Como saben los que siguen mi bitácora-blog desde hace tiempo, tuve y tengo una querencia especial por Cuba. La tuve y la mantengo, pese a que los tiempos y las formas, además de las circunstancias, con las que “se vive el país” (de una forma más próxima a la pasión que a la razón), no son las mejores para tener una perspectiva realista e imparcial.
Todos, absolutamente todos, tenemos una opinión sobre los porqués de lo sucedió, sobre lo que está sucediendo y cuáles podrían ser las recetas para que todo aquello cambie, obviamente para mejor.
Sé, como se dice de forma muy gráfica en la isla, que “nada es fácil” y que todo el mundo tiene que “resolver”, pero los plazos se están acabando y las soluciones definitivas y definitorias, no llegan. Los avances sociales ya no son avances, las alternativas energéticas ya no son alternativas y el monopolio estatal cada día tiene mes qué monopolizar.
Por tanto, llegó la hora de que se vayan tomando posiciones y ofreciendo alternativas, quizá descabelladas o fuera de contexto, pero que serían perfectamente asumibles y, sobre todo, harmónicas. Al fin y al cabo, los cubanos y los españoles, además de un largo pasado en común, somos hermanos de sangre, de cultura y de querencias: es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa.
Hace un tiempo supe de la existencia de un grupo que se llama “Movimiento por la Reincorporación de Cuba a España”, corriente de opinión que pensé que sería sólo producto de una pequeña broma en medio del ciberespacio: craso error.
Después de investigar y visitar páginas y páginas webs, de consultar cientos de enlaces y haber iniciado una relación epistolar con José Ramón Morales, santum santorum de Cuba Española, llegué a una conclusión: no es descabellado imaginar una Cuba nación dentro de un estado de naciones como es España.
Por ese motivo abrí un enlace directo a la página del que ahora es mi amigo José Ramón, un espacio lleno de informaciones absolutamente novedosas que nos han estado ocultando durante años y años. Gracias a él, a su trabajo y esfuerzo, supe más sobre la enorme y nefasta influencia de gentes como William Randolph Hearst, que no sólo mintieron a sus conciudadanos sobre las realidades cubanas, sino que también ayudaron a entablar una guerra ilegal, y desigual, basada en una invención descabellada y ruin, así como de la existencia de los autonomistas cubanos que buscaban, antes de la invasión de la isla por los yanquis en 1898, hacer de Cuba una parte de la España de la época, pero con la independencia y características de lo que ahora es una comunidad autónoma española.
Eso es justo lo que ahora José Ramón reivindica: hacer de su país, de su nación, una autonomía más dentro del estado de naciones que es España.
(Articulo completo en su Blog Música y Vinos, presione aquí
1 comentario:
Menos mal que hay alguien con un poco de sentido común entre los colaboradores de este blog.
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