Crée usted de que Cuba estaría mejor como:
viernes, 29 de abril de 2011
Los Cubanos y Miami. Autor desconocido
Una colaboración de Alila Barrera.
Ahora, cuando cualquier cubano ó latinoamericano llega a Miami, se sorprende de la laboriosidad, perseverancia, y status social de los cubanos. Pero aún es más emocionante el florecimiento de la cultura, las costumbres y el modo de vida cubano dentro de los propios Estados Unidos. Allí, en Miami está la patria que perdimos, la isla que nos arrebató por la violencia uno de los más brutales dictadores de Cuba y las Américas.
Fidel Castro les quitó todo: fincas, fábricas, bancos, centrales azucareros, etc. Luego, cuando comenzaban los trámites de salida definitiva del país, iba a sus casas una comisión de Bienes Malversados primero, y luego una comisión de los "factores" (CDR, PCC, FMC, etc) para hacer un inventario de todas las propiedades que poseían: joyas, zapatos, ropas, cuadros de pintura, lámparas, muebles, vasos y hasta cucharitas de café. No escapaba nada. Y, desde luego, sus cuentas bancarias. Vivían, durante el tiempo de la espera de la salida, con un profundo desasosiego, de que algo del inventario se rompiera o se perdiera, porque eso podía significar la derogación del permiso de salida. Fueron objeto de inenarrables humillaciones.
Se convirtieron en las primeras "no personas" del régimen comunista. Y las primeras victimas de los paredones de fusilamientos del dictador.
Salieron de Cuba con una mano adelante y otra atrás. Con lo que tenían puesto, ni relojes ni joyas.
Pero, lo único que no pudo quitarles, fue su dominio en los negocios y en las leyes del mercado. Su agresividad y voluntad para abrirse paso en la jungla enonómico-industrial y comercial de los EE:UU.
Entre 1959 y 1967 llegaron más de 300 mil cubanos. Cuando llegaron, Miami era - según un amigo que allí encontré en 1995 - "una finca con tres faroles”.
Limpiaron pisos, fueron cocineros, barrecalles, empleados de tiendas, trabajadores de factorías y gasolineras, mecánicos y se desempeñaron en mil oficios más. No los detuvo nada ni nadie.. Y allí crearon "su Cuba “La "escoria del Mariel" - como les llamó el sátrapa de Birán - hoy tiene un ingreso promedio anual de $37,000 dólares.
En mi artículo " China : Bye Bye Karl Marx" escribí, sobre los cubanos en EE:UU: "Llegaron a EE:UU, España y otras partes del mundo. En EE:UU, de acuerdo a su último censo, hay 300 mil empresas cubanas, con un volumen de ventas de 90 mil millones (tres veces el PIB de Cuba). Constituyen sólo el 5% de los hispanos, pero tienen el 35% de las ventas totales del mundo hispano. Sus ventas están al nivel de las ventas de los japoneses asentados en U.S.A. y se han convertido en una de las comunidades más poderosas políticamente de ese país, junto a los judíos”.
Ellos abrieron el espacio empresarial americano para otras comunidades de América Latina . Nicaraguenses, que huyeron de los "sandicomunistas", argentinos, mexicanos, colombianos, dominicanos, venezolanos y otros latinos, crean hoy, con los cubanos, unos 300 mil millones de dólares en sus negocios.
Fueron ellos también, por medio de Gloria y Emilio Estefan y Miami Sound Machine, los que inauguraron el multimillonario negocio de la música y la cultura hispana en los Estados Unidos.
Han mantenido durante casi medio siglo lo más bello y duradero de la cultura cubana y, la han convertido en algo irreductible. No hay ninguna otra comunidad que haya logrado semejante triunfo cultural.
Ahora, cuando cualquier cubano ó latinoamericano llega a Miami, se sorprende de la laboriosidad, perseverancia, y status social de los cubanos. Pero aún es más emocionante el florecimiento de la cultura, las costumbres y el modo de vida cubano dentro de los propios Estados Unidos. Allí, en Miami está la patria que perdimos, la isla que nos arrebató por la violencia uno de los más brutales dictadores de Cuba y las Américas.
Fidel Castro les quitó todo: fincas, fábricas, bancos, centrales azucareros, etc. Luego, cuando comenzaban los trámites de salida definitiva del país, iba a sus casas una comisión de Bienes Malversados primero, y luego una comisión de los "factores" (CDR, PCC, FMC, etc) para hacer un inventario de todas las propiedades que poseían: joyas, zapatos, ropas, cuadros de pintura, lámparas, muebles, vasos y hasta cucharitas de café. No escapaba nada. Y, desde luego, sus cuentas bancarias. Vivían, durante el tiempo de la espera de la salida, con un profundo desasosiego, de que algo del inventario se rompiera o se perdiera, porque eso podía significar la derogación del permiso de salida. Fueron objeto de inenarrables humillaciones.
Se convirtieron en las primeras "no personas" del régimen comunista. Y las primeras victimas de los paredones de fusilamientos del dictador.
Salieron de Cuba con una mano adelante y otra atrás. Con lo que tenían puesto, ni relojes ni joyas.
Pero, lo único que no pudo quitarles, fue su dominio en los negocios y en las leyes del mercado. Su agresividad y voluntad para abrirse paso en la jungla enonómico-industrial y comercial de los EE:UU.
Entre 1959 y 1967 llegaron más de 300 mil cubanos. Cuando llegaron, Miami era - según un amigo que allí encontré en 1995 - "una finca con tres faroles”.
Limpiaron pisos, fueron cocineros, barrecalles, empleados de tiendas, trabajadores de factorías y gasolineras, mecánicos y se desempeñaron en mil oficios más. No los detuvo nada ni nadie.. Y allí crearon "su Cuba “La "escoria del Mariel" - como les llamó el sátrapa de Birán - hoy tiene un ingreso promedio anual de $37,000 dólares.
En mi artículo " China : Bye Bye Karl Marx" escribí, sobre los cubanos en EE:UU: "Llegaron a EE:UU, España y otras partes del mundo. En EE:UU, de acuerdo a su último censo, hay 300 mil empresas cubanas, con un volumen de ventas de 90 mil millones (tres veces el PIB de Cuba). Constituyen sólo el 5% de los hispanos, pero tienen el 35% de las ventas totales del mundo hispano. Sus ventas están al nivel de las ventas de los japoneses asentados en U.S.A. y se han convertido en una de las comunidades más poderosas políticamente de ese país, junto a los judíos”.
Ellos abrieron el espacio empresarial americano para otras comunidades de América Latina . Nicaraguenses, que huyeron de los "sandicomunistas", argentinos, mexicanos, colombianos, dominicanos, venezolanos y otros latinos, crean hoy, con los cubanos, unos 300 mil millones de dólares en sus negocios.
Fueron ellos también, por medio de Gloria y Emilio Estefan y Miami Sound Machine, los que inauguraron el multimillonario negocio de la música y la cultura hispana en los Estados Unidos.
Han mantenido durante casi medio siglo lo más bello y duradero de la cultura cubana y, la han convertido en algo irreductible. No hay ninguna otra comunidad que haya logrado semejante triunfo cultural.
Por eso digo, con extremo orgullo, que el exilio cubano - en EE.UU. y en todo el mundo - sus brillantes éxitos económicos, sociales y culturales, constituyen la más esplendorosa derrota sobre la dictadura comunista de Fidel Castro… Si usted, algún día, viaja a Miami y ve, en las tiendas y en los Malls, un cartel que dice "We speak English", no se asombre. Detrás de ese cartel, está la mano industriosa de los Cubanos. Saludos desde este angustiante destierro. PERO HEMOS SOBREVIVIDO, ¿EH? |
El primer intento independentista dominicano y la reincorporación a España, 1808-1809
Fortaleza Ozama, uno de los edificios históricos en Santo Domingo, el cual data del 1502
Foto de Wikipedia
El primer intento independentista dominicano y la reincorporación a España, 1808-18091
Para poder comprender los acontecimientos históricos que ocurrieron en Santo Domingo a partir del 8 de octubre de 1808, el proceso de la Reincorporación a España, que algunos historiadores dominicanos mal llaman “La Reconquista”, es imprescindible conocer los motivos que impulsaron al pueblo dominicano a rebelarse contra la dominación francesa.
http://www.facebook.com/l/6c9acWyiXpaVF0j7D8ievBWUxzg/clio.academiahistoria.org.do/
Para poder comprender los acontecimientos históricos que ocurrieron en Santo Domingo a partir del 8 de octubre de 1808, el proceso de la Reincorporación a España, que algunos historiadores dominicanos mal llaman “La Reconquista”, es imprescindible conocer los motivos que impulsaron al pueblo dominicano a rebelarse contra la dominación francesa.
http://www.facebook.com/l/6c9acWyiXpaVF0j7D8ievBWUxzg/clio.academiahistoria.org.do/
Cl�o - Organo de la Academia Dominicana de la Historia
Denuncian la detención del disidente Darsi Ferrer en una protesta pacífica en Cuba
Darsi Ferrer
El disidente cubano Darsi Ferrer fue detenido este jueves, junto a otras cuatro personas, cuando realizaba una protesta pacífica en una céntrica zona de La Habana, según informó la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
Ferrer y sus acompañantes reclamaron durante una "pequeña manifestación" que el Gobierno de Cuba "respete la libertad de movimiento de los ciudadanos al interior de la Isla y para salir al extranjero con derecho a regresar al país", denunció un comunicado de la comisión, suscrito por su portavoz, Elizardo Sánchez.
Además de Ferrer participaron en la protesta su esposa, Yusnaimi Jorge, Juan Mario Rodríguez, Ricardo Aguilar y Joaquín Sarduy, quienes también se encuentran detenidos.
Los disidentes también exhibieron carteles alusivos a su demandadurante la protesta realizada esta mañana en una esquina frente a la conocida heladería Coppelia, situada en la barriada habanera de El Vedado, de acuerdo con la denuncia de la CCDHRN.
Una fuente cercana a los opositores dijo a Efe que hasta ahora permanecían detenidos.
Darsi Ferrer, de 41 años y médico de profesión, fue excarcelado en junio del año pasado en La Habana tras permanecer 11 meses en prisión preventiva. Desde hace varios meses, el médico disidente ha estado denunciando que las autoridades migratorias de la isla le han denegado el permiso de salida del país a su esposa e hijo, quienes planeaban viajar a Estados Unidos.
jueves, 28 de abril de 2011
La opinión de José Martí sobre el 1 de mayo de 1886. Todo no es como lo pintan. Segunda Parte y Final
( Foto de Internet )
EL PROCESO DE LOS SIETE ANARQUISTAS DE CHICAGO
Continuación y final.
Saltaron en pedazos los hombres rotos: murieron miembro a miembro desesperados en los hospitales: repudió toda la gente de trabajo a los que a sangre fría mataban en su nombre. Y hoy, cuando se anuncia el veredicto que los condena a muerte, se siente que en esta masa de millones hay todavía rincones vivos donde se hacen bombas, se reúnen en Nueva York dos mil alemanes a condolerse de los sentenciados, se sabe que no han cesado enChicago, ni en Milwaukee, ni en Nueva York los trabajos bárbaros de estos vengadores ciegos; pero las grandes masas no han alzado la mano contra el veredicto, ni el curioso indiferente que se acercara hoy a las tablillas de los diarios hubiera podido oír a un solo trabajador ni comerciante, ni una palabra de condenación o de ira contra el acuerdo del jurado.
El que más, el extranjero de alma compasiva, el pensador que ve en las causas, se entristecían y callaban.
Porque entre otras cosas, los peligros mismos que, a la raíz del proceso, corría el jurado, venían siendo garantía de que él no daría veredicto de muerte contra los anarquistas, a tener la menor posibilidad de evitarse así una inquietud para la conciencia y un riesgo para sus vidas. Si la evidencia no era absoluta, el jurado se aprovecharía de ello para no incurrir en la ira de los anarquistas.
Ya se sabe que el jurado aquí, como en todas partes, no es como los jueces, que viven de la justicia y pueden afrontar los peligros que les vengan de ejercerla con la protección y paga del orden social que los necesita para su mantenimiento.
Estos doce jurados, traídos muy contra su voluntad a juzgar a los jefes de una asociación numerosa de hombres que creen glorioso el crimen, y criminales a todos los que se les oponen, habían de temer con razón que los anarquistas, enfurecidos por la sentencia de sus jefes, llevasen a cabo las amenazas que esparcían abundantemente, mientras se estaba eligiendo el jurado.
Treinta y seis días tardó el jurado en formarse. Novecientos ochenta y un jurados hubo que examinar para poder reunir doce.
Reunidos al fin, siguió por todo un mes la sombría vista.
De noche reposaban los jurados en sus cuartos en el hotel, vigilados por los alguaciles que debían librarles de toda comunicación o amenaza: deliberaban: comentaban los sucesos del día: iban concentrando el juicio: se distraían tocando piano, banjo y violín. De día eran las sorpresas.
Ya era el norteamericano Parsons, a quien la policía no podía hallar, y se presentó de súbito en la sala del proceso, desaseado, barbón, duro, arrogante: ya era que iban perdiendo su seguridad aparente los presos, conforme el fiscal público presentaba en el banquillo como testigos a los cómplices mismos de los anarquistas, al regente de la imprenta del periódico que incitaba a la matanza, al dueño de la casa donde el recién llegado alemán hacia las bombas.
Una joven repartía un día a los presos ramilletes de flores encarnadas. La madre del periodista Spies oía día sobre día las declaraciones contra su hijo. El fiscal presentó en su propia mano una bomba cargada, de las que se hallaron en un escondite, fabricadas por uno de los presos, con ayuda del cómplice que lo denunciaba desde el banquillo.
Cada día se veían crecer las alas de la muerte, y se sentían más aquellos infelices bajo su sombra.
Todo se fue probando: la premeditación, la manufactura de los proyectiles, la conspiración, las excitaciones al incendio y el asesinato, la publicación de claves en el diario con este fin, el tono criminal de los discursos en la junta de Haymarket, la preparación y lanzamiento de la bomba desde la carreta de los oradores.
Estaba entre los presos el que la había hecho, ésa y cien más.
Los restos de la bomba eran iguales a las que los cómplices de los presos entregaron a la policía, y a las que tenía el periodista en su imprenta y enseñaba como una hazaña.
Los testigos de la defensa se contradijeron y dejaron en pie la acusación. Los testigos de la acusación eran amigos, compañeros, empleados, cómplices de los presos.
Sin miedo hablaron el fiscal y su abogado. Sin fortuna ni solidez hablaron los defensores. El juez dijo al jurado en sus indicaciones que el que incita a cometer un delito y a prepararlo es tan culpable de él como el que lo comete.
Anonadaba tanta prueba. Estremecía lo que se había oído y visto. Trascendía al tribunal el espanto público.
El jurado deliberó poco, y a la mañana siguiente los presos fueron llamados a oír el veredicto.
¡Pobres mujeres! La viejecita Spies, la madre del periodista, estaba en su rincón, mirando como quien no quiere ver. Allí su hermana joven. Allí la novia lozana de uno de los presos. Allí la mujer de Schwab, desdichada y seca criatura, el cuerpo como roído, de rostro térreo y manos angulosas, extraña en el vestir, los ojos vagos y ansiosos, como de quien viviese en compañía de un duende: Schwab es así: desgarbado, repulsivo, de funesta apariencia; la mirada caída bajo los espejuelos, la barba silvestre, el pelo en rebeldía, la frente no sin luz, el conjunto como de criatura subterránea.
Allí la mulata de Parsons, implacable e inteligente como él, que no pestañea en los mayores aprietos, que habla con feroz energía en las juntas públicas, que no se desmaya como las demás, que no mueve un músculo del rostro cuando oye la sentencia fiera. Los noticieros de los diarios se le acercan, más para tener qué decir que para consolarla. Ella aprieta el rostro contra su puño cerrado.
No mira; no responde; se le nota en el puño un temblor creciente; se pone en pie de súbito, aparta con un ademán a los que la rodean, y va a hablar de la apelación con su cuñado.
La viejecita ha caído en tierra. A la novia infeliz se la llevan en brazos. Parsons se entretenía mientras leían el veredicto en imitar con los cordones de una cortina que tenía cerca el nudo de la horca, y en echarlo por fuera de la ventana, para que lo viese la muchedumbre de la plaza.
En la plaza, llena desde el alba de tantos policías como concurrentes, hubo gran conmoción cuando se vio salir del tribunal, como si fuera montado en un relámpago, al cronista de un diario,—el primero de todos. Volaba. Pedía por merced que no lo detuviesen. Saltó al carruaje que lo estaba esperando.
—"¿Cuál es, cuál es el veredicto?"— voceaban por todas partes.—"¡Culpables!"— dijo, ya en marcha. Un hurra, ¡triste hurra!, llenó la plaza. Y cuando salió el juez, lo saludaron.
José Martí
El número de españoles en el extranjero crece el 8,2% en un año
El padrón de ciudadanos que residen en otros países aumentó en 128.655 personas favorecido por la crisis y las nacionalizaciones en Cuba y Argentina
Una colaboración de Alexei Díaz-Paz
EL PAÍS - Madrid - 27/04/2011
El número de personas con nacionalidad española que residen en el extranjero ha aumentado el 8,2% en tan solo un año. Dos causas se apuntan como posible explicación para este notable aumento: la emigración de españoles por la crisis (a Alemania, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido...) y la nacionalización de ciudadanos extranjeros, en especial de dos países, Argentina y Cuba. Según los datos del Padrón de Españones en el Extranjero (PERE) ofrecidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 1.702.778 españoles vivían fuera de su país a fecha 1 de enero de 2011.
La noticia en otros webs
Argentina (con 245.861), Francia (con 189.909), Venezuela (con 173.456) y Alemania (con 108.469) son los países en los que residen un mayor número de españoles. De hecho, Argentina ha sido el país que ha registrado un mayor incremento interanual en el número de españoles viviendo bajo sus fronteras, con 23.864 personas más que en enero de 2010, seguida de Cuba, con 22.795 personas más. Justamente en este último país es donde se ha producido la variación relativa más elevada, el 43,3%. Esto podría explicarse por la Ley de Memoria Histórica adoptada por el Gobierno de Zapatero que facilitaba la obtención de la nacionalidad española a los nietos de emigrantes. Destacan por ello también los aumentos en países como México (9.589 personas más) o Venezuela (6.145 personas más).
Por continentes, el mayor incremento respecto a las cifras del 1 de enero de 2010 se ha producido por ello en América (102.764 inscritos más), en donde viven el 61,6% personas registradas en el PERE. El 35,4 por ciento vive en Europa, y sólo el 3% en el resto del mundo.
La crisis también podría haber sido un factor relevante que ha llevado a los españoles a emigrar en busca de trabajo. Así, economías emergentes como Brasil (en donde viven 92.260) han registrado un fuerte aumento en el número de españoles, con 10.071 personas más. Estados Unidos (6.765 personas más), Francia (6.632 más), Reino Unido (3.949 más) y Alemania (2.553 más) han sido otras de las potencias industriales a donde los españoles han acudido más.
Por sexos, el 51,1% de los españoles que viven fuera son mujeres, mientras que el 48,9% varones. Por lugar de nacimiento el 37,6% nacieron en España, el 56,8% en el país donde reside y el 4,8% en otros países. En cuanto a la edad, el 61,9% de los inscritos tiene entre 16 y 64 años, el 23,7% 65 o más y el 14,3% menos de 16 años.
El INE lleva ofreciendo los datos del PERE desde el 1 de enero de 2009. En esa fecha, había 1.471.691 españoles residiendo en el extranjero. Un año después, el 1 de enero de 2010, había 1.574.123, es decir, 102.432 personas más.
El pasado 18 de abril el INE difundió otra estadística que concluía que en los tres primeros meses del año emigraron al extranjero 14.108 españoles. Fueron 3.291 más (30,4%) que los que abandonaron el país en el mismo periodo de 2010 (10.817). El año pasado se había registrado un descenso respecto del primer trimestre de 2009 (11.800).
miércoles, 27 de abril de 2011
Victoria del Barcelona ante el Real Madrid en la primera semi de la Champions
De UNO
El delantero argentino hizo silenciar el Santiago Bernabéu. Los Cules derrotaron 2 a 0 a los Merengues con dos de Lionel.
El delantero argentino hizo silenciar el Santiago Bernabéu. Los Cules derrotaron 2 a 0 a los Merengues con dos de Lionel.
La opinión de José Martí sobre el 1 de mayo de 1886. Todo no es como lo pintan. Primera Parte
( Foto de Internet - Chicago 1886 )
EL PROCESO DE LOS SIETE ANARQUISTAS DE CHICAGO
El problema del trabajo en Europa y en América.
—Estudio de caracteres.—El proceso.—El veredicto: aplauso unánime.
Nueva York, septiembre 2 de 1886
Señor Director de La Nación:
Aquellos anarquistas que en la huelga de la primavera lanzaron sobre los policías de Chicago una bomba que mató a siete de ellos, y huyeron luego a las casas donde fabrican sus aparatos mortíferos, a los túneles donde enseñan a sus afiliados a manejar las armas, y a untar de ácido prúsico, para que maten más seguramente, los puñales de hoja acanalada; aquellos que construyeron la bomba, que convocaron a los trabajadores a las armas, que llevaron cargado el proyectil a la junta pública, que excitaron a la matanza y el saqueo, que acercaron el fósforo encendido a la mecha de la bomba, que la arrojaron con sus manos sobre los policías, y sacaron luego a la ventana de su imprenta una bandera roja; aquellos siete alemanes, meras bocas por donde ha venido a vaciarse sobre América el odio febril acumulado durante siglos europeos en la gente obrera; aquellos míseros, incapaces de llevar sobre su razón floja el peso peligroso y enorme de la justicia, que en sus horas de ira enciende siempre a la vez, según la fuerza de las almas en que arraiga, apóstoles y criminales; aquéllos han sido condenados, en Chicago, a muerte en la horca.
Tres de ellos ni entendían siquiera la lengua en que los condenaban. El que hizo la bomba, no llevaba más que unos nueve meses de pisar esta tierra que quería ver en ruinas.
Uno solo de los siete casado con una mulata que no llora, es norteamericano, y hermano de un general de ejército: los demás han traído de Alemania cargado el pecho de odio.
Desde que llegaron, se pusieron a preparar la manera mejor de destruir. Reunían pequeñas sumas de dinero; alquilaban casas para hacer experimentos; rellenaban de fulmicoton trozos pequeños de cañería de gas: iban de noche con sus novias y mujeres por los lugares abandonados de la costa a ver cómo volaban con esta bomba cómoda los cascos de barco: imprimían libros en que se enseña la manera fácil de hacer en la casa propia los proyectiles de matar: se atraían con sus discursos ardientes la voluntad de los miembros más malignos, adoloridos y obtusos de los gremios de trabajadores: "pudrían,—dice el abogado,—como el vómito del buitre, todo aquello a que alcanzaba su sombra”.
Aconsejaban los bárbaros remedios imaginados en los países donde los que padecen no tienen palabra ni voto, aquí, donde el más infeliz tiene en la boca la palabra libre que denuncia la maldad, y en la mano el voto que hace la ley que ha de volcarla: al favor de su lengua extranjera, y de las leyes mismas que desatendían ciegamente, llegaron a tener masas de afiliados en las ciudades que emplean mucha gente alemana: en Nueva York, enMilwaukee, en Chicago. En libros, diarios y juntas adelantaban en organización armada y predicaban una guerra de incendio y de exterminio contra la riqueza y los que la poseen y defienden, y contra las leyes y los que las mantienen en vigor. Se les dejaba hablar, aun cuando hay leyes que lo estorban, para que no pudiesen prosperar so color de martirio, ideas de cuna extraña, nacidas de una presión que aquí no existe en la forma violenta y agresiva que del otro lado del mar las ha engendrado.
Prendieron estas ideas lóbregas en los espíritus menos racionales y más dispuestos por su naturaleza a la destrucción; y cuando al fin, como enseña de este fuego subterráneo, saltó encendida por el aire la bomba de Chicago, se vio que la clemencia equivocada había permitido el desarrollo de una cría de asesinos.
Todo eso se ha probado en el proceso. Ellos que, salvo el norteamericano, tiemblan hoy, pálidos como la cal, de ver cerca la muerte, manejaban en calma los instrumentos más alevosos que han sugerido nunca al hombre la justicia o la venganza.
No fue que rechazasen en una hora de ira el ataque violento de la policía armada: fue que, de meses atrás, tenían fábricas de bombas y andaban con ellas en los bolsillos "en espera del buen momento", y atisbaban al paso a los grupos de huelguistas para enardecerles con sus discursos la sangre, y tenían concertado un alzamiento en que se echasen sobre la ciudad de Chicago a una hora fija las carretadas de bombas ocultas en las casas y escondites donde los mismos que ayudaron a hacerlas las descubrieron a la policía.
No embellece esta vez una idea el crimen.
Sus artículos y discursos no tienen aquel calor de humanidad que revela a los apóstoles cansados, a las víctimas que ya no pueden con el peso del tormento y en una hora de majestad infernal la echan por tierra, a los espíritus de amor activo nacidos fatalmente para sentir en sus mejillas la vergüenza humana, y verter su sangre por aliviarla sin miramiento del bien propio.
No: todas las grandes ideas de reforma se condensan en apóstoles y se petrifican en crímenes, según en su llameante curso prendan en almas de amor o en almas destructivas. Andan por la vida las dos fuerzas, lo mismo en el seno de los hombres que en el de la atmósfera y en el de la tierra. Unos están empeñados en edificar y levantar: otros nacen para abatir y destruir. Las corrientes de los tiempos dan a la vez sobre unos y otros; y así sucede que las mismas ideas que en lo que tienen de razón se llevan toda la voluntad por su justicia, engendran en las almas dañinas o confusas, con lo que tienen de pasión Estados de odio que se enajena la voluntad por su violencia.
Así se explica que los trabajadores mismos temblaron al ver qué delitos se criaban a su sombra; y como de vestidos de llamas se desasieron de esta mala compañía, y protestaron ante la nación que ni los más adelantados de los socialistas protegían ni excusaban el asesinato y el incendio a ciegas como modos de conquistar un derecho que no puede ser saludable ni fructífero si se logra por medio del crimen, innecesario en un país de República, donde puede lograrse sin sangre por medio de la ley.
Así se explica cómo hoy mismo, cuando los diarios fijaron en sus tablillas de anuncio el veredicto del jurado, no se oía una sola protesta entre los que se acercaban ansiosamente a leer la noticia.
¡Ay! ¡aquí los corazones no son generalmente sensibles! ¡aquí no hace temblar la idea de un hombre muerto por el verdugo a mano fría! ¡aquí se habitúa el alma al egoísmo y la dureza! pero se suele ver, como en los días de la agonía de Garfield, el corazón público, se suele sentir, como en los días del abolicionista Wendell Phillips, la pujanza con que se revela la conciencia nacional contra la injusticia o el crimen,—se ve crecer en un instante, como en los días de las huelgas de carros, la ira de la clase obrera cuando se cree injuriada en su decoro o su derecho.
Y esta vez, ni un solo gremio de trabajadores en toda la nación ha mostrado simpatía, ni cuando el proceso, ni cuando el veredicto, con los que mueren por delitos cometidos en su nombre.
Y es porque esos míseros, dándose a sí propios como excusa de su necesidad de destrucción las agonías de la gente pobre, no pertenecen directamente a ella, ni están por ella autorizados, ni trabajan en construir, como trabaja ella; sino que son hombres de espíritu enfermizo o maleado por el odio, empujados unos por el apetito de arrasar que se abre paso con pretexto público en todas las conmociones populares, pervertidos otros por el ansia dañina de notoriedad o provechos fáciles de alcanzar en las revueltas,—y otros, ¡los menos culpables, los más desdichados! endurecidos, condensados en crimen, por la herencia acumulada del trabajo servil y la cólera sorda de las generaciones esclavas.
Aquí, a favor de la gran libertad legal, de lo fácil del escape en esta población enorme, de la indulgencia que envalentonó la propaganda anarquista, se reunieron naturalmente para su obra de exterminio esos elementos fieros de todo sacudimiento público: los fanáticos, los destructores y los charlatanes. Los ignorantes los siguieron. Los trabajadores cultos se retrajeron de ellos con abominación. Los obreros norteamericanos miraron como extraños a esos medios y hombres nacidos en países cuya organización despótica da mayor gravedad y color distinto a los mismos males que aquí los hábitos de libertad hacen llevaderos.
El silencio amparó la obra siniestra.
Y cuando llegaron para Chicago las horas de inquietud que en su justa revuelta por su mejoramiento está causando en todo el país la gente obrera, saltaron a su cabeza los hombres tenebrosos, vociferando, ondeando pañuelos rojos, azuzando a los desesperados, echando al aire la bomba encendida.
Continuará
Bibliografia:
La Nación. Buenos Aires, 21 de octubre de 1886
martes, 26 de abril de 2011
Españoles en el mundo. Por Yoani Sánchez
Hace días puse el Vídeo del Programa “Españoles en el Mundo" de TVE y que fue filmado en Cuba, hoy voy a ponerles la opinión de Yoani Sánchez sobre el eso.
Del Blog Generación Y.
Capitolio, ron, música salsa tocada en las esquinas, autos que por fuera parecen piezas de coleccionista aunque bajo la carcasa se estén cayendo a pedazos. Eso y más en el capítulo de “Españoles en el mundo” filmado aquí en La Habana. Cincuenta minutos con historias de inmigrantes asturianos, gallegos, andaluces, que han trasladado sus sueños desde el otro lado del Atlántico. Todo es lindo y azul, salpicado de salitre; pero algo no encaja.
Mientras miro el serial tengo la impresión de que me están narrando otro país, una dimensión lejana y con tintes sepias. Las anécdotas de vida de los siete protagonistas, ocurren para mí en un espacio muy distinto a la cotidianidad que conozco. Y aunque me repito –para calmarme– que el serial versa sobre peninsulares regados por el globo terráqueo y no en torno a cubanos perdidos en su propia geografía, no puedo evitar tener una sensación de timo cuando ponen los créditos.
Los guionistas escamotean hábilmente el detalle de que los entrevistados son poseedores de prerrogativas inalcanzables para los nacionales. Les falta decir que pasar una noche en la Bodeguita del Medio o en el cabaret Tropicana, rentar una oficina en el edificio Bacardí, administrar empresas de cosméticos o tabaco, cenar con langosta y vino, son privilegios accesibles –de forma casi exclusiva– para el bolsillo de los extranjeros. Ni hablar del hermoso paseo en yate en una de las últimas escenas, vedado por ley para 11 millones de habitantes. Carece pues, este moderno y divertido programa, de la explicación del desequilibrio, de la narración en torno a la brecha que separa a estos españoles que vienen del mundo de los cubanos que nacimos aquí.
El video Españoles en el mundo - La Habana
lunes, 25 de abril de 2011
Cuando la Bandera Cubana llega a Madrid por primera vez en 1903
Esta vez nos cuenta, cuando la bandera cubana ondeó en la Puerta del Sol de Madrid y muchas cosas más. Espero que lo lean y lo disfruten.
Cosas de Cuba en 1909
Estos fragmentos son de un artículo de periódico escrito por un español en La Habana en 1909. Para leerlo completo debe visitar el Blog del amigo Javier de Castromori en Hoja de prensa para la historia de Cuba, un suplemento de Memorandum Vitae
………..
…producían en mi alma sentimientos y recuerdos de época mas halagueña para mi querida España.
Inmenso gentío se estacionaba a todas horas frente al Palacio presidencial; de día, para presencial la entrada y salida de Comisiones, y de noche para disfrutar del hermoso golpe de vista que ofrecía la artística a la vez que severa y profusa iluminación que todo el edificio obstentaba. Algo me detuve en contemplarle, haciéndome recordar los tiempos en que aquél inmenso caserón fue la Capitanía General de la Isla, en cuyo frente se ve trocado el escudo español por el escudo cubano; mas al retirarme de aquel lugar con mis tristes recuerdos, acertó mi vista a tropezar con algo que hizo cambiar mi pesadumbre en alegría; algo que, si bien estaba un tanto oculto por cubrirlo las ramas de un hermoso árbol, dejábase ver iluminado con exacta combinación de bombillas eléctricas, algo que, moviendo todo mi ser hízome exclamar en voz baja: ¡Viva España!; era el escudo que durante más de 3 siglos se había enseñoriado de la Isla; era el emblema de la Madre Patria.
¡Y pensar que hubo intenciones de hacerlo desaparecer!
Desde ese momento creí estar, no en tierra extranjera, no me consideraba como huésped, me parecía que esto aún era de España y que yo estaba en mi propia casa…..
…..Pedro Cerón
Correspondencia de España, Madrid 10 de Marzo de 1909
Nota aclaratoria del Sr. Miguel Arista-Salado
Estimados Don José Ramón y Doña María Teresa,
Saludos cordiales en este día de Pascua de Resurrección y agradecimientos sinceros por traer nuevamente a la palestra cibernética un tema que parece haber sido olvidado por nuestros compatriotas. Le escribo en relación con la entrada más reciente de su blog en el que aparece una nota de la Sra. María Teresa Trujillo totalmente errada y con información que no hace justicia a la historia, si vuestro blog tiene por objetivo sacar la verdad a la luz, ruego entonces que publique esta nota en consecuencia.
En primer lugar, el Decreto presidencial No. 154, de 24 de abril de 1906 fue promulgado en cumplimiento de la Ley del Congreso de 6 de enero de 1906 por la cual se ordenaba sustituir el azul celeste de la bandera y el escudo por el azul turquí y se ordenaba igualmente circular a los gobiernos extranjeros las dimensiones y particulares de los símbolos nacionales. Al no existir norma registrada, el Ejecutivo se vio obligado a dictar el Decreto presidencial antes mencionado, que fue, hasta donde conocemos, la primera vez que el gobierno describe las armas nacionales. Parece haber algún tipo de omisión en la yuxtaposición de las dos primeras oraciones porque hay notables diferencias entre ambas descripciones.
Sobre la forma del escudo nacional hay al menos 4 teorías que intentan explicar su origen: la moda, la arbitrariedad, la Revolución suiza de 1848 y los intentos separatistas organizados desde la Gran Colombia (al menos hasta su disolución en 1830).
Las discusiones sobre la posición del Sol han sido numerosas durante los poco más de 150 años de existencia documentada del escudo; he hecho, el destacado intelectual cubano Don Antonio de Iraizoz y del Villar (director que fue de la Academia Cubana de la Lengua a la muerte del Conde de Casa-Bayona) expuso que en realidad el escudo cubano no fue diseñado por Teurbe tolón, sino por Andrés Cassard, que el escudo representa en esencia el culto a la muerte y que el Sol es poniente, o como diría la Sra. María Teresa: “semi-hundido”. El Decreto presidencial 154/1906 declaró el Sol como poniente hasta que la Ley 42/1983 estableció que era naciente. Por otra parte, ¿cómo es posible que un sol semi-hundido denote clima tropical? El sol poniente representa al culto a la muerte según la interpretación de Iraizoz, mientras que el sol naciente es un elemento que se repite en las heráldicas de varios países de América, entre ellos Argentina, Bolivia, Ecuador, representa el nacimiento de una nueva república en el concierto de naciones. El amanecer está relacionado con el nacimiento.
Por último, el gorro del escudo nacional no es frigio, sino romano. Existen dos tipos de gorro: el frigio, que es el que aparece en la famosa imagen de la Revolución francesa, el que aparece en el escudo de Pinar del Río, al menos en la versión de Valderrama, de 1928, que sustituyó la de González Alcorta de principios de siglo y que fue criticada por el pintor Luis Lamarque.
El gorro romano, gorro de liberto o píleo, es el que no tiene orejeras, y como puede observarse, existe una notable contradicción entre el texto de la ley y el dibujo.
La Ley 42/1983 tiene otros muchísimos defectos, incluso errores históricos garrafales (dice, por ejemplo, que la Comuna de París fue en 1792), pero al menos tiene el mérito de haber sido la primera norma jurídica con jerarquía de ley, que intenta establecer en su cuerpo las reglas para los símbolos nacionales. ¿Es el texto de la ley objetable? Definitivamente. Pero ya está creado el precedente y necesariamente ya es un rublo que a partir de 1983 será una materia a ser regulada por leyes del Legislativo.
Por último, decir que el escudo nacional tiene un origen deshonroso es como renegar de la bandera española porque también bajo ella se cometió el crimen de la esclavitud, y además se fomentó, o renegar del escudo norteamericano porque hubo esclavitud bajo su égida. Recordemos que la bandera española fue creada en 1785 para la Marina mercante y luego se extendió su uso hacia fines del siglo XIX. Es un argumento fútil que vacía de contenido la carga histórica de los símbolos.
No voy a hablar de la gloria del escudo nacional en un discurso totalmente apologético y triunfalista. Estamos hablando de historia, y nada más.
Miguel Arista-Salado
«ESTO IVSTVM»
domingo, 24 de abril de 2011
Escudo Nacional de la República de Cuba
(Una colaboración de Lestat. La autora desconoce el nombre del autor de esa imagen)
Por Maria Teresa Villaverde Trujillo
Por Decreto del 21 de abril de 1906 y bajo el mando de Don Tomás Estrada Palma, primer Presidente de Cuba Republicana, la ley 42 de la Asamblea Nacional determinó cómo sería el segundo de los símbolos nacionales. La imagen presenta además los escudos provinciales en que estaba dividida la isla de Cuba hasta junio de 1978, fecha en que el nuevo gobierno socialista cubano alteró la verdadera división del territorio cubano.
El escudo cubano tiene la forma de una adarga ojival, y está dividido hacia los dos tercios de su altura y una línea horizontal lo remata. En su parte superior, -la principal-, se observa un mar a cuyos lados se ven dos porciones de tierra y una llave central con su palanca hacia abajo lo que simboliza la importancia geográfica de la isla de Cuba. La llave representa la entrada al Golfo de México y los montes terrestres son: a la izquierda el Cabo Sable en la Florida y a la derecha el Cabo Catoche en México.
Al fondo, el sol aparece semi-hundido en el horizonte, denotando su clima tropical.
Su lado inferior izquierdo representa la división de la Isla o departamentos en que estaba dividida en aquellos momentos. Se le representa con tres franjas azul turquí y dos blancas intercaladas entre las tres azules. En su lado inferior derecho, altiva una palma real como símbolo de la fertilidad de su privilegiado suelo. Al fondo, aparecen dos montañas, y ligeras nubes matizadas enmarcan el paisaje. A manera de soporte, un haz de varas asoma por debajo del vértice de la ojiva el cual aparece después por la parte superior, sosteniendo un gorro frigio en el que se incrusta una estrella pentagonal. El haz de varas significa la unión de los cubanos y la estrella es el testimonio de libertad. Termina la ornamentación del escudo -de izquierda a derecha y ladeando su contorno- una rama de encina, representando la paz, y otra de laurel, representando la victoria.
El escudo fue ratificado por la Constitución cubana de 1940.
Su diseño se debió al patriota matancero Miguel Teurbe Tolón y de la Guardia en 1849 a petición de Narciso López para sellar los documentos como jefe del gobierno provisional de Cuba.
En aquellas fechas nunca entonces soñaban que esa enseña asistiría el 20 de Mayo de 1902
a la inauguración de la República de Cuba.
Abril 21, 2011
“No se olviden que el que hizo el diseño del Escudo, Miguel Teurbe Tolón, tanto como de la Bandera de Naciso de López, era un anexionista y defensor de la esclavitud como Narciso López, Cirilo Villaverde y muchos otros, por lo tanto, ese escudo, como la bandera de Cuba, tienen un origen deshonroso, aunque se trate de ocultar, le hemos dado un lugar en la historia a personas que apoyaban la abominable esclavitud". J.R.M.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)