre, sé encuentra al norte del batey Ermita. La mayor parte de los hindúes y jamaicanos de Ermita, residían en este batey. Los hindúes que estaban solteros, compartían los barracones con los jamaicanos, y los que tenían constituida familia, vivían aparte. Estos últimos, criaban vacas y chivos en sus pequeñas parcelas de tierra.

 En los campos de Ermita, también trabajaron mujeres hindúes. Eran las esposas de los hindúes que habían venido ya casados. Desde la llegada de los primeros culíes, vinieron también mujeres, pero en cantidad insuficiente. Una comisión creada en el 1912 para estudiar las facetas negativas de los inmigrantes y sus condiciones de vida, señalaba entre los principales desajustes comunes a los grupos hindúes de la Guayana Británica, la Isla de Trinidad y Jamaica, el alto número de suicidios entre los culíes contratados, la desproporción entre los sexos con su consecuente inmoralidad y la excesiva cantidad de causas judiciales, establecidas contra los braceros por delitos sancionados en las leyes coloniales del trabajo(17).

 La escasez de mujeres tuvo repercusiones de gran importancia en la posición de la mujer y en el régimen de castas. Una serie de prohibiciones existentes en la India, no tuvieron lugar en las numerosas comunidades indias de la isla de Trinidad. La viuda de un brahmán a quien se le prohibe volver a contraer matrimonio en la India, no observa esta prohibición en Trinidad. También los matrimonios entre miembros de distintas castas, se observan con frecuencia.

 A pesar de que las mujeres descendientes de hindúes son poco numerosas, todavía es bastante grande la resistencia al mestizaje.

Los hindúes establecidos en territorio de Ermita, los cuales vivían en su mayoría en el batey Egipto, tenían fama de racistas entre la población local que estaba compuesta en su mayoría por negros. Esta fama la adquirieron en virtud de la endogamia, que era observada por el grupo. Los hindúes veían con malos ojos "que otros que no fueran sus paisanos, hablaran con sus mujeres"(23).

 En las condiciones generales precedentes, se producen aspectos particulares del proceso de transculturación, atendiendo a las especificidades de las distintas colonias a donde fueron destinados los braceros. Existe además, una correlación lógica entre la proporción de los distintos componentes étnicos y las variantes del proceso transculturativo.


(Continuará)

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