(Estimado Dr. Octavio Dilewis Ibarra:
El día de ayer miércoles 9 de septiembre, Ricardo Carreras , presidente de Solidaridad Española con Cuba, publicó el artículo ‘A Juanes le pido’ haciendo referencia al concierto de dicho artista a celebrarse en La Habana el próximo 20 de septiembre. El artículo fué publicado en el diario digital independiente La Voz Libre. Os invitamos a leer el artículo y a compartir vuestras opiniones en la web, haciendo clic en el siguiente enlace:
Saludos cordiales,
Solidaridad Española con Cuba )
A Juanes le pido, que si canta sea con valor, que su voz reclame libertad, pues los que le escucharán carecen de ella. Le pido que exija para los cubanos desayuno, merienda y cena. A Juanes, a Bosé, a Víctor Manuel y a los demás cantantes les ruego que, entre canto y canto, pidan en recia voz progreso y derechos para un pueblo que no los tiene.
Eso es lo que falta en Cuba. Cantarle a la paz está bien, aunque si se queda sólo en eso, en Cuba será como hablarle de agua al hambriento. Porque en Cuba, por el momento, hay paz. Y pese a la retórica del castrismo, no hay atisbos que vaya a turbarse esa paz desde fuera. Nadie va a invadir Cuba. Si se quiebra un día la paz, será porque la violencia viene de la represión del Gobierno contra un pueblo oprimido y hambriento que se echa a la calle, desesperado. Si no fuera ya una cuestión de principios, evitar ese Tiananmen de sangre sería una razón más para abogar por la transición pacífica a la libertad y la democracia.
Los hermanos Castro, lamentablemente no son un grupo musical -serían 'el Dúo Estático', en contraposición al 'Dúo Dinámico'. Ellos ni cantan ni bailan. Ellos dictan. El comandante convaleciente y su hermano general son dos dictadores que tienen en un bohío, secuestrado, el futuro de Cuba.
Tienen atadas las fuerzas productivas de esa nación y calladas las mentes creativas. A base de soltar monsergas guerreristas, repetir manidas falacias y negarles oportunidades han envejecido prematuramente a una juventud que sólo puede emigrar o resignarse.
Dentro de la oprimida Cuba, hay una celda especial para los que se han atrevido a pensar sin mandato. Son los presos de conciencia que se pudren en las cárceles castristas.
Ojalá que Juanes y los demás cantantes, al menos, consuelen los oídos de todos esos cubanos secuestrados.
Ojalá que Juanes y los demás cantantes, al menos, consuelen los oídos de todos esos cubanos secuestrados.
Cuando canten, que se acuerden de los presos de conciencia, de las Damas de Blanco, de las libertades y derechos ausentes de ese concierto. Que pidan para los cubanos lo que tienen todos los pueblos hispanos, en mayor o menor medida. Pan y libertad.
Que les digan, a modo de consuelo, que la democracia por y para los cubanos, aunque postergada, es ineludible.
Ojalá que canten todo eso y más. Para imaginarlo, aquí hay una parodia de Los Fonomemecos de la cancio'n a Dios le pido.
Si de cantar se trata, que Juanes y los demás cantantes le canten las cuarenta a esa insufrible dictadura de cincuenta años.
1 comentario:
Cantarle a la paz, qué emotivo. A la paz de Paracuellos, de Katyn, de la Selva Camboyana o del Gulag. A la única paz que son capaces de entender los nostálgicos del comunismo: La paz de los cementerios.
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