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viernes, 10 de diciembre de 2010

Desarrollo de la Zarzuela en Cuba ( Parte II y Final )


(Foto de Internet, Teatro Amadeu Roldan, La Habana 1920’s. Ese teatro lo quemaron y fue restaurado)

Por Dr. Rowland Bosch


 En 1928 se inauguró el teatro Auditorium, que fue la sede de Pro-Arte Musical, institución ejemplar en la cual muchos artistas de fama mundial hicieron presentaciones en Cuba.

      Entre los años 1920 y 1930 proliferan los conservatorios de música como el Hubert de Blank, el de Benjamín Orbón, el Peyrellade, el conservatorio municipal de La Habana "Félix Alpízar", y surgen academias de canto como la de Lalo, la de Mariano Meléndez, la de Rafael Jardines, (donde estudió este autor), la de la yugoslava Mariana de Gonich y la de los esposos italianos Tina Farelli y Arturo Bovi donde aprendieron la técnica del canto sopranos, barítonos y tenores de la talla de Francisco Naya, tenor lírico que cubrió un espacio de tiempo en la historia del canto clásico en la isla.

      En los años finales de la década del veinte del presente siglo y en los años 30 florece el teatro lírico cubano y entran en la historia de Cuba los compositores Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, Luis Casas Romero, Eliseo Grenet y otros, quiénes compusieron bellísimas melodías de rango operístico. Al popularizarse la radio, se divulga la música de zarzuela al nuevo público.

      Gonzalo Roig, autor de canciones mundialmente conocidas como Quiéreme mucho, compone la más grande de las zarzuelas cubanas, Cecilia Valdés, que, junto a María la O de Ernesto Lecuona constituyen las dos zarzuelas cubanas más populares.

      Cecilia Valdés se estrenó el 26 de marzo de 1932 en el teatro Martí de La Habana. Está basada en la novela del mismo nombre de Cirilo Villaverde con libreto de Agustín Rodríguez y José Sánchez Arcilla. El papel de Cecilia correspondió a la soprano mexicana Elisa Altamirano en vez de a Caridad Suárez, como originalmente se había programado.

      En este mismo año de 1932 se estrena El Clarín,  también  de Roig. El cafetal  de Lecuona se presenta en el Payret de La Habana; esta zarzuela había sido estrenada en 1929 en  el   teatro Regina, también de La Habana.

      Se vuelven a escenificar Rosa La China de Lecuona, Soledad de Rodrigo Prats y Niña Rita escrita en colaboración por Lecuona y Grenet.

      En 1935 se estrena María Belén Chacón y Amalia Batista, ambas de Rodrigo Prats, y se vuelve a presentar Cecilia Valdés. En 1948 se graba esta zarzuela por la firma discográfica de Fernando Montilla y con un elenco cubano.

      Cecilia Valdés es un ejemplo de la riqueza y de la variedad de la música cubana en la cual se entremezclan ritmos de origen africano y también tonadas con muchas reminiscencias de la madre patria. Así tenemos en ella la contradanza, el pregón, la habanera, y el tango congo representado por el Po Po Po.

      En 1938 se funda la Opera Nacional  con cantantes como Zoila Gálvez, Carmelina Rosell, y Carmelina Santana y se inaugura la temporada con varias óperas como La Traviata, Tosca y   Caballería  Rusticana.

     Otro gran compositor cubano lo fue Eduardo Sánchez de Fuentes. Se dice que ha sido el más completo músico y compositor habanero. Escribió varias óperas, entre ellas Yumurí, estrenada en 1898 en el Albisu. La ópera Kabelia, la  última de sus obras, fue estrenada en el teatro Nacional en 1942 (dos años antes de morir el compositor), bajo la batuta de Gonzalo Roig y cantada por el tenor español Hipólito Lázaro.

      Sánchez de Fuentes escribió además tres operetas, Caballero de Plata, Por un beso y Eva y un ballet completo con el título de Dione. Toda la obra de este compositor está enmarcada dentro de un verdadero cubanismo.
      Otro gran compositor lo fue Jorge Ankermann Rofart (1877-1941). Es el más prolífico de los compositores cubanos con cerca de 3,000 obras. Autor de Flor de Yumurí, canción bellísima, y de zarzuelas como Isla Feliz y Aires de otoño. Su sobrino, Rodrigo Prat y Llorens (1910-1980), el último de los grandes compositores de este ciclo, y que ya mencionamos, compuso zarzuelas de gran contenido folklórico como Soledad, María Belén Chacón estrenada en 1935, Amalia Batista, La Habana que vuelve, Guamá, Locura y El gran desfile.

      Ernesto Lecuona y Casado, iniciador de la época más importante del teatro lírico en La Habana y del estilo costumbrista en sus zarzuelas, compuso las siguientes: El Cafetal, María la O, Los curros del manglar, Rosa la china (que es en realidad un sainete lírico) Lola Cruz y El Batey. Todas las anteriores con libretos del poeta cubano Gustavo Sánchez Galarraga. Este binomio Galarraga-Lecuona hizo época en la historia de la zarzuela cubana.

      Otras zarzuelas de Lecuona son: Sor Inés, Cuando La Habana era inglesa, La de Jesús María, La niña Rita -con Eliseo Grenet- La Tierra de Venus -que contiene la canción internacionalmente conocida Siboney-, Por una mujer, en colaboración con Grenet, y La plaza de la catedral. Lecuona además escribió dos óperas, El sombrero de Yarey, que no llegó a terminar, y El Maizal.
      Moisés Simons fue popular por ser el autor de Marta, canción cantada y grabada por el famoso Beniamino Gigli y por el tenor mexicano Alfonso Ortiz Tirado y por su El manisero, que  universalizó la genial Rita Montaner. Escribió una sola zarzuela: La niña Mercé.

     José Marín Varona, (1859-1950) con su zarzuela El brujo, de tema costumbrista cubano.

  Eliseo Grenet (1893-1912) compuso zarzuelas como La niña Rita en colaboración con Lecuona, que contiene el famoso tango congo Mama Inés, La virgen morena  (representada en España con gran éxito), El mendigo, y La camagüeyana.

      Luis Casas Romero (1882-1950) escribió más de veinte zarzuelas costumbristas, entre las que destacan El teniente alegría y La moneda nacional. Dos canciones han pasado a la historia: El mambí y Si llego a besarte.  Y Julio Gutiérez, más conocido por sus canciones, escribió una zarzuela El solar.

      En esta época y posteriormente, descollaron cantantes valiosos que contribuyeron con sus bellas voces a popularizar las arias de las zarzuelas cubanas en boga. Citemos solamente, a manera de ejemplo, los nombres de algunos: entre las voces femeninas Rosario García Orellana, Hortensia Coalla, Zoila Gálvez, Caridad Suárez, Tomasita Núñez, Maruja González,  Rita Montaner y Marta Pérez; entre las masculinas, Francisco Naya, Francisco Fernández Dominicis, (tenor cubano que cantó doce  temporadas en la Scala de Milán), Mariano Meléndez, que dirigió la academia de canto de su nombre; Ramón Calzadilla, Emilio Medrano, José Lematt, y Francisco Obregón.

      Hay dos compositores que, aunque no compusieron zarzuelas, debemos recordar: Amadeo Roldán (1900-1939) y Alejandro Caturla (1906-1940). Ambos llevaron la música cubana a los más altos niveles internacionales. Sus obras sobe música cubana no pueden dejarse de mencionar en ningún trabajo sobre música clásica.

       En los años 50, Marcos Redondo y su compañía de zarzuelas visitan Cuba. También lo hace la compañía de zarzuelas de Moreno Torroba, con el matrimonio formado por la soprano Pepita Embil y el barítono Plácido Domingo (padre del tenor del mismo nombre).

      Montílla, la compañía discográfica, se decide a grabar tres zarzuelas de Ernesto Lecuona: Rosa la china, María la O, y El Cafetal. Son las únicas versiones de estas zarzuelas que han quedado en disco. Desafortunadamente, se emplearon cantantes españoles, lo que impidió darles a las grabaciones el sabor criollo que el autor se propuso al componerlas. La misma firma Fernando Montilla grabó Cecilia Valdés con artistas del patio y logró una genuina versión de la obra.

      Mencionemos nuevamente a Pro-Arte Musical en Cuba que hizo extraordinarios aportes a la cultura musical. Gracias a esta institución ejemplar los cubanos pudimos conocer y escuchar a los más  grandes divos y músicos y artistas famosos.

      A pesar de la situación revolucionaria, Pro Arte Musical trató de mantenerse activa, pero hubo de celebrar su última función en septiembre de 1967, con un programa de canciones cubanas, muchas de ellas selecciones de zarzuelas, en el Lyceum and Lawn Tennis Club, ya que el teatro Auditorium, su sede por muchos años, había sido confiscado por el gobierno en 1960.

      En el exilio cubano son incontables los esfuerzos que se han hecho para mantener y divulgar la rica cultura musical   lírica   de Cuba (una de las más fértiles de América.)

      En Miami mencionemos, entre otras, la sociedad Pro-Arte Gratelli, que ha contado con el entusiasmo de  artistas   cubanos como la mezzo-soprano Marta Pérez y otros que han mantenido, sorteando enormes dificultades, el arte lírico musical cubano e internacional en la capital del exilio. El año 1996, esta sociedad artística presentó en Miami la zarzuela de Lecuona Lola Cruz con gran éxito, bajo la dirección musical del maestro Alfredo Munar y cantada por la formidable soprano Martica Ruiz Saavedra.

      En la zona noreste de los Estados Unidos se han hecho intentos loables para dar a conocer el arte lírico por grupos de amantes del género, como el fundado hace varios años: Amigos de la zarzuela.

      Otros esfuerzos dignos de encomio se han realizado en el Town Hall de Nueva York; en el teatro Park de Union City; en la iglesia San Rocco de North Bergen y en la iglesia San Agustín de Union City por la compañía lírico musical.

      Se presentó hace varios años Cecilia Valdés, entre otras zarzuelas, en el teatro Park, con la actuación de los artistas cubanos Ana Margarita Martínez Casado y Efren Puig.

      En el teatro Repertorio Español se presentó la revista musical Habana -con selecciones de zarzuelas cubanas-; que se mantuvo durante varios años en cartelera.

      Antes de trasladarse a Miami la soprano cubana América Crespo (recientemente fallecida) nos ofreció varios recitales de canciones cubanas, entre ellas muchas de zarzuelas, en el teatro de la asociación Hijos y amigos de Fomento.

      El recién fundado grupo lírico Rita Montaner ha brindado varias funciones en el condado de Hudson, en New Jersey, con las actuaciones de artistas prestigiosos como Mirta Puig, Esteban Falcón, el tenor René Rodríguez y otros más, y con la dirección del pianista Gilberto Pérez Labastida.

      Y esperamos que en un no lejano día la zarzuela resurja en Cuba (donde hay actualmente compositores y cantantes de calidad) y en el mundo hispánico, porque el alma artística del cubano está allí intacta, inviolada.

(En Cuba al menos hasta 1980 que yo salí, había todos los años temporada de Zarzuela en el "Teatro Mella" de La Habana, antíguo “Rodi". J.R.M.)

Bibliografía:

Seguridad Internacional: Ceuta y Gibraltar, ¿otra vez de moda? (y II) Aproximación histórica

(Foto de Internet)


Dr. Miguel Leal Cruz *
Responsable de la Editora PERIODISMO HISTÓRICO, S.L.

Como decíamos en la primera parte, de esta aproximación histórica a los hechos, en torno a este dilema, precisamente, por la importancia que tenía para los dominios musulmanes de Al-Andaluz (sur de España) la ciudad de Ceuta (que pondría en grave riesgo de aislamiento el reino nazarí de Granada), hacia el año 1448, el Emir de la capital de la Alhambra, envió una escuadra para recuperar aquel preciado enclave, pero que sólo logra sitiar por mar y por tierra. Acudió en su defensa Don Enrique, llamado El Navegante (aunque apenas navegó), quien puso en fuga a los atacantes, según la fuente. Para no perder la ocasión, solicitó autorización para apoderarse de Gibraltar (en poder musulmán) que le fue negado por hallarse esta plaza, a conquistar, dentro de la competencia de Castilla, según acuerdos pactados durante la Reconquista peninsular.

Este príncipe portugués fundó en Sagrés una escuela naval (con grandes adelantos para la época) que sería foco para el éxito de las expediciones portuguesas en África, y en otros lugares del mundo desconocido. De la conquista de Ceuta había reunido información valiosa del vecino continente, tales como la procedencia y ruta del oro, ébano, esclavos negros y otros, que tenía lugar a través del Sahara hasta las ciudades magrebíes del Mediterráneo (Túnez o Argel) o hasta Egipto cruzando el desierto, agrupando enormes caravanas…


El enigma estaba en si realmente existía un imperio cristiano en Abisinia y sí podría costear África. Ocupar la costa marroquí atlántica, alcanzar Oriente por mar, y atacar el Islam por la espalda era su objetivo primordial, a decir de Epifanio González Jiménez. Efectivamente, Enrique el Navegante sentó las bases para el gran imperio portugués posterior y ya en 1486 Bartolomé Díaz navegando por la costa africana llegó y rebasó el Cabo de Las Tormentas (Buena Esperanza).

Bajo el reinado de Manuel el Afortunado, paralelamente a los viajes de Colón, Portugal obtuvo la recompensa de varios años de esfuerzo náutico que se acelera con los monarcas Alfonso V y Juan II. En 1498, Vasco de Gama, tras la proeza de Álvarez Cabral en la costa oriental del Brasil, una vez que dobla el cabo de Buena Esperanza y visitar los puertos africanos de Sofala, Mombasa y Melinda, con población islamizada, llega a Calicut en la India, ciudad ésta que sería el inicio, a partir del contacto de otras expediciones en las Islas Molucas (de las Especies) en 1511, del imperio portugués, cuyo origen tuvo lugar en la conquista del enclave islámico del norte de África: La ciudad de Ceuta, la hoy moderna y europea, con su propio estatuto autonómico, aún reconocida junto a Gibraltar como las Puertas del estrecho de apenas 14 kilómetros que separa a ambos enclaves.

¿Qué nos hace pensar que dichas ciudades mantendrán sine die su status actual?

Para entender la hipótesis planteada digamos algo sobre Gibraltar. Como sabemos, durante la guerra dinástica, en España y parte de Europa, a principios del siglo XVIII, una escuadra Anglo-Holandesa se apoderó de la roca con el territorio circundante y del que tomó posesión por la fuerza en 1704. Pero que más tarde finalizada la Guerra de Sucesión española fue oficialmente cedido por España a Gran Bretaña, dentro de las muchas cláusulas del nefasto Tratado de Utrecht (1713). El acuerdo, respecto al enclave decía: España cede a Gran Bretaña la “propiedad completa y entera la ciudad y castillo de Gibraltar, junto con el puerto así como de las fortalezas, perteneciendo... para siempre, sin excepción o impedimiento cualesquiera (sic)”.

Este tratado no tenía fisura jurídica para intentar su revocación o resolución, salvo por las armas, o por permuta (por territorios en América, e incluso por estas Islas Canarias, en determinados intentos) Si bien, desde aquel momento, y más tarde Franco dijo que “Gibraltar no valía una guerra”; y Hitler, tampoco estaba interesado, porque el entonces Jefe de Estado español no quiso ser su aliado en la aventura fascista mundial. Por tanto, el enorme entramado bélico, preparado para tal evento, fue disuelto…

En estos momentos, tras el referéndum convocado en 2002, totalmente negativo a la reincorporación al territorio español, ni siquiera con la adopción de la co-soberanía solicitada por el Gobierno nacional. Mas, tanto el Reino Unido como España son miembros de la Unión Europea (con libre circulación de personas, servicios y mercancías) y, por tanto, impide cualquier otra solución que no sea la aceptada por los habitantes de esta posesión, hoy británica.

Lo expuesto sería aplicable también para el supuesto ceutí, claro que la consulta favorable a permanecer en el status actual u otro más autonomista, nunca alcanzará el porcentaje tan elevado como en Gibraltar (que también se había pronunciado en otra consulta celebrada en 1967). Por tanto, habría que considerar vinculante ésta, entre los habitantes censados de Ceuta haciendo uso, entre otros, del derecho comparado internacional, en alusión al caso de Gibraltar, claro.

España crea infraestructuras de todo tipo en esta ciudad que además es defendida por el Ejército, y sus habitantes mantienen una españolidad acendrada; el Reino Unido hace lo propio en los aledaños gibraltareños, utilizando terrenos usurpados y los ganados al mar (español). Precisamente, el día 15 de junio, 2005, por representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de nuestro País, se entregó una nota de protesta en la Embajada británica en Madrid, apremiando la paralización de las obras de relleno en varios sectores de la costa oriental del Peñón que perjudican la entrada a la Bahía de Algeciras. Se pretende la construcción de un puerto deportivo, un complejo residencial y varios hoteles, sin tener en cuenta el negativo impacto ambiental que produce en la bahía limítrofe de soberanía española. (Hemos visitado Gibraltar, y aquello se acerca a un pequeño Singapur…)

Además, a mayor abundamiento, España no considera que la resolución III de la tercera conferencia de Naciones Unidas sobre el derecho del mar sea aplicable a la colonia de Gibraltar, e insiste en el proceso de la descolonización en base a algunas de las resoluciones relevantes adoptadas por la Asamblea General de la ONU…

Claro que, como en la época de Felipe V y del general Rooke, las alianzas y los acuerdos diplomáticos o comerciales siguen en vigor hoy en día y, no es de extrañar, que la prensa escrita editada en estos días, se haga eco en amplios titulares que “Zapatero acepta la soberanía de Marruecos sobre el Sahara a cambio de Ceuta y Melilla”. Si bien, se ha de puntualizar que el presidente español sigue defendiendo el plan Baker, y mantiene firme la españolidad de Ceuta (y Melilla) puesto que, en la ex colonia española, existe un mandato de las Naciones Unidas y, sobre ambas ciudades y otras posesiones no…

No obstante, existen otros aspectos jurídicos que permiten confirmar la tesis apuntada: Tanto Gibraltar como Ceuta, en cuanto enclaves territoriales, no se hallan sujetas a ningún acuerdo contractual con las naciones limítrofes perdurable temporalmente (como si lo tenían Tánger, Hong Kong, Canal de Panamá, Macao, Guantánamo…) Por tanto su situación jurídica vigente se mantendrá o, en todo caso, podrán ser enclaves autónomos con categoría y uso internacional, especialmente en el orden de la coordinación militar superior, la OTAN, y con países afines (entre los que se encuentra Marruecos), para la protección de todo el Mar Mediterráneo, por ser ambos enclaves, desde muy antiguo, las llaves del estrecho que lleva el nombre de uno de ellos: Gibraltar (la roca de Tarik).

¿Qué más se puede decir?

Confiar en los Organismos internacionales, la diplomacia inter-estatal, y el sentido común…, de todos.

* Publicado en El Mundo-La Gaceta de Canarias, los días 25 de julio, y 1 de agosto de 2005. Enviado a Cuba Española por su autor.

Niegan entrada a Cuba a Aguaya Berlin

Es un mensaje de Aguaya Berlín, del Blog DESARRAIGOS PROVOCADOS

Me acaba de llamar por teléfono la Cónsul de Cuba en Berlín para decirme que las "autoridades migratorias cubanas" han revocado la habilitación de mi pasaporte. Me informó que debo pasar por el Consulado para que ellos allí me cancelen la habilitación que desde hace años tengo en mi documento de viaje cubano.

A mi pregunta de cuáles fueron las causas o del por qué de tal decisión la Cónsul me dijo que desconocía las razones pero que imagina "debían ser de peso" para que hayan tomado esa decisión, y que las autoridades tienen el derecho de hacerlo y de tomar tal determinación.

La Cónsul fue muy respetuosa, menos mal, y me dijo que solamente puedo entrar a Cuba en caso de existir una razón humanitaria previamente aprobada desde Cuba. Si no, no puedo viajar a mi país de origen. Me llamaba para que lo supiera antes de comprar pasaje o hacer algún otro trámite relacionado.

Le pregunté si yo recibiría constancia por escrito de lo que ella me estaba comunicando. No, no es posible, es solamente oral, y que yo puedo pasar en cualquier momento por el Consulado para ella repetirme la misma decisión.

EL GOBIERNO DE CUBA VIOLA UN DERECHO HUMANO UNIVERSAL: MI DERECHO DE ENTRAR A MI PAÍS DE ORIGEN.

Artículo 13, Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las Naciones Unidas:

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

EL GOBIERNO DE CUBA ESTÁ VIOLANDO MIS DERECHOS.

(Mi agradecimientoo sin límites a todos los que se han hecho eco en sus blogs y en las redes sociales, incluso a los pocos segundos de haber publicado yo en Facebook la noticia, en mi estado, cuando colgué el teléfono. Después fue que lo escribí aquí, con un poco más de detalle. Gracias a todos por el apoyo. ¡Denunciemos lo que nos pasa a los cubanos cuando nos expresamos libremente!) 

LA MASONERÍA ESPAÑOLA Y LA CRISIS COLONIAL DEL 98 ( Parte V y Final). Por José Antonio Ferrer Benimeli

(Continuación y final)

Resulta difícil hacer una síntesis de este largo trabajo. Sin embargo, hay un par de párrafos que sí resultan ilustrativos, en su autojustificación, y complementan cuanto hemos visto hasta ahora:
No hay, ni hubo, ni seguramente habrá en ninguno de los actos producidos por nuestros coasociados, ni siquiera un indicio de que el Gran Oriente Español no coloca sobre su cabeza como cosa sagrada, la integridad de la patria; así lo han visto el Gobernador y el Juzgado en los infinitos papeles, libros de actas y copiadores de cartas de fechas corrientes y muy anteriores que han examinado. En ellos han encontrado, por el contrario, noticia de nuestras gestiones cerca de algunas potencias masónicas extranjeras, para ver de lograr que negaran el agua y el fuego a ciertas logias de Cuba, con ramificaciones en Puerto Rico, que maldicen de la soberanía española, y con las cuales jamás tuvo relaciones el Gran Oriente Español, que con ellas vivió y vive en guerra franca y abierta.44

Y más adelante añaden: “En el Gran Oriente Español, al cual pertenecieron y pertenecen tantos hombres de bien y tantas ilustraciones patrias, no caben filibusteros”.45

Para finalizar y a título de curiosidad resulta sintomático observar el nombre que habían adoptado algunas logias, sobre todo en Cuba y Puerto Rico. Así, por ejemplo, en Puerto Rico encontramos las que aluden a la patria, inequívocamente la española, al menos en algunas de ellas. Así, por ejemplo:
Lealtad Española, Legalidad Española, Fraternidad Española, Patria, Elegidos de la Patria, Hijos de la Patria..., no faltando las que se refieren a personajes españoles, como: Palafox, Pi y Margall, Alfonso XII, Alfonso XIII, Conde de Aranda, Covadonga, Dos de Mayo, Isabela, Lanuza, Reina Regente…

Otro tanto podríamos decir de las logias españolas de Cuba en las que encontramos títulos distintivos tan característicos como: Amor de Zaragoza, Bética, Calatrava, Cervantes, Comuneros de Castilla, Cuba Española, España, García Vao, Hijos de Zaragoza, Hesperia, Iberia, Madrid, Méndez Núñez, Morayta, Numancia, Padilla, Pi y Margall, Sagunto, Unión y Patria, Unión Latina, Unión Ibérica, Unión Hispano-Americana, Zara- goza…46

Conclusión

A modo de conclusión se puede decir, con Pere Sánchez Ferré, que el Gran Oriente Español y, en general, las demás obediencias españolas, aspiraron a integrar plenamente las colonias a España, como miembros de pleno derecho, y no como ciudadanos de segunda o con un status particular que pudiera favorecer su alejamiento de la Metrópoli. En nombre de la fraternidad universal y de un federalismo confusamente elaborado, se mostraban enemigos de independencias y autonomías, porque, decía Morayta, suponían “un retraso en el camino del progreso”.47

Por otra parte, al menos en el caso antillano, tampoco la actitud de las masonerías autóctonas era uniforme en su “independencia”. Pues no había unidad de criterios en torno al Supremo Consejo de Colón, cuyas logias se agrupaban en la Gran Logia de Colón e isla de Cuba. Un sector de masones era partidario de la simple autonomía, un segundo defendía la lucha armada para conseguir la independencia y un tercero se inclinaba por la anexión a los Estados Unidos.48

Si en Cuba los masones peninsulares eran enemigos de la independencia, en Filipinas todos los esfuerzos fueron dirigidos a que el Archipiélago lograse tener representación parlamentaria, al igual que la disfrutaban Cuba desde 1876 y Puerto Rico desde 1871.49

Morayta y su obediencia pedían que se aplicara en la colonia la Constitución de 1876, la Ley de Prensa y la de Asociación. En una palabra: asimilismo. Esa era la política del Gran Oriente Español y de las otras obediencias en Filipinas y en la Metrópoli.50

Sin embargo, la estrategia asimilista atrajo a la masonería, por igual a filipinos asimilistas y a independentistas, porque jugando la carta reformista podían acercarse a la masonería española, la cual,- creían -, podía abrir muchas puertas en España.

Por lo que respecta a Puerto Rico, el profesor Ayala, ha sintetizado con gran precisión las diferencias que separaban las dos masonerías allí existentes, a saber, a) el origen de ambas, uno americano-cubano, otro puramente español; b) el Rito masónico en el que trabajaban, el Escocés puro, y el Escocés rectificado; c) la finalidad de sus trabajos, españolistas unos, según las propias fuentes masónicas, separatistas otros, según sus oponentes; d) su composición social ,- seguramente,- más peninsulares en una, criollos en exclusividad en otra; y e) la disputa del mismo territorio masónico.51

En esta disputa del “territorio masónico” por las masonerías autóctonas frente a las masonerías peninsulares o viceversa, es posible que en las denuncias de estas últimas hubiera una cierta exageración o incluso manipulación dada la rivalidad existente; rivalidad que también se había dado dentro de las masonerías propiamente cubanas. Por ejemplo, ya en 1859, la Gran Logia de Colón acusó al Gran Oriente de Cuba y las Antillas por su carácter netamente independentista.52

Más tarde, en 1874 y antes de que las masonerías peninsulares “españolistas” se instalaran en Cuba y Puerto Rico, la masonería allí implantada fue duramente atacada por la prensa local, especialmente por La Bandera Española, de Santiago de Cuba, El Mundo y La Voz de La Habana, de La Habana, y por el Boletín Mercantil de Puerto Rico, donde la masonería de Colón fue tachada, a su vez, de independentista.

A estos ataques de la prensa españolista de las Antillas respondió la Gran Logia de Colón, ese mismo año de 1874, en un folleto titulado Justa Defensa de la Francmasonería del Gran Oriente de Colón:
Los que tachan a la Masonería de Colón de separatista son incapaces de comprender los inmensos males que hubieran sobrevivido a la causa de España en la Gran Antilla, si la verdadera masonería hubiese dejado a la irregular invadir todo aquel territorio... Podemos decir sin embozo y con la frente muy erguida que nuestras liturgias no son las liturgias del Dr. Castro, ni nuestras tendencias son sus tendencias... y a La Bandera Española de Santiago de Cuba... que la masonería de Colón desconoce en absoluto la citada reunión del 4 de agosto de 1867, compuesta de todos los cabecillas del filibusterismo... Quererle imputar a una colectividad un hecho aislado cualquiera de uno de sus asociados, es un grave error.53

Sin embargo, al menos hasta 1879, hubo en la Gran Logia de Colón manifestaciones en defensa de la unión a la Madre patria española. El propio Gran Maestre de la Gran Logia de la Isla de Cuba, cuestionó que la autodenominada “por antonomasia y con injusticia Masonería española”, fuera la única agrupación que respetaba en Cuba la integridad de la patria denunciando el simple recurso de ampararse en una patriotería trasnochada.54

Al mismo tiempo, manifestaba que el hecho de existir en Cuba una Gran Logia Independiente no implicaba un peligro para la unidad de la patria, de la misma forma que no peligraba la unidad por existir en La Habana “Academias, Universidad, Ateneos, Cole- gio de Abogados, y mil y una cofradías, empresas e Institutos, enteramente libres de toda dependencia de sus iguales de la Península”.55

Sólo será a partir de la unificación de las obediencias cubanas en la Gran Logia Unida de Colón e Isla de Cuba, en 1880, cuando termine por definirse claramente la exis- tencia de dos bandos masónicos enfrentados: por un lado, la masonería de obediencia cubana o insular, y por otro, la masonería española o peninsular. Sin embargo, comenta José Manuel Castellano “no hemos detectado ninguna declaración masónica de la Gran Logia Unida de Colón e Isla de Cuba encaminada a la exaltación de la independencia política de la Isla”.56

De todos modos, añadirá ser lógica la existencia de tal documento, pues de lo contrario, ello hubiera puesto a la institución fuera de la legalidad establecida y sufrido el hostigamiento de las autoridades. No obstante reconoce que no deja de ser curioso, por ser un dato reiterado en sus argumentaciones defensivas, la poca claridad e incluso la utiliza- ción de toda una conceptualización evidentemente ambigua en torno a los términos: Madre patria, provincia, guerra civil y fratricida, etc.

Por su parte la actitud de la masonería española en las Antillas y en Filipinas, ante la amenaza de emancipación o independencia colonial, fue inequívoca. Los testimonios de logias, masones y publicaciones masónicas (boletines, revistas y periódicos) son abundantes y nos muestran con fidelidad y rara unanimidad, -dentro de la diversidad masónica- , la defensa de una política colonial asimilista y en modo alguno revolucionaria. Y lo más importante es que los documentos que lo testifican son internos de las logias, no emitidos para ser conocidos por los “profanos” o no masones, ni justificativos, por consiguiente, de cara a la opinión pública.

Bibliografia:

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