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sábado, 9 de julio de 2011

Una opinión sobre Martí. Por José Antonio Torrent-Aróstegui

 Hoy voy a escribir algo que a aquellos que se han criado con el catecismo martiano debajo del brazo les va a resultar chocante. Se ha mistificado tanto la imagen del apostol, que de sus faltas nadie habla y cuando lo hacen lo adornan todo con el incienso sacro de estas tres palabras: Martí era AMOR.

 José Martí fué un gran pensador. Un hombre con una tremenda habilidad para convencer. Fué uno de los hombres de letras mas respetados de sus tiempos. Todo eso es cierto. También es cierto que dedicó casi toda su vida de adulto a combatir la injusticia y el despotismo, con su verbo y con sus ideas libertarias. Esto lo convierte en el heroe nacional que es. Todo esto es cierto y hasta loable.

 Sin embargo, Martí fué también un pésimo esposo y un peor padre. Su esposa, Carmen Zayas Bazán, lo abandonó y regresó a su casa familiar, porque Martí, mientras escribía cosas tan bonitas en ''La Edad de Oro,'' y amaba a los niños, que eran ''la esperanza del mundo,'' no proveía ni lo mas elemental para el sustento de su propia familia, de su propio hijo. Entregado de lleno a la ''causa'' de la libertad, dejó de lado la principal responsabilidad que tenía: SU ISMAELILLO. Su hijito adorado, que aparece en esta foto con él.

 El hijo de Martí, ya en tiempos de la república, no figuró en ningún movimiento político. No se dejó usar como bandera, ni como símbolo. No explotó jamás la ventaja que significaba compartir el mismo apellido con el ''heroe nacional.'' Esto no es más que un indicativo de que ese ''hijo amado,'' no amaba a su padre. Cómo podría hacerlo? Su padre abandonó sus deberes de esposo y de cabeza de familia y su madre - Carmen Zayas - virtió muchas lagrimas por culpa de este soñador que le tocó por marido. Soñador ... y ''picaflor.’’

 Si Martí hubiese vivido en los tiempos modernos tuviese un grueso expediente en el departamento de ''manutición del niño'' (child support). María Mantilla no nació de la nada. Fué fruto de un amor clandestino de José Martí. Habría que preguntar a Cesar Romero - actor norteamericano - cuales eran sus recuerdos del abuelito Martí. Pocos o ninguno. Tanto así que, aún siendo Martí la figura que es, este norteamericano, nieto del apóstol, rara vez ha hecho mención de su parentezco con Martí.

 En su andar por la vida Martí cometió verdaderas villanías de las que poco o nada se habla. Huésped del presidente de Guatemala tuvo la osadía de enamorar a su ingenua hija, a la que luego abandonó para casarse con Carmen. La hija de su amable anfitrión! La muerte de esta muchacha nunca ha estado muy clara. No se sabe si murió de muerte natural o si su muerte fué un suicidio. Martí resolvió la incognita escribiendo aquello de que ''dicen que murió de frío, yo digo que murió de amor,'' con la mayor desfachatez imaginable. 

 No es mi intención, para nada, manchar la imagen de José Martí. Mi intención es darle al hombre - o devolverle, mas bién - su condición de HUMANO y sacarle un poco de esa nube de incienso en que la historia lo ha embuido. Generaciones de cubanos han tratado a este hombre, con grandes defectos, como todo ser humano, con la misma reverencia que se trata a Dios. Es más, se le trata con mayor reverencia, porque Dios en Cuba ha venido a ocupar un papel casi inexistente en la vida de la mayoría de los cubanos.

1 comentario:

Simon-Jose dijo...

Creo que usted le hace un flaco favor a los que tenemos en el corazon el concepto de Patria.
Jose Marti, tal como usted dice, tuvo sus defectos y sus virtudes.
Todos los hombres hemos tenido relaciones diversas. Todos hemos hecho negocios donde salimos ganando y perdiendo. Todos hemos cometido errores y todos nos llevaremos a la tumba nuestros aciertos y nuestras equivocaciones.
Sin excepcion.
A Jose Marti lo usa el castrismo con la intencion de vincular una concepcion filosofico-ideologica ajena a nuestra historia, para introducir la filosofia del odio en nuestra idiosincrasia, con intereses perversos.
Nosotros, los que verdaderamente amamos a Cuba, debemos ver de Jose Marti solo su gran amor por Cuba, su decision de luchar por la libertad de Cuba hasta el final, sin mirar las consecuencias para si mismo.
Su decision de poner en funcion de la independencia patria todos sus atributos personales, para convencer y aunar voluntades en aras del objetivo supremo: Cuba.
Marti nos dice:
"El sol quema con la misma luz que nos alumbra. El sol tiene manchas. Los desagradecidos ven las manchas. Los agradecidos ven la luz".
Atentamente;
Simon Jose Marti Bolivar.

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