Me dan pena los jóvenes de esta ciudad. Por María Cristina Alarcón

Algunos jóvenes que tienen que decidir su futuro escogiendo una carrera universitaria.

Para referirme al asunto en cuestión, paso a contarles lo que sucedió en el caso de una de mis sobrinas favoritas, ella estaba en el dilema de elegir una rama de la educación para después escoger una carrera universitaria, pero a pesar de la intervención de sus familiares, profesores y de las orientaciones que le daban los consejeros de su escuela ella no pudo decidirse por la que quería.

Sus objeciones tenían que ver con varios factores, entre ellos y uno de los más importantes fue el ver como la actual crisis por la que atraviesa el sistema de educación de este país y particularmente el de la Florida desgastó los esfuerzos de algunos lideres comunitarios enfrentándolos en una pelea que al final tuvo matices racistas y políticos, como consecuencia de eso, nosotros los ciudadanos tuvimos que vivir momentos de tensión “que aun no termina” al ver el resultado de una crisis que se veía venir desde tiempo atrás.

Otra razón tiene que ver con la poca remuneración que reciben algunos de estos profesionales sobre todo en el caso de los profesores, una carrera que mi sobrina estuvo considerando al principio, pero que descarto de plano ante la avalancha de información negativa que nos ha tocado digerir en los últimos días con la junta escolar.

Caben entonces varias preguntas para tratar de entender este dilema. ¡Puede el actual sistema educativo afrontar esta y otras crisis?, ¡como podemos garantizarle a los jóvenes la conveniencia de seguir estudios universitarios si ni siquiera podemos hablarles de la estabilidad financiera de muchas de estas profesiones?

Algunos ciudadanos de a pie, le hemos perdido el respeto a dos de los mejores prospectos profesionales uno de ellos es la medicina y otro la abogacía…
Pero de la forma en que están diseñadas para operar en este país, ambas están condenadas a convertir a algunos de sus seguidores en simples mercaderes; si no me creen, pidan una cita medica y si lo atienden a la hora prevista considérese afortunado, o en el caso de un abogado, intente llamar por teléfono a su oficina, si consigue hablar con él, revise la cuenta que le envía y se dará cuenta que le carga hasta las llamadas telefónicas….ojo y para evitar malos entendidos o una demanda no son todos los médicos ni todos los abogados…...

Mis inquietudes van más allá de escrúpulos personales con algunas de estas profesiones...Por eso me inclinaba por la Arquitectura, pero después de saber que cuando el arquitecto somete sus planos a las ciudades donde va a construirse su obra, resulta que el funcionario que revisa su trabajo en ocasiones ni siquiera ha pisado una universidad.

Querida sobrina que pena que no hubieras nacido hombre de lo contrario te recomendaría que fueras pelotero…

(foto de internet)