Crée usted de que Cuba estaría mejor como:

jueves, 13 de agosto de 2009

El Generalísimo desconocía los verdaderos sentimientos de Miles-Brenckenridge

Esa carta de Máximo Gómez no tiene desperdicios, cuando después lean mediante un enlace que les voy a poner, cuales eran las verdaderas intenciones de los norteamericanos y como se burlaron de los mambises que una vez ganada la guerra, los jubilaron y no los dejaron participar en el nuevo ejercito cubano. Con los autonómicos estarían en control del ejército, sin embargo, se unieron a los enemigos de España y se burlaron de ellos. Si no fuera, porque fue una tragedia, lo que da es risa lo tonto que fue el Generalísimo y el daño que le hizo a Cuba española.

PROPOSICIÓN DEL CAPITÁN GENERAL RAMÓN BLANCO ERENAS AL GENERALÍSIMO MÁXIMO GÓMEZ, 5 de Marzo 1898.


General Máximo Gómez, jefe de las fuerzas revolucionarias

Señor:

Con la sinceridad que siempre ha caracterizado todos mis actos, me dirijo a usted, no dudando por un momento que su clara inteligencia y nobles sentimientos, los que como enemigo honrado reconózcale, harán acoger mi carta favorablemente. No puede ocultarse a usted que el problema cubano ha cambiado radicalmente. Españoles y cubanos nos encontramos ahora frente a un extranjero de distinta raza, de tendencia naturalmente absorbente, y cuyas intenciones no son solamente privar a España de su bandera sobre el suelo cubano, por razón de su sangre española. El bloqueo de los puertos de la Isla no tiene otro objeto. No sólo es dañoso a los españoles, sino que afecta también a los cubanos, completando la obra de exterminio que comenzó con nuestra guerra civil. Ha llegado, por tanto, el momento supremo en que olvidemos nuestras pasadas diferencias y en que, unidos cubanos y españoles para nuestra propia defensa, rechacemos al invasor. España no olvidará la noble ayuda de sus hijos de Cuba, y una vez rechazado de la Isla el enemigo extranjero, ella, como madre cariñosa, abrigará en sus brazos a otro nueva hija de las naciones del Nuevo Mundo, que habla en su lengua, profesa su religión y siente correr en sus venas la noble sangre española. Por todas estas razones, General, propongo a usted hacer una alianza ambos ejércitos en la ciudad de Santa Clara. Los cubanos recibirán las armas del Ejército español y, al grito de ¡viva España! Y ¡viva Cuba!, rechazaremos al invasor y liberaremos de un yugo extranjero a los descendientes de un mismo pueblo".

Su afectísimo servidor,

Ramón Blanco Erenas Capitán General

GENERAL MÁXIMO GÓMEZ RECHAZA OFERTA DEL CAPITÁN GENERAL ESPAÑOL RAMÓN BLANCO ERENAS

5 de Marzo 1898Sr.

General Don Ramón Blanco

Señor:

 Me asombra su atrevimiento al proponerme otra vez términos de paz, cuando sabe que españoles y cubanos jamás podrán vivir en paz en el suelo de Cuba. Usted representa en esta Cuba una monarquía vieja, desacreditada, y nosotros combatimos por un principio americano, el mismo de Bolívar y de Washington. Usted dice que pertenecemos a la misma raza y me invita a luchar contra un extranjero; pero usted se equivoca otra vez, porque no hay diferencias de sangre y raza. Yo solo creo en una raza, la Humanidad, y para mí no hay sino naciones buenas o malas. España ha sido, hasta aquí, mala, cumpliendo en estos momentos los Estados Unidos hacia Cuba un deber de humanidad y civilización. Desde el atezado indio salvaje hasta el refinado inglés un hombre es para mí digno de respeto, según su honradez y sentimientos, cualquiera que sea el país o raza a que pertenezca o la religión que profese. Así son para mí las naciones, y hasta el presente sólo he tenido motivos de admiración para los Estados Unidos. He escrito al presidente McKinley y al general Miles (obviamente el Generalísimo desconocía los verdaderos sentimientos de Miles-Brenckenridge-McKinley). No veo el peligro de exterminio por los Estados Unidos a que usted se refiere en su carta. Si así fuere, la Historia los juzgará. Por el presente sólo tengo que repetirle que es muy tarde para inteligencias entre su ejército y el mío".

Su afectísimo servidor,
Máximo Gómez Báez



Del Blog Dr. Octavio Dilewis Ibarra.


(No dejen de leerse la carta del americano donde explica las verdaderas intenciones de EU para con Cuba y los cubanos, y como Máximo Gómez fue un tonto útil igual que muchos mambises.)

Mi comentario de hoy jueves.

Bueno, algunos se preguntaran como yo pongo artículos de personas como Sindulfo que incluso desde el anonimato escriben en contra del proyecto de reunificación de Cuba y España y hasta en ocasiones insultan.

Es verdad que no debo dejar que se usen improperios a la hora de disentir con una idea y menos desde el anonimato. Primero que todo quiero que vean la opinión de un cubano que tiene muy fuertemente grabado toda esa historia parcializada que nos han inculcado desde siempre. La escrita por los historiadores parcializados en época de la colonia norteamericana, donde no era políticamente correcto hablar de los autonomistas, ni mucho menos decir que éramos españoles de nacimiento desde 1821 en que nos convertimos en 1 semi-provincia de ultramar española, después en 1837 en 6 provincias de ultramar, en noviembre 25 de 1897 se hacen extensivas las leyes reinantes en la península e islas españolas de Europa, hacia Cuba y Puerto Rico y en enero del 1898 se comienza la Comunidad Autónoma de Cuba, hasta que arrebatada por la invasión norteamericana a finales del mismo año. El cubano no tuvo otra alternativa, pero el desconocimiento de la verdadera historia y el exagerado tributo a los mambises, que no fueron quienes ganaron la guerra, hacen que muchos cubanos sientan un sentimiento de culpabilidad a la hora de hablar de autonomía.

Uno de los propósitos de Cuba Española, es reivindicar la memoria de aquellos autonomistas, que ganaron la guerra civil española que existía en Cuba, y que al comenzar el proceso autonómico, en poco tiempo se vieron cambios positivos en la economía en comparación con el año anterior. Trajo un retorno masivo de exilados cubanos en el exterior durante los primeros meses de autonomismo, mermaron las filas de la insurrección y trajo a cabecillas revolucionarios como el brigadier Juan Masó Parra, sobrino de Bartolomé Masó, quien se presentó a las autoridades civiles de Santa Clara con todos los hombres a su mando. Otras partidas que se acogieron al indulto ofrecido por el gobierno autonómico, fueron la del teniente coronel Benito Socorro en Matanzas, la del teniente coronel Benito García en Santi Spiritus, así como los comandantes Victoriano Gómez, Marcelino Díaz, y José Sánchez Agramonte en Fomento, etc.

Las autoridades autonómicas prestaron especial atención en la reactivación de la producción azucarera y tabaquera que constituya la principal riqueza. Dicto una serie de medidas destinadas a facilitar la realización de la zafra. Estas disposiciones unidas a la disminución de la presencia insurrecta en el occidente de la isla, permitieron que la zafra del 1897-1898, superara la respetable cifra de 259,000 toneladas de azúcar (Moreno 1996-290-291). El Ejecutivo autonómico adoptó asimismo, diversas iniciativas para paliar la crisis atravesada por la producción de tabaco. En febrero de 1898 se levantaron las restricciones para la exportación de tabaco a EU. Mientras tanto con el fin de estimular la actividad de las fábricas tabaqueras, se suprimieron los impuestos que gravaban y se restableció la prohibición de importar a Cuba cualquier clase de tabaco, establecido por el arancel de 1892.

El deseo de los autonomistas por reconquistar el apoyo con el que antes había contado en la isla, no se limitó a tratar de conseguir el respaldo de los propietarios e industriales cubanos, ni el de una parte de las clases medias urbanas a partir de la reconstrucción de la estructura del partido en las principales poblaciones. El Ejecutivo autonómico realizó una intensa campaña de propaganda para atraer a los sectores negros y mulatos de la sociedad isleña. En este sentido los mulatos Juan García González y Lorenzo Satlo, publicaron el 24 de enero un Manifiesto del pueblo de color, que fue reproducido por la totalidad de la prensa autonomista cubana. Este y otros manifiestos tuvieron resonancia tanto dentro como afuera de la isla. El posterior nombramiento de varios individuos de color como funcionarios de la administración autonómica, reforzó la estrategia de aproximación a estos sectores.

La prioridad del gobierno autonómico fue, sin embargo conseguir la pacificación. El gobierno autonómico había enviado a Nueva York a una delegación negociadora presidida por José Acosta. Los comisionados lograron entrevistarse con Estada Palma, a quien le presentaron un programa de siete puntos elaborados por Govin. La propuesta planteaba la proclamación de una armisticio mientras se desarrollaban las conversaciones, el desarme de los voluntarios y la integración de una parte de las tropas insurrectas en un nuevo ejercito colonial; pero el eje de la misma era una profundización del estatuto de autonomía de la isla, mediante la disminución de los poderes del gobernador, la creación de un Tribunal Supremo cubano independiente del metropolitano y la transformación del Consejo de Administración en un Senado colonial. Estrada Palma consciente de la intervención norteamericana, rechazo las incitaciones del régimen autonómico reitero que el único punto de partida de cualquier negociación, seria la inmediata salida de España de Cuba. No olvidemos que Estrada Palma era ciudadano norteamericano.

Los Independentista decidieron a último momento, desentenderse de cualquier negociación con el Ejecutivo Autonómico, en vísperas de la intervención norteamericana. Los comisionados regresaron a La Habana con las manos vacías, tras enviar al gobierno revolucionario un documento en el que le advertían que la intervención norteamericana “llevaría a un estado político de dependencia” (Amblard 1904, 237), al tiempo que garantizaban la disposición española a incrementar todo lo necesario la autonomía en Cuba, que “seria garantizada por un ejercito colonial a cuyo frente estarían los jefes insurrectos”.

Que razón tenían los autonomistas, y como los insurrectos no siguieron las ideas de Marti y de Maceo de unirse a los españoles en caso de una invasión norteamericana.

Nada, que los cubanos no conocemos la verdadera historia de Cuba y estamos atrapados en un sentimiento independentista tergiversado por la manipulación de los historiadores que escribieron bajo la presión de Cuba colonia norteamericana.

José Ramón Morales
Miami, 13 de agosto del 2009

Bibliografia; ENTRE LA ESPADA Y LA PARED, EL REGIMEN AUTONOMICO CUBANO 1897-1898.
Agustin Sanchez Andres, 2003. Revista Mexicana del Caribe, Ano/Vol VIII, numero 016. Universidad de Quintana Roo, Chetumal Mexico, pp7-41

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