En 1993 viaja por última vez a España, en esta ocasión, a recibir de manos del Rey Juan Carlos el Premio Cervantes.
Lúcida y ágil de mente pero frágil y débil de vista, la primera mujer latinoamericana en recibir tan honorable premio, no pudo leer su discurso, y lo hizo en su nombre el novelista cubano Lisandro Otero; en el mismo expresó "Unir el nombre de Cervantes al mío, de la manera que sea, es algo tan grande para mí que no sabría qué hacer para merecerlo, ni qué decir para expresarlo”.
Esta entrevista la hizo una checa en Cuba que fue a realizar un documental de como vivían las personas en Cuba y entrevistó a una serie de ex ricachones que se que quedaron en sus mansiones en Cuba y quería saber como vivían. La entrevista con Dulce María es mas larga, en una parte que no aparece, ella le pregunta por qué no se fue de Cuba y dijo, yo llevo mas tiempo aquí, que se vaya él. El documental se llama Havana de Jana Bokova.
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