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sábado, 31 de julio de 2010

APUNTES PARA LA HISTORIA NAVAL DE CUBA


"Buque El Colón. La Trasatlántica" fue fundada en Cuba, en 1850, como la Compañía de Vapores Correos A. López por el empresario español Antonio López y López, con un vapor de 400 toneladas.

 En 1861 López consigue la concesión de los contratos de transporte de pasaje y correo entre España, Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo, a lo que se añadió el traslado de soldados a Santo Domingo (1863-1865) y a Cuba durante la Guerra de los Diez Años(1868-1878).1 El tamaño de la flota fue creciendo al hilo de la expansión de la compañía, que se cimentó en buena medida en una extrategia relacional y de pactos con los gobiernos de la Restauración.2 En 1878, la naviera contaba con 13 vapores para sus líneas regulares desde Santander y Cádiz a Cuba y Puerto Rico. Ese mismo año, gracias al prestigio adquirido por Antonio López y López como empresario naviero comercial, S.M. el Rey DonAlfonso XII le concede el título de Marqués de Comillas.

La historia naval cubana tiene su origen y se encuentra indisolublemente ligada a la española; desde el comienzo de la colonización de la Isla caribeña, dicha plaza se convirtió en un enclave, para las reparaciones y avituallamiento de los buque de la corona, hasta que se fueron erigiendo los primeros astilleros; en fechas tan tempranas como 1517 se reciben las primeras autorizaciones para que se pudiesen construir navíos, lo que fue confirmado en 1518 por el monarca Carlos V, aunque la primera noticia que se tiene de una nao construida en Cuba, está recogida el Libro Primero del Registro de la Casa de Contratación de Sevilla. 

 
Lo cierto es que para  finales del siglo XVI ya existía en la Villa de San Cristóbal de la Habana una maestranza con un cuerpo de carpinteros de rivera, artesanos, calafates etc.; en las Actas Capitulares del Cabildo de esta misma Villa se mencionan desde tempranas épocas las labores de tala y acarreo de maderas destinados a la construcciones de barcos. La designación del marinero Dº Pedro Menéndez de Avilés como Gobernador de la Isla en el año 1568 , al cual le acompañaba su armada de doce bajeles impulsó notablemente la construcción naval en Isla, de esta época datan las cuatro fragatas botadas en los astilleros  de Cauto Bajo; para  1561, fecha en que fue establecido el Sistema de Flotas, el Puerto de La Habana devino como principal enclave en el tránsito entre el Viejo y el Nuevo Mundo; sus características excepcionales brindaban abrigo a las flotas, lo que unido al auge en la construcción de fortalezas militares como el Castillo de la Real Fuerza primero y más tarde La Punta y la Fortaleza de los Tres Reyes del Morro, consolidaron su posición estratégica, en tanto que los abundantes bosques proveían de las maderas necesarias y de gran calidad como el sabicú y el jiquí excelentes para la fabricación de las arboladuras, así como de caobas, guayacán y caigüeran (quiebra hacha) que no poseían rival.
 

 
Sin embargo, no es hasta el año de 1622, que España suscribe el primer contrato entre la Junta de Guerra de la Corona Española con uno de los armadores más importantes de la época, Dº Alfonso Ferrera, con el propósito de iniciar la construcción de buques en La Habana; no obstante, la fundación oficial de Astillero y Real Arsenal de La Habana, tuvo lugar en 1724 con la botadura del navío San Juan.
 

 
Durante el siglo XVIII se llevó a cabo la reconstrucción y modernización de la flota española, y el Astillero de La Habana se convirtió en el más importante de su clase, superando con creces a sus homólogos de El Ferrol, Guarnizo (Santander), Cartagena y La Carraca, todos ellos en suelo peninsular, tanto por la cantidad, como por la  calidad de sus embarcaciones, (la tercera parte de producción naval española provenía de la Habana). En esa época fueron construidos 197 buques en la Isla de Cuba; de los astilleros de esa colonia fueron botados buques legendarios como el “Santísima Trinidad” con sus 140 cañones y más de 1000 tripulantes y otros como el “Nuestra Señora de Loreto” o el “Princesa” que presentó feroz combate a tres naves británicas de similar porte, lo que demostró a los ingleses la superioridad naval española en ese momento.
 

 
No es de extrañar, que de los 12 grandes buques de guerra con que contaba la Armada Real, 7 habían sido diseñados y construidos en Cuba; otras embarcaciones construidas en astilleros cubanos y que participarían en la Batalla de Trafalgar fueron los navíos "San Pedro", "San Rafael" y "San Roque", estos últimos con técnicas cubanas y con la intervención de constructores criollos. Los buques construidos en Cuba adquirieron una sólida fama a nivel mundial, no es casual que el Monarca Carlos III decidiera que su embarcación personal fuera construida en esa Isla, llegándose a denominar al Real Arsenal de La Habana como El Fénix de la Real Armada.
 Un hecho poco difundido y vinculado de algún modo a la historia naval de Cuba, es el relativo a la ayuda cubana que recibieron los norteamericanos durante su guerra de independencia; una parte importante del esfuerzo cubano a la gesta de Thomas Jeferson, tuvo lugar en los astilleros de La Habana, donde a instancia de criollos influyentes, muchos de los barcos que participaron en la causa rebelde norteamericana, fueron reparados y avituallado en puertos cubanos, contribuyendo así solidariamente a la causa liberadora del pueblo estadounidense.

A principios del siglo XIX continuaron las construcciones de buques en el Real Arsenal de La Habana, pero en 1834 el Capitán General Dº Miguel Tacón, propuso junto a otras personalidades de la época, detener la construcción naval en Cuba. En 1837, una Real Orden estableció definitivamente la prohibición de fabricar embarcaciones en los astilleros cubanos; no obstante, dicha orden no se cumplió a cabalidad, y el último gran buque botado al agua por los astilleros habaneros en 1852, lo fue el vapor "Cristóbal Colón", una hermosa y acabada muestra de ingenio naval.


 
La construcciones navales en Cuba languidecieron en los años siguientes, sólo embarcaciones de pequeño porte, para faenas de pesca y cabotaje fueron construidas; para finales del XIX, unos 200 buques menores componían la flota de pesca y cabotaje de la Isla 



Mi opinión:


 Todo este desarrollo fue bajo Cuba española y hay quien dice que solo progresamos cuando nos convertimos en República. J.R.M.


Biografia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Compañ%C3%ADa_Trasatlántica_Española
http://www.circulonaval.com/Historia/Sinopsis/Apuntes%20para%20la%20Historia%20Naval.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Compañ%C3%ADa_Trasatlántica_Española

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se ve en este articulo un desarrollo y un comercio tal y como puediera ocurrir en cualquier lugar de españa, es decir los empresarios negocian y ganan para invertir en sus negocios y ganar su beneficio no con la idea de robar como pudiera pensarse si a cuba la tratasen como colonia que es lo que siempre han querido hacernos pensar.
Cuba y Puerto Rico formando parte de españa serian mas ricas que lo que son y en conjunto españa seria una economia mucho más potente.
Yo estaría orgulloso de esa unión, Todos somos españoles.

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