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jueves, 3 de diciembre de 2009

LA RELIGIÓN QUE PROFESO (UN COMENTARIO EN SEMANA SANTA). Por Ihos Hernández


El Jueves Santo, la recepcionista del sitio en donde trabajo, se despidió de mí, deseándome unas Felices Pascuas.

Me habló en inglés (con fuerte acento francés), recuerdo que vivo al norte de América, y se desconcertó tras la respuesta que obtuvo cuando me preguntó si celebraba las Pascuas.

Se quedó muy seria cuando negué. Y no dudó en preguntarme si profesaba alguna religión. Le dije, amablemente, que nací en donde cualquier tipo de manifestación religiosa fue vedada. Lo siento, no es mi culpa, acoté.

Y me vino a la mente, como un relámpago, ese tema de Albita Rodríguez, que dice: qué culpa tengo yo/ de haber nacido en Cuba!

Cuando yo llegué al mundo, los bautizos eran prohibidos. Profesar alguna religión podía ser problemático.

Yo veía a diario las imágenes religiosas que mi abuela tenía y adoraba, ofreciéndole flores y velas. La veía rezar y suplicarle a sus santos, ante los ojos de mi padre, que le pedía, día tras día, echar a la basura todos sus cuadros e imágenes católicas. En aquel entonces, mi padre era del Partido, y parecía que velaba porque las leyes se cumplieran en la casa.

Eso fue hace mucho. Yo era un niño; y observaba a mi abuela rezar en silencio, a la vez que escuchaba a mi padre maldecir tanta creencia.

Recuerdo también un amigo de infancia, que al ver aquellas imágenes en un rincón de la casa, y, como advertido por sus padres, me hizo saber que Eso era delito, y que no estaba admitido. Claro, qué sabría aquel amigo de problemas. Cursábamos el Quinto Grado, y no hacíamos más que copiar de los mayores.

Ha pasado el tiempo, y por surte, desde los noventa, ya ser creyente, religioso, católico, santero, no es un conflicto. Desde aquella época, la gente comenzó a acudir abiertamente a la iglesia. Y la nueve generación, como muchos de mis primos que nacieron después de 1990, recibieron el agua bendita, y fueron asentados en los registros, con segundos nombres católicos. Porque las "Y", siguieron de moda. Y tuvimos Yordanka de la Caridad, y Yunior Lázaro, y Jenny María de las Mercedes, y Yanko Jesús.

Pero, yo había nacido en un medio en donde se negaba creer en Dios, y tener alguna fe religiosa era un lío, una complicación ideológica. Y así salté de una etapa a otra, sin haber disfrutado el Catecismo, las Navidades, las Pascuas.

Quizás por eso, veo estas festividades desde otro punto de vista. Y tengo cierta fe, eso es útil para mantenernos a flote. Pero, ayer y hoy, suman lo que soy. Y soy una mezcla, una fusión de lo que sembraron en mí cuando no se podía, y lo que he conseguido creer cuando, ya de adulto, me permito celebrar la Semana Santa a mi modo.

(En la foto: La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Ontario, Montréal. 2009)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece ser que las cosas funcionan al contrario al otro lado del charco. Aquí en España tiempo atrás la religión era exhortativa e inquisitorial para todos, con gran poder y muy influyente y recién ahora que es una opción y no una obligación cuando en realidad se esta ciñendo a su cometido priogenio es cuando más esta sufriendo los ataques, mas virulentos, por parte dl gobierno y partidos de la oposión. Estos ataques dejan de ser justificables desde el momento que rayan lo grotesco...ejemplo..."que la fiesta de la navidad deje de llamarse asi y lo nombren fiestas de diciembre.." o como proponen partidos nacionalistas de algunas regiones de españa... "que desaparezcan todos los crucifijos de las aulas de los colegios (publicos ,concertados y PRIVADOS) --veté tú a una empresa y dile al director o gerente que quite la foto de su abuela del despacho.." no te jode... donde estará la virtud?...nos compete encontrala...

Asi te digo amigo...que celebres la pascua o no...a tú forma o a otra ...solo te compete a ti nadie tiene que decirte lo que debes cree o dejar de cree ...eso es libertad...saludos

José Ramón Morales dijo...

Hola Anónimo:
Gracias por participar. Quise poner ese artículo del amigo Ihosvani, pues deja ver como puede influir el nacer y crecer en un lugar donde la religión estaba prohibida o era un pecado y esto te marca para siempre. El nos habla de cuando por fin dejaron de prohibirla, como el pueblo comenzó a acudir a las iglesias y a ponerles a sus hijos nombres combinados entre los nuevos inventados en Cuba y los de los santos. Cuba es un lugar atípico, y por ende las cosas son distintas a otros lugares. Yo quiero que los españoles conozcan la realidad que hemos vivido y que nos han marcado para siempre. Yo también crecí cuando la religion era un pecado y a mi también me marco para siempre. Todos no somos iguales. Ahora en Cuba ocurre lo contrario. La santería que era una religión para muchos desconocida, ahora esta de moda y mucha gente quiere ser santero. Se que el gobierno de Cuba esta detrás de eso, pues sirve para gobernar mediante el miedo a lo desconocido, además de ser una fuente de ingresos.
Un abrazo

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