Muchos cubanos y españoles parecen olvidar su propia historia, muchas veces ocultada o ligeramente manipulada por el poder gobernante. Además a primera vista el autonomismo cubano es un fenómeno histórico de dificil comprensión, debido a la dualización que el paso del tiempo y muchos historiadores han sugerido. No debemos olvidar que Cuba fue la primera Comunidad Autónoma que existió en España, auque fuese por un periodo corto de tiempo.
Así el hecho de que entre el convenio del Zanjón y el grito de Baire existiese una fuerza política, el Partido Liberal Autonomista, que concentraba los mayores apoyos de los insulares blancos, viene a perturbar las visiones propias de un nacionalismo reduccionista. A fin de cuentas.. ¡los autonomistas, a las guásimas!, es decir, hay que ahorcar a los autonomistas, fue un grito popular al terminar la guerra en 1898.
General Martínez Campos
La tolerancia implantanda por el general Martínez Campos, sugería la posibilidad de alcanzar importantes reformas, incluso el autogobierno, por medios legales. Así propietarios criollos, abogados, publicistas, e incluso masones (como Antonio Govín, gran maestre y definidor del nuevo partido) decidieron emprender esta senda, bajo el estandarte de la bandera patriótica cubana de la autonomía, compatible a su juicio con la soberanía española.
Uno de los principales obstáculos para los autonomistas residió en que esa tolerancia para su actuación pública no alcanzaba traducción efectiva, ya que los mecanismos de la Restauración otorgaban la hegemonía en la isla al partido Unión Constitucional; y Cánovas del Castillo era visceralmente opuesto a la autonomía.
Pero para muchos cubanos la autonomía era la mejor opción y estatus posible, así un comentarista anónimo en enero de 1890 afirmó: "El problema cubano no tiene más que dos soluciones: la solución anexionista y la solución autonómica. Los liberales y demócratas preferimos la última porque es la solución nacional. El día en que desaparezca el Partido Autonomista, tan calumniado por los conservadores, una inmesa catástrofe se cernirá".
A partir del ángulo opuesto, ese papel histórico es precisamente lo que les reprochaba José Martí, aunque muchos independentistas veían la autonomía como la solución a la guerra.
Rafael Montoro y José María Gálvez
El presidente del Partido Autonomista, José María Gálvez, fue quien de forma más clara propuso la perspectiva del acuerdo en el marco de la autonomía. La conciliación buscada era absoluta: "Nuestro ideal es conseguir la autonomía bajo la nacionalidad española. Españoles con todas las condiciones de los españoles, a saber, cubanos civilizados, cultos y libres".
El autonomismo irritaba a José Martí justamente por constituir una desviación de la senda independentista, pero al mismo tiempo constituía un factor decisivo de toma de conciencia. Algunos autonomistas acabarían uniéndose a los secesionistas, como "el mayor productor de azúcar del mundo" Emilio Terry. Otros en cambio como el abogado José Antolín del Cueto, permaneció leal a la España penínsular, presidiendo la cámara autonómica cubana en plena guerra hispanoamericana.
También José María Gálvez (presidente del Partido Autonomista) y Rafael Montoro se mantienen en la lealtad a España en calidad de "autonomistas históricos".
El autonomismo en Cuba:
Rafael Montoro ValdésRafael Montoro Valdés (1852 - 1933), político, abogado, historiador, crítico literario y escritor.
Rafael Montoro nació en La Habana en Cuba, entonces parte de España el 24 de octubre de 1852. Realizó su formación en su ciudad natal y el curso 1862 - 1863 realizó estudios en el colegio de El Salvador.
Con 12 años se trasladó a Europa, donde visitó Inglaterra y Francia, y Estados Unidos. Completo sus estudios básicos en Nueva York en 1866 volviendo a Cuba al año siguiente matriculándose en el colegio San Francisco de Asís donde recibió sus primeras clases de oratoria de mano de Antonio Zambrana.
Volvió a Francia en 1868 y se trasladó a España fijando su residencia en Madrid. En la capital de España se matriculó en la universidad para cursar la carrera de Derecho. Colaboró en la revista Contemporánea en la que publicó varios artículos, y participó activamente en las labores del Ateneo en donde coincidió con relevantes figuras de la vida intelectual madrileña como Canovas, Azcárate y Castelar. Fue secretario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Durante su estancia en la península conoció al padre de la independencia cubana José Martí.
En 1878 volvió a la isla y fundó el Partido Liberal Autonomista del que fue su líder e ideólogo por más de 20 años. Ocho años después de la fundación el partido Rafael Montoro fue elegido diputado en las Cortes Españolas. Dos años antes se había licenciado en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de La Habana.
En 1898 realizó funciones de Secretario de Hacienda del breve gobierno autonómico y al obtener la independencia ejerció diversos cargos en los diferentes gobiernos llegando a ocupar, en el período entre 1921 y 1925 la Secretaría de Estado bajo la presidencia de Mario García Menocal, ya había sido secretario de la Presidencia entre 1913 y 1921. En 1908 había intentado realizar un pacto con el Partido Conservador para obtener la vicepresidencia, pero no consiguieron el acuerdo.
En 1910 se funda en Cuba la Academia Nacional de Artes y Letras en la que Montoro figuró como Miembro de Número desde su fundación. En 1926 ingresó en la Academia de la Historia de Cuba. Formó parte de la Real Academia Española.
Rafael Montoro falleció en su ciudad natal el 14 de agosto de 1933.
Del Blog del Dr Octavio Dilewis
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