Saludando a Cuba, (próximamente) Española. Por C. S. Peinado

( Del Blog C.S.Peinado, muchas gracias, J.R.M. ) 

 Mi buen José Ramón me ha metido ya un artículo en su querido y referenciado blog. Eso no sólo es de buenos amigos sino de gente que me aprecia en lo que valgo y en lo que nó. Es por ello que debo saludar no sólo a él, sino a cuantos participan de su visión, compartida cada vez más por todo el mundo que le lée, de una Cuba Española, libre, democrática, moderna y equitativa. Algo que, por lo que sé, no gusta mucho a los dinosaurios que, a costa de lo que queda del pueblo cubano, pretenden perpetuarse en un poder que supone el hundimiento definitivo de la Fidelísima.

 Yo llegué en su día por casualidad a su querido blog y me quedé enemorado de cómo, mientras en nuestra ribera oriental del Reino pervive un cainismo incitado por aquellos que nos gobiernan (Ya se sabe, divide y vencerás), otros que son ajenos a nuestra realidad intentan participar de ella. Comprendo que ahora que salen todas las miserias en nuestro país, de mano de la necesaria crísis económica, otros aportan la fuerza de sus ideas y sus intereses cómo ciudadanos que, sin pasaporte español, son más españoles que los que nacimos aquí. Esas reflexiones que me han apartado casi año y medio de escribirle y escribiros, me han hecho dudar mucho de mi país.

 España siempre ha sido una gran nación. Cruel para muchos, analizando cada aspecto en el contexto específico de cada época, según el lugar y las circunstancias, la potencia europea ha estado muy avanzada a su contemporaneidad en cosas cómo los derechos humanos. Ahí están los Decretos de Nueva Planta o la asunción tácita de que la evangelización de América era el camino para que sus pueblos consiguieran un día librarse de la tutela de España, cosa que sucedió de manera prematura. Todos sabemos que la mayoría de los paises américanos que antaño formaran parte de la Corona, ahora no saben ni gobernarse, con lo cual podemos ver cómo la ambición de los criollos que promovieron la independencia, hirieron para los restos a sus naciones que nacieron corruptas, débiles y enfrentadas unas con otras. ¿A qué me recordará esto?

 Pero Cuba, nuestra Cuba, entregada vilmente por nuestros próceres de finales del XIX a los Estados Unidos, era distinta. Recordemos que los sajones proceden de otro modo distinto. Llegan a un sitio, aniquilan la población nativa y la sustituyen por sajones. Así no pasa como en España, que admitimos a todos y de todo el mundo. Yanquilandia no nos arrebató nada, lo compró a buen precio y hoy tendríamos que juzgar por Traición a cuantos participaron de la conjura dejando a su suerte a miles de españoles en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guám. Procesar tambien a los que permitieron los Holocaustos en el Sáhara y Guinea Ecuatorial. Todos esos indecentes, estúpidos e incompetentes políticos que desde la Restauración Borbónica, no han hecho más que destruir nuestra Querida España.

 Es duro que un ciudadano español de primer orden cómo Jose Ramón Morales, aún sin tener la ciudadanía, nos esté haciendo despertar las conciencias. Nos esté tirando de neuronas para ver que la Historia Oficial es sólo una gran mentira que nos escribieron aquellos que pretendían ocultar la verdad y ésta gran y democrática herramienta, la única democracia verdadera de la Historia que es Internet, nos está permitiendo corregir lo que nuestros gobernantes no quieren que veamos. Esto es digno de elogio y reconocimiento, y por mi parte no va a quedar. Más tras ver con qué entusiasmo me ha acogido en su honorable e imprescindible blog tras tantísimo tiempo en paradero conocido pero fuera de cobertura. Gracias.