El pueblo cubano necesita manifestarse democráticamente y la tribuna que se creó en el malecón habanero, debe utilizarse para que de una forma democrática el pueblo vaya desfilando por esta, y expresándose libremente como nunca antes había podido.
Las televisoras de España y Cuba deben estar en cadena y todo ese proceso se debe poder ver bien en cualquier hogar cubano.
La antigua Plaza Cívica construida bajo el régimen de Batista y que después fue utilizada por el gobierno comunista cubano y transformada en Plaza de la Revolución, se le debe cambiar el nombre a Plaza de la Democracia.
En este momento, pienso que una avalancha de turistas norteamericanos a la isla, les daría mas dinero al gobierno, sobretodo por los que van con paquetes turísticos directamente a las islas privadas como Cayo Coco, etc., pero los otros que van a La Habana y a cualquier parte de Cuba les harían tanto daño al sistema que no se podría recuperar. Eso seria como la caída del Imperio mediante turismo sin balas. Norteamericanos con camaritas, hablando con el pueblo, dando regalos a disidentes que les proporcionaría mayor información, etc., seria algo que el gobierno no podría controlar pues la policía corrupta se dejaría llevar por los regalos.
Se que los agentes de Castro que actúan en organizaciones en el exilio y que claramente con sus protestas solo hacen que este quede como retrogrado y salvaje, dándonos una mala imagen internacionalmente y dentro de Cuba, harán todo lo posible para protestar y agitar contra los viajes de los norteamericanos a Cuba. Ellos saben que ese es el fin del Imperio Castrista. Aquí en el exilio los cubanos siempre caemos en la trampa de los agitadores “anticastristas” que uno con dos dedos de frente se da cuenta que solo benefician al régimen de La Habana, pero los cubanos somos muy fáciles de influenciar.
Yo no pido el levantamiento del embargo sin nada a cambio, como son la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos, etc., pero el turismo norteamericano en Cuba es una invasión con música y alegría que no puede aguantar el régimen y tiene a sus agentes haciendo campaña en contra, a nombre del exilio cubano.
La antigua Plaza Cívica construida bajo el régimen de Batista y que después fue utilizada por el gobierno comunista cubano y transformada en Plaza de la Revolución, se le debe cambiar el nombre a Plaza de la Democracia.
En este momento, pienso que una avalancha de turistas norteamericanos a la isla, les daría mas dinero al gobierno, sobretodo por los que van con paquetes turísticos directamente a las islas privadas como Cayo Coco, etc., pero los otros que van a La Habana y a cualquier parte de Cuba les harían tanto daño al sistema que no se podría recuperar. Eso seria como la caída del Imperio mediante turismo sin balas. Norteamericanos con camaritas, hablando con el pueblo, dando regalos a disidentes que les proporcionaría mayor información, etc., seria algo que el gobierno no podría controlar pues la policía corrupta se dejaría llevar por los regalos.
Se que los agentes de Castro que actúan en organizaciones en el exilio y que claramente con sus protestas solo hacen que este quede como retrogrado y salvaje, dándonos una mala imagen internacionalmente y dentro de Cuba, harán todo lo posible para protestar y agitar contra los viajes de los norteamericanos a Cuba. Ellos saben que ese es el fin del Imperio Castrista. Aquí en el exilio los cubanos siempre caemos en la trampa de los agitadores “anticastristas” que uno con dos dedos de frente se da cuenta que solo benefician al régimen de La Habana, pero los cubanos somos muy fáciles de influenciar.
Yo no pido el levantamiento del embargo sin nada a cambio, como son la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos, etc., pero el turismo norteamericano en Cuba es una invasión con música y alegría que no puede aguantar el régimen y tiene a sus agentes haciendo campaña en contra, a nombre del exilio cubano.
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