JOSÉ MARTÍ Y EL PARTIDO AUTONOMIISTA CUBANO
Una consecuencia directa de la Paz del Zanjón fue la creación del Partido Autonomista Cubano en el que se integraron antiguos reformistas, liberales y nuevas generaciones de cubanos que desconfiaban de las estrategias radicales y que vislumbraban un horizonte de independencia logrado por métodos pacíficos. En palabras de Antonio Govin, su fundador: "El Autonomismo significa en primer lugar el sentimiento de patria cubana, y en segundo lugar el amor a la libertad. Es un partido evolucionista, un partido de orden y no revolucionario, que fía el éxito en la acción de la propaganda legal y en la eficiencia de los procedimientos pacíficos, esperando del tiempo, no de la fuerza la conquista de la opinión y la victoria de los comicios". La Guerra Larga había puesto en primera línea a militares y de ellos sólo se podía esperar violencia, opresión e inestabilidad, ahora llegaba el turno de la política pacífica y del respeto a la ley. El Partido Autonomista ofreció a Martí una Alcaldía mayor interina, pero nuestro revolucionario la rechazó. También le ofrecieron presentar su candidatura para diputado en las elecciones generales del 20 de abril de 1879, elecciones en las que el Partido Autonomista ganó en Oriente y Camagüey, mientras que la Unión Constitucional (los antiguos Voluntarios) lo hicieron en Occidente y La Habana. Martí rechazó presentarse a las elecciones, sin duda no creía en la política, ni quería pasar por unas elecciones, sólo confiaba en la acción insurreccional violenta y revolucionaria, no quería ser un diputado sino un libertador.
Por esas mismas fechas pronunció un discurso en el Liceo de Guanabacoa en presencia del capitán general Blanco, un hombre que se esforzaba por explicarle al gobierno español que había que ir preparándose prudentemente para abandonar la Isla y no tratar de impedir la independencia. Tal fue su audacia que el Capitán general acabó exclamando: "No quiero recordar lo que he escuchado, prefiero pensar que Martí es un loco..., pero un loco peligroso”.
Los autonomistas se sentían españoles y cubanos a la vez.
Martí prefirió ir a la guerra sangrienta que destruyó la economía de Cuba, separó a la familia española, nos fraccionó como País y al final terminamos como colonia de EEUU. J.R.M.
Bibliografía:
2 comentarios:
Indians in Cuba
By José Barreiro, in Cultural Survival Quarterly,
vol. 13, no. 3, pp. 56-60
(1989)
Jose Marti, the poet and revolutionary apostle of Cuban independence, traveled in the area in his final days, camping with Indian families. His diary entries just prior to his death in a Spanish ambush in May 1895 describe the "indios de Garrido," direct ancestors of the Yateras families. Marti wondered at reports that some Indians were scouting for the Spanish troops against the insurrectionists. In a letter of 23 June 1895, possibly in answer to Marti's inquiry. another major historical figure, General Antonio Maceo, who commanded troops in the area, commented that the "Indians of Yateras" had now passed into the Cuban insurrectionary ranks (Marti 1964).
este es un pedazo de este articulo donde se ve que no solo jose marti sabia que en cuba quedaban descendientes de indios arawak sino tambien los reclutaba,parece que en contra de su voluntad,por que ellos luchaban a favor de los espanoles y parece que esto a marti le molestaba bastante.nada que el queria que corriera la sangre a toda costa,y promover la xenofobia del cubano hacia sus compatriotas peninsulares.
Sería mejor para usted dejar el pasado tranquilo y concentrarse en el presente y el futuro. Por más razón que tenga para juzgar a los padres de la patria solo conseguirá causar más división, pues en vez de dos grupos a favor y en contra de la Cuba española, tendrá cuatro: 1-Cuba-española-martiana, 2-Cuba-española-no martiana, 3-Cuba-no española-martiana, 4-Cuba-no española-no martiana... y después, ¿quien arreglará este arroz con mango? Concéntrese en el futuro y deje a los mártires tranquilos, que por más imperfectos que hayan sido son amados y venerados por la mayoría, y recuerde que lamentablemente en estos asuntos de política, las emociones son más poderosas que las razones.
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